Optimiza resultados mejorando la calidad de vida en el trabajo

Si queremos subir puntos en la productividad frente a otros países, es necesario mejorar la calidad de vida de los empleados y disponer de productos y servicios más competitivos

Por: José Mario Rizo Riva

 

“Cuando se cansa el cuerpo, la mente no funciona y los resultados son deficientes”

                                  

Con el presente artículo pretendo realizar un análisis de la productividad ligada con las jornadas de trabajo en México, y luego reflexionar sobre cómo obtener mejores resultados en las organizaciones.

A través de mi experiencia como socio de una firma de contadores, auditores y asesores fiscales, he aprendido que no necesariamente se obtienen mejores resultados por permanecer más tiempo en el trabajo. Una alta productividad significa dar el mejor rendimiento, es decir, que el tiempo invertido en el trabajo generen los mejores resultados. Este tema es importante, porque otras empresas de competencia internacional trabajan en mejorar su productividad haciendo ajustes en sus jornadas laborales, obteniendo mejores resultados y volviéndose así más competitivos.

Para mi gusto este tema está pendiente de aplicar en nuestro país, donde la mayoría de empresas y entidades obtiene una baja calificación en lo que se refiere a condiciones de trabajo.

Aun cuando la apertura comercial mundial, resultado de los tratados de libre comercio, ha empujado a los empresarios mexicanos a eficientar sus compañías para hacerlas más competitivas y productivas, México es de los países menos productivos de América del Norte, Europa y Asia. Países como China han mejorado en los últimos años de manera sustancial su calidad en adición a su productividad, lo que los ha llevado a ser una de las potencias mundiales en materia económica, por ello nuestras empresas están obligadas a voltear los ojos hacia los nuevos esquemas que puedan dar como resultado un aumento en la productividad.

Calidad de vida de los empleados

Si queremos subir puntos en la productividad frente a otros países, es necesario mejorar la calidad de vida de los empleados y disponer de productos y servicios más competitivos. Esto se puede lograr trabajando efectivamente las ocho horas de la jornada laboral, o incluso reduciendo el tiempo de trabajo, así como mejorando el entorno físico (instalaciones) y estableciendo tiempos de descanso para despejar la mente, permitiendo así la recuperación física y mental para lograr una mejor concentración.

Demasiadas personas se pasan más tiempo concentradas en sus debilidades que desarrollando sus puntos fuertes. Al concentrarse en lo que no tienen, olvidan los talentos que sí tienen.

El concepto de productividad, no es entendido de la misma forma por todos; los trabajadores lo asocian con la implantación de sistemas, equipos de cómputo y software, cambio de ritmos de trabajo e incluso con despidos o disminución de plazas. Los empresarios en cambio relacionan este término con horarios, medición y con el control permanente del tiempo y de las actividades realizadas.

Al ser distinta la concepción o el alcance de ésta, la productividad siempre será motivo de controversia. Para superar estas discrepancias o armonizarlas, se deben realizar cambios tomando en cuenta ambas perspectivas, para encaminarlas a la calidad, lo que influirá en la productividad de las empresas.

No se debe perder de vista el hecho de que quizá los esfuerzos de los particulares no sean suficientes, y se necesite una reforma integral de nuestra Ley Federal del Trabajo que permita una mayor flexibilidad en las relaciones laborales, y pueda premiar la productividad para los trabajadores que tienen un mejor desempeño, que muestran su compromiso con la productividad y calidad.

El elemento humano como parte de la empresa

Para optimizar los recursos disponibles, los trabajadores no pueden tomarse como un elemento más, sino que han de formar parte integral de los planes a futuro de las compañías como su recurso más valioso, ya que el factor humano y la relación que guarda una empresa con su gente    son determinantes de su calidad y productividad.

De esta manera, será necesario evaluar la posibilidad de implementar horarios reducidos de jornadas dedicadas al trabajo. En países europeos está probado que las jornadas reducidas tienen un mayor impacto en la productividad.  Una de las conclusiones es que no hay que dedicarle más tiempo al trabajo, sino a ser más eficaces en la jornada laboral, esto aplica en empresas y sector gobierno; siendo importante tener sólo el personal necesario para desarrollar las actividades productivas y administrativas, pudiéndose implementar horarios de verano con reducción de horario, respetando la implementación del mismo, en aras de permitir al trabajador una mejor calidad de vida y un descanso, que se retribuirá con un mejor desempeño y lealtad hacia su empresa.

 

En la firma de la cual soy socio, desde el año del 2008 hemos implementado la práctica del horario de verano, otorgando la tarde del viernes y el sábado en los meses de julio, agosto y septiembre (meses que baja la carga laboral) a nuestros  colaboradores en aras de buscar su desarrollo personal, descanso y convivencia con su familia, con ello, no sólo incentivamos a nuestra gente, sino que, con el respeto a la ideología de Empresa Socialmente Responsable, sembramos el ejemplo de una nueva manera de ver la productividad en nuestra sociedad, mejorando además la calidad de vida de nuestros empleados y promoviendo la ética empresarial, el desarrollo y la vinculación con la comunidad.

