Celulitis, ¿cómo combatirla?

 

 

La industria cosmética dice ofrecer remedios para acabar con la celulitis, pero no existe suplemento que haya probado su eficacia en hacerla desaparecer

Por: Fabiola Ramírez Vázquez

Nutrióloga

Celulitis, ¿cómo combatirla?

La columna de hoy está dedicada a todas las mujeres, puesto que el 90% tenemos algo en común, todas sabemos de qué pie cojeamos, sabemos cuál es el punto mas débil de nuestro cuerpo, sabemos que a todas nos afecta de igual manera, nos hace reflejar  inseguridad, baja autoestima, pena, frustraciones, etcétera, ¿sabes de lo te hablo?, de la tan temible celulitis.

Entre el 85% y el 98% de las mujeres después de la pubertad presentan algún grado de celulitis, siendo más frecuente en unas razas que en otras (muchas creemos que las mujeres de color no tienen), parece haber un componente hormonal en su desarrollo; en los hombres es raro encontrar celulitis.

La celulitis se resiste a abandonar nuestro cuerpo una vez que ha tomado posiciones. Mantenerla a raya será el objetivo prioritario de esta batalla tan dura de pelear.

Si bien no es maligna ni síntoma de alguna enfermedad, por razones estéticas es algo que preocupa a algunas personas. Por eso recurrimos a las técnicas habidas y por haber para nunca más volver a verla. La industria cosmética dice ofrecer remedios para acabar con la celulitis, pero no existe suplemento que haya probado su eficacia en hacerla desaparecer. La liposucción, que es la extracción de grasa debajo de la piel, no es efectiva para la reducción de celulitis. La mesoterapia es otra técnica terapéutica que también ayuda a reducir la celulitis, con muy buenos resultados, sin embargo no es definitiva.

¿Qué es lo que hace aparecer  la piel de naranja?

Para comprender el porqué de la piel de naranja, demos inicio a definir primero qué es un adipocito.

ADIPOCITOS: Las células adiposas o adipocitos consisten en una gran gota central de grasa rodeada por un borde delgado de citoplasma. Los adipocitos almacenan grasa en cantidades equivalentes a 80 a 95% de su volumen.

Bajo la piel habitan nuestros adipocitos encargados de almacenar la grasa que demanda nuestro cuerpo. La celulitis aparece con la atrofia de tales células (adipocitos) que, a partir de entonces, presentan un crecimiento anormal. Esta degeneración tiene su réplica inmediata en la odiosa piel de naranja.

 

Por una cuestión hormonal, la celulitis se ensaña con más del 90% de nosotras, y no es patrimonio exclusivo de las mujeres con sobre peso. La progesterona potencia la acumulación de grasas, mientras que los estrógenos favorecen la retención de líquidos. A ello se suman las características del tejido adiposo femenino y su disposición vertical. La adolescencia, el síndrome premenstrual, el embarazo y la menopausia, son momentos críticos a la hora de desencadenarse. La herencia también juega su papel importante.

Se distinguen tres tipos de celulitis. Una incipiente que resulta fácil combatir, otra blanda o flácida que se ve reforzada por malos hábitos, y la edematosa, que suele ir acompañada de dolores y cierta hinchazón.

Sus lugares favoritos para instalarse son los muslos, morada de las clásicas y antiestéticas pistoleras; las nalgas, donde puede irrumpir con la adolescencia y se deja notar por su aspecto acolchado; el vientre, un espacio muy frecuentado por la celulitis, según se cree que a partir de los 40 años, ¡yo no lo creo eh!, y cuya principal causa es el sedentarismo; el interior de las rodillas, donde aparece con la pubertad y resulta muy difícil de eliminar; el interior de los brazos, un terreno abonado durante el embarazo o tras un importante aumento de peso; y el cuello durante y después de la menopausia y que en el argot celulítico se denomina cuello de bisonte.

 

Prevención y constancia

Controlar la celulitis requiere cierta prevención y constancia. En el tratamiento de la celulitis, como en tantas otras cosas, existe una regla que es básica y universal: vale más prevenir que curar. Dicho de otra forma, la mejor forma de atajar la celulitis consiste en combatir directamente los factores que la causan.

 

Evita la sal, reduce el azúcar

La sal hace que tu cuerpo retenga líquidos y eso hace que se te hinchen los tejidos. El cuerpo, al tener más sodio, necesita más agua, pero si dejas de consumir sal, los líquidos serán expulsados del cuerpo con mayor facilidad y eso hará que tus tejidos no estén hinchados. También es aconsejable que junto con la sal, reduzcas el consumo de azúcar y grasas. Estos se comportan como procesos digestivos complejos que facilitan la aparición de toxinas y degenera el tejido adiposo.

