Actitud Renovadora

Siempre la ambición de algunos pobladores fue desmedida, y con la ayuda de autoridades y de verdaderos trúhanes especuladores de nuestra tierra, convirtieron a este paraíso en un lugar de adquisición de predios para sus ambiciones personales

Por: Humberto Famanía Ortega

Cuando tenemos en nuestra mente el deseo de reflexionar sobre situaciones que nos han pasado, y que dejan huellas profundas en nuestra vida, ya sean positivas o negativas, seguramente nos servirán para darle una mejor respuesta a nuestros problemas.

Seguramente todos hemos tenido experiencias en cuanto a nuestra manera de ser, y muchas veces queremos convertirnos en gurús para poder predecir lo que ha de pasar en nuestras vidas. Cuando nos esforzamos por controlar el futuro, según nuestros propios planes, bloqueamos los proyectos que Dios tiene para nosotros.

Dar para recibir

Para recibir primero tenemos que dar, en esta ocasión mi opinión se centrará en reflexionar de los aconteceres de nuestro municipio, y que de alguna forma a todos nos atañe involucrarnos para buscar soluciones concretas que amainen en el ánimo de los pobladores. También es cierto que muchos éxitos de paisanos se han alcanzado, pero fracasan en la propia vida, muchos sufrimos en silencio por las relaciones con nuestras esposas, hijos, padres, socios y amigos. A veces lastimamos a quienes más amamos, nuestro espíritu también está herido, pero no sabemos cómo detener la hemorragia. Nuestra cultura secular ha mezclado en un mismo caldero la natural inclinación humana a conseguir a costa de lo que sea, fama y fortuna con su naturaleza egoísta.

Nuestro pueblo, en realidad siempre ha sido muy generoso con propios y extraños, su territorio lleno de flora y fauna, clima formidable y nobleza de sus gentes, hacen que muchos encontremos la tierra prometida; sin embargo, el abuso se nota en el momento de ofertar estos recursos naturales que necesitan de su preservación, al igual en cuanto a las relaciones que se deben de guardar entre la población para buscar la armonía de la comunidad, a veces se tornan muy discordantes por la serie de ambiciones personales que va en contra de un bienestar común. La cultura en la que vivimos da más valor a las posesiones y a los logros que a las personas y las relaciones. Nuestra sociedad hace poco o nada por aclarar nuestra confusión respecto al desenlace de nuestra meta deseada, en donde con humildad reconozcamos cada quién nuestra responsabilidad para buscar siempre el equilibrio de nuestra sociedad.

Voracidad desmedida

Quién iba a imaginar el crecimiento vertiginoso de nuestra región, al quedar plasmado en los anales de nuestra historia, la pésima planeación con la que fue proyectada nuestra cabecera municipal que ahora lucha por encontrar soluciones integrales que busquen salir adelante en la problemática, que cada día se vuelve más difícil de encontrar una salida. Siempre la ambición de algunos pobladores fue desmedida, y con la ayuda de autoridades y de verdaderos truhanes especuladores de nuestra tierra, convirtieron a este paraíso en un lugar de adquisición de predios para sus ambiciones personales sin buscar la reserva de éstas, para el sano esparcimiento de todas las gentes, me refiero a las áreas verdes, muchas de ellas fueron comercializadas, ahora las consecuencias las podemos ver.

Pero sigue la mata dando, estamos realmente acabando con la gallina de los huevos de oro, ¡cómo es posible que siguen politizando los problemas sociales en donde son prioritarias sus soluciones! Por ejemplo, lo correspondiente a la seguridad en todos los aspectos, tanto en la pública como en la salud. Da lástima saber que esta en juego nuestro futuro, vemos que el sector empresarial se ha mantenido callado respecto a este asunto, cuando es importante su participación activa, que miembros del cabildo no ponen ni el más mínimo de su inteligencia para buscar la solución mas adecuada.

Necesaria la participación social

Urge pues una entrega total de todos los sectores de la población para buscar juntos una vez por todas, solución a nuestra propia generación de deshechos producidos por nosotros mismos, y muchos de ellos peligrosos con alto riesgo de contaminación, muchos van al mar y a los ríos; al igual por el descontrol de decenas de centros de distribución de vinos y licores con venta a menores de edad e inclusive de droga en lugares estratégicos para su comercialización.

Podría enumerar una gran cantidad de problemas que existen en nuestro querido Puerto Vallarta, creo lo más importante es plantear diferentes soluciones prácticas en donde la actitud de nuestros pobladores cambie de una manera positiva al hacerlos sentir parte de esta gran región. Involucrarlos respetando sus ideas y buscando todas aquellas que encajen en un proyecto, seguramente será más fácil, siempre llevando un objetivo bien enfocado con metas precisas, bajo un programa de gobierno hecho con profesionalismo basado en la realidad. El control y seguimiento que le dé a toda obra que se emprenda a favor de la comunidad seguramente se verá fortalecida por la confianza del pueblo.

Urgen nuevas actitudes

Estamos viviendo momentos difíciles, todos ocasionados por la conducta de los seres humanos, es por eso que quise hacer algunos señalamientos respecto a nuestro proceder como miembros de una comunidad que se ha distinguido siempre por su participación. En honor a la verdad, no hay nada que sustituya el tiempo, por eso debemos de actuar ya para el progreso bien balanceado de nuestra tierra, urgen nuevas actitudes de quienes nos gobiernan, somos todos responsables de no exigir lo que con justicia nos corresponde. Ahora es el tiempo de la reconciliación, quien no lo quiera entender así, esta fuera de la realidad porque la unidad es la que nos llevará adelante, vienen tiempos difíciles, pero se pueden superar porque tenemos en nuestras manos el sentido de la creatividad, a eso debemos de apostarle porque nuestra actividad turística es noble.

Siempre he comentado que la conducta del ser humano es garantía de honestidad. Parece algo tan complejo, y como las consecuencias de equivocarse pueden resultar tan devastadoras, saber cómo no errar puede ser tan decisivo como saber acertar. Es más, la mejor garantía de hacer una decisión correcta, ¿cómo hacer para no tomar una equivocada?  Siento que la evaluación de quienes pretendan en un futuro contender a puestos de elección popular estará principalmente en el conocimiento del territorio al que pretenden gobernar, en donde sus propuestas sean congruentes en el decir y en el hacer. Su condición de personas debe de pasar sobre su actuación como un ciudadano íntegro en la vida cotidiana, elemento principal su arraigo e identidad comprobada.

Necesitamos líderes honestos

Bien, todos los ojos de la ciudadanía ya empiezan a fijarse en quienes sirven a su patria chica con entrega total al servicio público, pero para esto necesitamos que propongan un plan de trabajo claro y preciso, dejando de hacer grillas baratas; tal parece que son mercaderes de placeres. Les recomiendo a los funcionarios que no se dejen llevar de los caprichos de quienes sienten ser los redentores de nuestro municipio, por favor eleven su DIGNIDAD, necesitamos de líderes que antepongan ante todo los intereses personales con los de la población.

Pues bien, distinguidos lectores, el primero de julio de este 2018, tendremos una de las elecciones más importantes de nuestra historia, no sólo por el número de los cargos que habrán de elegirse, sino por las numerosas candidaturas que han surgido para ocuparlos. Lo más importante es no permanecer ajenos a la elección, al contrario, siempre activos, tu credencial de elector es tu principal elemento para emitir el sufragio con razonamiento y sin presiones de ninguna índole.

Hagamos frente a este ejercicio democrático con una actitud patriótica.

En una democracia el uso del poder desgasta y quedarse en sus goteras vigoriza.