“La familia es un fenómeno integral”

Entrevista con el Doctor Armando Soto

Médico Quiropráctico

Una visión más amplia y completa de la familia y su relación con la salud, es el tema que el doctor Armando Soto comparte en una charla en la que explica cómo se ha desvirtuado el concepto del amor y la intimidad.

 

¿Desde su punto de vista la familia es parte de un sistema?

Es una ideología, sí, es más o menos tratar de extender nuestras actitudes, nuestras funciones, nuestras definiciones de una identidad natural, no realmente lo que es muy sofisticado en nuestra cultura, sino que mejor observar cómo funciona una familia como una entidad en la naturaleza, no copiar lo que hacen los animales, porque somos nuestra propia especie, pero tratar de descubrir qué es lo que nosotros somos, como si fuera antropológicamente, qué es lo que somos nosotros y ejecutar eso en lugar de las tendencias sociales.

¿Cuál es el camino correcto tomando en cuenta la enorme influencia que hay alrededor?

Lo interesante de esto es que la respuesta es en sí la pregunta, es decir, no hay una respuesta, la cosa es que si vemos la tendencia de la naturaleza, es que la naturaleza produce variables, así como lo hace la evolución, ciertas variables tienen éxitos, ciertas variables no, y se reintegran de cierta manera, igual con la cultura, nosotros creamos variables en comportamiento, las que nos dan lo deseable se mantienen, las que nos dan lo que no funciona deben desalojarse, entonces esa es nuestra propuesta, habiendo tan pocas estrategias que están funcionando, es realmente generar múltiples opciones a través de las personas mismas, de las familias mismas, de las ideas de las familias que dicen, “esto no me está funcionando, ¿qué tal si hacemos esto?”, entonces no tenemos una respuesta, tenemos una pregunta bien planteada, y funcionamos a través de lo que compartimos en las respuestas privadas que la  gente produce para tener una mejor función.

¿Hay salud física cuando una familia no está sana como organismo?

¿Cómo puede ser? Hay mucha gente que dice, me voy a vivir a Alaska, pues ya se llevó su cultura con él, la mayoría de las personas que se van a vivir a Alaska se llevan rifles y cosas para hacer fuego y cosas inteligentes que les ayudan a sobrevivir, entonces estas personas se están llevando a su familia con ellos mismos, la familia es un fenómeno integral, no puedes escaparte de lo que es la familia, así como no puedes escaparte de lo que es la cultura, entonces hay que atender a la realización de lo que es la familia fundamentalmente, y entonces utilizarla de esa manera, en vez de tener una noción muy simple de lo que es, y desperdiciar las capacidades que tiene la familia.

En un mundo globalizado, ¿cuál es la función de la familia?

Creo que lo que estamos haciendo aquí, es una contra acción de lo que estamos viendo, porque estamos viendo el IPad, el IPhone, y estamos recibiendo información a través de Google, ya no estás viendo a tu abuelita si tienes un problema, entonces lo que estamos haciendo es observar que sí, esa inercia cultural está destruyendo a la intimidad, a la necesidad de la familia, porque nos está dando recursos externos que parecen ser muy eficaces, sin embargo, estos recursos son artificiales, y lo que nos están dando es una sociedad que está perdiendo su esencia humana, nos estamos volviendo consumidores, nuestras relaciones íntimas casi son inexistentes, aún con nuestros padres, las relaciones de familia aun cuando se casan las personas, 70% separados, divorciados, si ves a los países más desarrollados, por ejemplo noruega, Suecia, Islandia, la presencia de tantas separaciones, tantos divorcios, entonces parece que parte de lo que está pasando en la cultura, la inercia, es que al darnos la capacidad táctica y estratégica, y tantos recursos informativos estamos perdiendo la parte emotiva, la conexión al amor, a la afección, a lo que nos hace humanos, y en esa desesperación, como reflejo, consumimos, consumimos, más esto, más aquello, queremos el mejor IPhone porque ya no tenemos al padre, al cariño de la madre, nos da un reflejo de urgencia, y eso es bueno para el negocio, pero es bueno para la sociedad.

¿La globalización está generando un nuevo modelo de familia en el que se está perdiendo el rumbo sobre qué es lo correcto?