 

Lo anterior, no es una idea aislada, ya que muchos expertos en la materia, coinciden al señalar la fuerte vinculación del factor humano con la productividad de las empresas. Por esto, es necesario revisar las políticas de recursos humanos, e implementar estrategias encaminadas al bienestar de la gente.

 

Cambios de fondo

 

Es importante cambiar la forma y la organización de las empresas, impulsando la flexibilidad de horarios, buscando definir las actividades de cada puesto de trabajo, y sobre todo fijar las remuneraciones al personal en función de cumplimiento de objetivos, es decir, en forma variable y en forma fija de acuerdo al impulso o apoyo que presten a su empresa al utilizar su talento y creatividad en la innovación y desarrollo de nuevos productos y servicios de valor agregado por los que el mercado quiera pagar más.

El nuevo enfoque de la productividad va hacia el factor humano, ya no es sólo cuestión de producir, sino que, debe ser en atención a la demanda, la rentabilidad de los bienes y servicios, así como la calidad de los mismos, para que tengan mayor permanencia en el mercado tan cambiante, pero, sobre todo, se ha visto que los resultados van ligados con la motivación de la gente que conforma una empresa.

Otro aspecto que se debe de considerar, es el que se puede pedir el mismo rendimiento a dos personas distintas, aunque dentro de la misma área. Unos tienen unas habilidades para conseguir unos objetivos y otros tendrán otras. Por tanto, es más honesto preguntarle a una persona cuánto puede conseguir y encaminarlo a desarrollar su talento considerando su remuneración en base al desarrollo de éste y el beneficio que presenta tanto económico como en otros rubros de la empresa. (vgr. personal administrativo que no produce, pero es esencial en el buen manejo de la empresa y el desarrollo de su productividad)

Es ahí, donde radica la clave de la gestión moderna de las empresas: es la diferencia. ‘Cuando estás pidiendo a una persona que ofrezca el máximo o el mejor esfuerzo de lo que puede dar, y a cambio le demuestras aceptación con una adecuada remuneración a su esfuerzo y otorgamiento de tiempo que mejora su calidad de vida, el trabajador será más productivo y leal a tu empresa.

Políticas de mejoramiento

En efecto, con políticas de mejoramiento de vida del personal, y siendo una empresa socialmente responsable, estás transmitiendo una serie de valores, entre ellos, la confianza y la lealtad, que es lo que generará una mayor productividad en las compañías.

La clave es la confianza y conciliar con los empleados, que no significa trabajar menos.  “No hay que valorar ni contabilizar el tiempo que se pasa en el trabajo como un fin en sí mismo, sino como un medio para alcanzar objetivos, siendo importante el alcance de éstos y no el tiempo invertido”. Ello ya que, de nada vale que el trabajador este laborando jornadas de 8 horas o más, si al final su productividad es mínima, es preferible sembrarle la confianza optando por contabilizar no el tiempo sino la presentación de resultados en tiempo y forma.

Por ello, para lograr un efectivo aumento de la productividad, actualmente es necesario un cambio de mentalidad de empleadores y empleados, ya que, se trata de una relación laboral diferente, en la que el contrato pasa a ser una relación de confianza, rompiendo paradigmas sobre horarios y jornadas, traduciéndolo a búsqueda de resultados.

Para establecer esta nueva forma de ver las relaciones de trabajo, se requieren profesionales más maduros; los directores deben asumir que sus trabajadores están haciendo su trabajo y los empleados deben ser capaces de hacer su trabajo sin la vigilancia constante de los superiores. Generando así un compromiso implícito del empleado con su compañía.

En el camino para la implantación de nuevas metodologías de trabajo en México, se deben aprovechar las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías de la información, como el Internet, telefonía, que permiten trabajar desde diferentes puntos.

Una nueva reforma integral

 

Y lo más importante, una reforma integral de la Ley Laboral en México, que permita valorar la productividad y la calidad en los productos y servicios.

Por último, considero indispensable el fomento por parte de las autoridades a la creación de fuentes de empleo, con incentivos fiscales para los patrones que inviertan en generarlos, en lugar de pasarles la carga fiscal con nuevos impuestos como sucedió recientemente con el IETU, que grava de manera indirecta al empleador por otorgar previsión social e ingresos exentos a los trabajadores.

Invitamos a los empresarios a evaluar estos comentarios y ver la posibilidad de implementar de manera experimental algunas modificaciones en las jornadas de trabajo, adopción de horarios de verano, la forma de hacer el trabajo en relación al tiempo cambiando a resultados, incluso incluyendo la posibilidad de empezar a evitar el ir a la empresa u oficina, es decir, en las actividades que se pueda realizarlas desde casa a través de la Oficina Virtual.

El primer jugador es el personal por lo que para que todo lo anterior aplique debe de dar su máxima capacidad para que en las horas trabajadas se logren los resultados esperados.