Los más solicitados al inicio de año

Aprendiendo a ser feliz / Hania Sosa / Psicóloga

Necesitamos reorganizar nuestras ideas y emociones para encontrarle un rumbo mejor a nuestras vidas
Psicóloga Hania Sosa

Ir al psicólogo o al psiquiatra fue un tema difícil de tratar durante décadas. Existía una fuerte etiqueta que asociaba ir a terapia con “estar loco”. A las personas les costaba mucho trabajo primeramente reconocer que necesitaban ayuda en aspectos relacionados con las emociones o con las relaciones interpersonales, asumiendo que debían ser problemáticas fácilmente resueltas por uno mismo.

Pasaron una gran cantidad de años en los que la gente podía vivir con una insatisfacción en su vida al no contar con alternativas de solución a sus conflictos cotidianos, ya que al mantener esta forma de pensar, no se permitían siquiera considerar la opción de buscar ayuda.

Posteriormente empezaron a hacer el intento de agendar alguna cita para ver si esto les ayudaba, pero era prácticamente un tabú o tema censurado, ya que aún a pesar de estar encontrando soluciones, no se daban permiso de hablar al respecto con otras personas, de decir que estaban recibiendo ayuda pues esto les iba a generar críticas por parte de sus seres queridos o conocidos.

Si bien en países de primer mundo esto empezó a cambiar primero que en nuestro país, poco antes de la pandemia empezó a elevarse la demanda de los especialistas en salud mental en México y, a raíz de la pandemia, la demanda tuvo un despunte radical.

Hoy puedo asegurarles que ya no existe tanta resistencia para la búsqueda de atención en salud mental y no sólo eso, sino que la atención a las cuestiones emocionales está sumándose a la lista de propósitos que las personas se establecen con el inicio de un nuevo año.

Propósitos

Es bien sabido que de entre las resoluciones de fin de año que la gente suele hacerse se encuentran dos que no pueden faltar en la lista: hacer ejercicio y/o bajar de peso. De ahí que los gimnasios y nutriólogos sean bastante solicitados en este primer mes del año. Esto lo podemos ver plasmado en la publicidad de las tiendas departamentales o los supermercados que reacomodan sus anaqueles principales, esos que van cambiando conforme a la temporada del año, en donde en estas primeras semanas del año muestran ropa o artículos para hacer ejercicio.

Hoy puedo ver que cada vez son más las personas que, después de estas reflexiones de las que les hablaba el mes pasado, en donde hacemos un balance de lo que hicimos y lo que nos faltó, empiezan a incluir en su lista de prioridades para inicio de año el atender sus asuntos pendientes con respecto a cuestiones emocionales o de sus relaciones. ¡Qué maravilla!

Este fenómeno me parece bastante interesante y sobre todo productivo; ya que, en definitiva, muchas veces necesitamos reorganizar nuestras ideas y emociones para encontrarle un rumbo mejor a nuestras vidas, pero no siempre podemos hacerlo nosotros mismos.

Hacer cambios importantes que se mantengan no es sencillo. Con relativa facilidad (y digo relativa porque en sí no es tan sencillo) podemos inscribirnos al gimnasio o hacer una cita con un nutriólogo. Dar el primer paso quizás pueda parecer lo más sencillo, pero la realidad es que el reto no es sólo dar el primer paso, sino el mantener los esfuerzos más o menos estables.

Para ayudarnos a que nuestras resoluciones y propósitos de fin/inicio de año puedan tener mayor permanencia, no está de más que analicemos por qué anteriormente lo hemos intentado y no lo hemos logrado. Esta es la parte en la que un acompañamiento psicoterapéutico puede sumar para que esos objetivos trazados se vean alcanzados. Tenemos que indagar acerca de nuestros hábitos, pero desde más adentro: ¿Cómo se instalaron? ¿Para qué nos está sirviendo mantener los malos hábitos? ¿Qué estamos evadiendo al mantener esas conductas? ¿Estoy proponiéndome metas razonables o realizables? ¿A qué le tengo miedo?

Al indagar en estos cuestionamientos podemos cambiar la ruta que usualmente tomamos y empezar a transitar caminos más sencillos que nos ayuden a cumplir con lo que nos comprometemos, ya sean esos típicos objetivos de hacer ejercicio, bajar de peso, o el más reciente de modificar la manera de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás.

De ahí que me resulte tan benéfico y productivo el hecho de que en la actualidad no sólo los gimnasios y nutriólogos sean los más buscados en enero, sino también los profesionales de la salud mental.

Y tú, ¿qué necesitas modificar este 2024?