 

Evita el café y el tabaco

La cafeína y la nicotina son drogas que oxidan los órganos y tejidos. Éstos reducen la cantidad de sangre que llega a todo el cuerpo, incluyendo los tejidos, impidiendo que la cantidad necesaria de oxígeno llegue a las mismas.

 

Nada de alcohol

Al igual que ocurre con la sal, las bebidas con alcohol favorecen la retención de líquidos y hacen que los tejidos se hinchen. Además de eso, tienen un contenido calórico elevado que es mejor evitar.

 

Bebe mucha agua

Es ideal que elimines líquidos de tu cuerpo, y para eso deberás beber agua en abundancia. Esto hará que vayas más veces al baño y elimines esos líquidos. Se recomiendan beber 2.5 litros de agua por día para depurar el organismo. Sin embargo, en el caso de mujeres cuya celulitis se debe a una retención de líquidos, es preciso limitar su consumo, puesto que, en lugar de ayudar a solucionar el problema, va a contribuir a agravarlo más.

 

Consume proteína

No caiga en el error de desterrar las proteínas de su dieta, éstas deben cubrir el 15% de sus necesidades calóricas diarias. Ellas mantienen los músculos a tono, limitan la expansión de las células grasas y evitan la retención de líquidos.

Se recomienda la asociación de proteínas de origen animal y vegetal; las combinaciones más saludables son: cereales-leguminosa; féculas o papas-lácteos; legumbres-pescado y pan-pescado.

 

Grasa vegetal

Las grasas que se hacen cargo del buen aspecto de la piel, nos ayudan a asimilar ciertas vitaminas. Elija siempre aquellas de origen vegetal como el aceite de oliva. Las legumbres también deben estar presentes, ya que limitan la absorción de azúcares y grasas y favorece la actividad intestinal.

¡Muévete!

Si permaneces mucho tiempo sentada o de pie, la circulación de la sangre comenzará a tener alteraciones. Se recomienda que si tienes que estar mucho tiempo sentada, te pongas de pie, te estires durante algunos minutos y luego vuelvas a sentarte.

Siéntate bien

Las mujeres tendemos a cruzar las piernas cuando estamos sentadas. Sin embargo, al cruzar las piernas, la pierna que está arriba ejerce presión sobre la que está abajo y puede generar inconvenientes. Lo mismo ocurre con la presión que se genera sobre la pelvis, que dificulta la circulación en la zona inguinal. Prueba a sentarte con las piernas paralelas entre sí.

Vigila los anticonceptivos

Los anticonceptivos también favorecen la retención de líquidos, y con ello, la aparición de la celulitis. Por eso debes ser muy cautelosa con las pastillas que consumes. Si ya tienes celulitis, será mejor que te plantees usar un anticonceptivo diferente. Consulta a tu ginecóloga  (o) sobre el tema si tienes alguna duda.

 

Evita la ropa ajustada y los zapatos de tacón alto

Que la sangre pueda circular bien a lo largo de todo el cuerpo, es algo básico para la prevención de la celulitis. Si utilizas zapatos de tacón alto, lo más probable es que éstos corten un poco la circulación y no favorezcan a tus objetivos de combatir la celulitis. Lo mismo ocurre con toda vestimenta que sea capaz de impedir que la sangre circule de forma fluida y correcta. Evita los vaqueros apretados y trata de no usar cinturones muy ajustados.

 

Cuidado con el estreñimiento

Si te cuesta ir al baño, tendrás que tomar medidas al respecto, ya que el estreñimiento impide una correcta circulación de la sangre hacia el corazón. Hay alimentos que te pueden ayudar a combatir el estreñimiento: ciruelas, kivis. Por regla general, agua, frutas y verduras, te favorecerán.

 

Haz ejercicio

No sólo te servirá para quemar las calorías que consumes a través de algunas comidas, sino que con una buena rutina de tonificación muscular, podrás combatir la acumulación de grasas en los tejidos, y tu sistema circulatorio funcionará mejor. Así que ve al gimnasio, sal a correr o practica algún deporte.

 

Bueno chicas, espero que esta información les haya sido de mucha utilidad, sigan tan sencillos pasos, cuiden de su cuerpo y déjense de esconder en ropa obscura y fuera de su talla. Y a ustedes chicos, por favor entiendan que nuestro problema muchas veces va más allá que los malos hábitos o sedentarismo, (no es por justificar la celulitis, que quede claro), recuerden que esto de las hormonas y la genética no nos favorecen mucho y son cosas que no podemos tener el control, pero con ánimo, voluntad y decisión, las cosas dan un giro de 180 grados.

Lic. Fabiola Ramírez Tu Nutrióloga, no te olvides darle “like” a mi página Nutrición & Dieta