XXV años del Vive Latino

La ciudad imaginada / Por Dr. José Alfonso Baños Francia

Sobresalió la participación del grupo alemán Scorpions

La primera edición del festival Vive Latino ocurrió en 1998. Desde entonces se ha consolidado como un referente esencial en la escena musical y cultural latinoamericana.

Durante 25 años, este evento ha reunido a miles de fanáticos y cientos de artistas que han marcado tendencia en la música en castellano. El Vive Latino es una plataforma clave para el rock, el ska, la cumbia, el hip hop y otras expresiones artísticas que reflejan la diversidad musical de la región.

Desde sus primeras ediciones, el festival destacó por dar visibilidad a bandas emergentes, consolidar artistas consagrados y abrir espacio a proyectos innovadores. Grupos icónicos como Café Tacuba, El Tri, Babasónicos o Los Fabulosos Cadillacs han sido parte de sus carteles, dejando huella en generaciones de espectadores. Además, se ha caracterizado por incluir propuestas alternativas, fusiones musicales y manifestaciones artísticas de arte urbano y cine independiente.

El albergue para dar cabida al festival es el Foro Sol, localizado en las cercanías del Palacio de los Deportes en la Ciudad de México. Ahí se instalan 5 escenarios que varían en su capacidad de aforo. Vale destacar la alta calidad de organización y logística, conseguida con la experiencia y el profesionalismo del personal a cargo.

La edición del Vive Latino de este año, desarrollada los pasados días 15 y 16 de marzo, fue especialmente significativa al conmemorarse el primer cuarto de siglo de existencia. En esta ocasión, pesó el gran número de bandas mexicanas, destacando las presentaciones de Caifanes, Molotov, Siddhartha y Zoé, quienes han participado desde las primeras ediciones. También sobresalió la participación del grupo alemán Scorpions, legionaria agrupación que cuenta con miles de seguidores. Una de las sorpresas más comentadas fue la presentación de intérpretes de antaño como Daniela Romo, Yuri, Napoleón y hasta Belinda, quien interpretó una canción de la recién fallecida Paquita la del Barrio.

El evento incluyó también una zona de experiencias culturales, donde se presentaron exposiciones fotográficas que documentaron la evolución del festival, talleres de arte urbano y un espacio dedicado a la gastronomía mexicana. Esta diversidad de actividades reafirmó el carácter multifacético del Vive Latino, que va más allá de la música para consolidarse como un punto de encuentro cultural.

El legado del Vive Latino es incuestionable. A lo largo de sus 25 ediciones, se mantiene como un estandarte de la diversidad musical y un punto de convergencia para quienes buscan vivir la pasión de la música en vivo. También ha contribuido en la internacionalización de artistas, así como aportar una plataforma para proyectos independientes y emergentes. Asimismo, su impacto ha fomentado la creación de festivales similares en otros países, fortaleciendo la conexión musical entre culturas hispanoparlantes. Deseamos larga vida al Vive Latino y a toda la magia que nos regala cada año.