Lo que veo yo también, y estoy de acuerdo contigo, es más, es difícil no estar de acuerdo con eso, está pasando que las cosas particulares de la cultura, como se ha cambiado el medio ambiente, por ejemplo si vemos cómo vivían en Noruega, en Japón, aquí en Norteamérica, estamos hablando de los años 1200, entonces las culturas estaban tan relacionadas con su medio ambiente, porque necesitaban sobrevivir a través de la cultura; lo que ha hecho la tecnología es que nos da ahora cuartos con aire acondicionado, con automóviles, con televisiones, con radios, que cambian al medio ambiente, entonces ¿cómo producimos comida?, nos ha cambiado tanto que esa cultura específica tradicional, pierde esas raíces y se convierte en esta cultura genérica, como la medicina genérica que ya no tiene etiqueta, ya no es particular, eso es inevitable porque la tecnología va a cambiar el medio ambiente, y el medio ambiente va a cambiar la cultura, es inevitable, sin embargo en este wash, en esta intención a cambiar las cosas tan rápido, estos elementos fundamentales se han tirado, se han desperdiciado, nuestro esfuerzo es el regresar a esos fundamentos, y es más, por eso la atención empieza con la madre, porque tiene una ventaja sobre los hombres, la ventaja que tienen las mujeres, es que ellas tienen el primer contacto, y tienen también el segundo contacto, cuando el bebé ya está en sus manos, y entonces en ese contacto, en esa intimidad, se impresiona algo esencial de lo que es la familia, de lo que es el hijo, muchas veces, y desgraciadamente por lo que requiere la cultura, nosotros estamos preocupados en esto y aquello, porque es una guerra económica, y estamos usando nuestras capacidades como hombres atrincherados en esa guerra, y eso nos da prioridad, porque cuando perdemos esa guerra económica, nuestra familia va a sufrir, entonces eso nos obliga a estar nosotros tan enfocados en el aspecto de guerra económica, que perdemos esa conexión con esa relación intrínseca que tenemos con la familia, íntima e intrínseca, necesitamos otras cosas, agarramos poder, después empezamos a hacer nuestras propias asociaciones de poder, con amigos, con socios, etcétera, y entonces empezamos a generar más poder, y mientras más hacemos eso, olvidándonos de lo que nos motiva realmente a generar ese poder, llegamos a un momento en que podemos perder nuestra identidad de padres y nos convertimos en productores.

¿Entonces la idea es volver al origen?, ¿al amor como motivación y no como una idea preconcebida de lo que debe ser de acuerdo a lo que se nos ha enseñado?

Exacto, porque estamos como con el saborcito del amor, “qué padre se siente estar con esto”, y perdemos de vista el amor como función.

¿Cuál es la función del amor?

Esto es interesante, porque el amor, no como sentimiento, es muy importante separarlo, sino como un elemento igual que la inteligencia, que se extiende realmente de la inteligencia, porque el amor es inteligente, se extiende de la inteligencia, es la pre función diría yo, es lo que nos mueve a funcionar, es un sentimiento, es una motivación, entonces nuestra función natural del amor es la que la está empujando, es la que te hace hacer lo que realmente no podrías tú reconocer de otra manera, es como un hambre espiritual, si no tuvieras hambre no comerías, ahora hay gente que come sin hambre porque está muy delicioso lo que están comiendo, pero eso ya no es hambre, eso es glotonería, estamos comiendo porque está rico, no porque lo necesitamos, es lo que pasa con el amor, lo estamos haciendo no porque es necesario, sino porque nos gusta, porque nos lo hicieron ver muy bonito, nos cambiaron todo, y es más, lo peor es que ahora mantenemos a nuestras mujeres, a nuestros hijos con ese estándar, de decir, “ah mira, te tienes que ver como esa persona que está en la fotografía”, pero por qué nosotros no nos vemos como ese modelo de la fotografía, porque si así tiene que estar ahí, le exigimos, le demandamos, no la apreciamos, es más, si estamos caminando con ella y no tiene maquillaje, y llega una mujer llena de adornos, la vemos a ella, la atendemos a ella, porque le perdimos nuestra atención a nuestra pareja, nosotros estamos produciendo exactamente lo mismo de lo que somos víctimas. Estamos encerrados en un círculo vicioso.

¿Cómo educar a los hijos para sacarlos de ese círculo vicioso?

Yo creo, y fue mi propio experimento, lo primero que hice es observar la intimidad que tenía mi esposa con mi hijo, mi primera niña, y era como ver un gato, era como ver a algo que no tenía un patrón creado, sino que era expresado, no tenía nada de artificial, lo agarran y le hacen ruiditos, lo mueven, lo acarician, le hacen cariños, entonces está viendo uno no un acto, sino una expresión, expresa sale de mí, qué es?, no sé, ¿tengo idea?, no, ¿cómo sé que es?, cuando abrazo a mi hijo, sé que está bien, cuando le ayudo en las matemáticas, igualmente sé que está bien, cuando no le exijo estupideces, sé que está bien, ¿la voy a regar?, sí, pero es un ejercicio, nos convertimos en lo que hacemos, de eso no se puede escapar, nos convertimos en lo que hacemos, nuestra familia será igual.

¿Esa comunicación es la que se tiene que rescatar?

Esa conexión, ¿verdad?, es rara porque que lo que estamos haciendo es porque hay algo que nos motiva a hacer esto, y lo que estamos perdiendo es esa conexión con esa motivación, porque la estamos negando, estamos negando el efecto de esa motivación, o sea, “somos fuertes, no nos hace llorar un niño”, a mí sí me hace llorar un niño; “no nos hace llorar una mujer”, a mí sí, que me hacen llorar las cosas, sí, por eso tengo conductos lacrimales, porque si los hombres no lloran, no deberíamos tener conductos lacrimales, que no tienen nada más que el propósito de irrigar al ojo, son emotivos, demuestran emoción, ¿y por qué negar una emoción y no las otras?.

¿En este sentido el hombre está negando sus capacidades?

Yo creo que se ha convertido en una inercia tan grande, tan poderosa, eso de ser lo que quieren que seamos, es decir, que sea muy macho. En primera, ¿qué quiere decir “ser muy macho”?, imagínate en este contexto, 1910 está la Revolución, está una cosa horrible, eres una persona muy valiente que tiene 36 balas en el pecho, que tiene un rifle, que tiene tacos, y se avienta a defender a sus valores y a su familia, porque si no haces eso, tu familia no va a comer, eso es valor, si eso es macho, eso es macho, pero darle una patada a un perro eso no es ser macho, decir, “mira vieja aquí estoy con aquella, estoy tomando”, eso no es ser macho, eso es ser otra cosa, eso no requiere valor, eso requiere indiferencia, irresponsabilidad, falta de conocimiento, egoísmo, pero eso no requiere coraje, no requiere valentía, eso no requiere inteligencia, no requiere sabiduría, disciplina, maltratar un perro, insultar a otra persona, no tener conciencia de lo que está pasando alrededor de nosotros, poner el radio muy fuerte no requiere valentía, ah porque estamos provocando una persona porque la estamos ofendiendo, porque le estamos imponiendo lo que nosotros queremos, ¿eso requiere valentía?, yo no le hallo valentía.

¿Cuáles son los valores que hay que rescatar como sociedad?

Valores es tan difícil de decir, porque hay tantas variables, la función ética y la función moral son muy diferentes, la función moral la dicta la tradición, que es lo que nosotros creemos que está bien, pero la relación ética es distinta, esa es como funcionamos, si tú ves a un gatito rescatar a otro gatito, eso es ético, no es moral porque no es cultural, es ético rescatar esa mamá a ese gatito, igual con los humanos, entonces regresar a esa función ética fundamental que no se puede definir a través de la variabilidad de la cultura es muy difícil, se tiene que hacer uno a uno, padre a hijo, personal, normas  generales, imposible, ahorita, imposible.

¿Hoy en día se está perdiendo la intimidad?

La hicieron cash, es cash, están negociando las gentes con la intimidad, “si no haces eso, no te abrazo”, “si no haces esto otro no voy a ser íntimo contigo”, “si no estoy contenta no voy a hacer esto”, la intimidad se convirtió en eso, estamos castigando y estamos complementando y estamos pagando a través de eso, se convirtió en una moneda de cambio, “si me haces contenta, sí”, es condicional, condicional, condicional, es una expresión, las expresiones no son condicionales, es un efecto de la necesidad, necesidad íntima, y cuando se hace eso, cuando se corrompe de esa manera, se pierde la utilidad, se pierde la utilidad porque se pierde la función, ¿para qué es la intimidad?, ¿para hacer hijos?, no, establece una conexión, funcional, profunda, tú te conviertes en la otra persona, y la otra persona se convierte en ti, es la formación del tercero, eran dos que ahora son uno, que no son lo mismo que los dos que eran, es una cosa totalmente distinta.