El horario de las comidas y los componentes de la dieta

Medicina Familiar / Dr. Marco Antonio Inda Caro / Médico de Familia

T de J al llegar a la clínica en su coche, recordó que tenía los papeles en el asiento trasero, sentada en el asiento del piloto, se estiró con su mano derecha hacia atrás para alcanzar los documentos, esforzando de más el resto de su cuerpo, sintió dolor intenso en su rodilla izquierda misma que giró al esfuerzo físico provocando luxación de esta, como pudo ella redujo la luxación de rodilla, pero el dolor no cedió.

Llegó a la consulta caminando como pudo por el intenso dolor, ya en consulta, no acepto su incapacidad laboral por no poder solventar económicamente el sustento familiar, ya que es madre y padre a la vez de 2 hijos adolescentes.

Sus padecimientos de base son hipertensión arterial, obesidad mórbida e hipotiroidismo.

Separada de su esposo, quien sufre cuadriplejia (discapacidad motriz de las 4 extremidades), ha estado trabajando sin parar cambiando de turnos laborales, subió de peso considerablemente al aumentar los gastos familiares, agregando trastornos alimenticios y de ansiedad por la rienda de su casa.

Esta pandemia de obesidad es ocasionada por los extenuantes cambios en los horarios laborales y de ingesta de alimentos, el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas como los tacos, las tortas, las hamburguesas en horarios nocturnos, es la causa principal en los aumentos de peso.

Fisiológicamente hay una desincronización en los ritmos circadianos, modificando los horarios de sueño sorteando las pandemias virales, asociado a esfuerzo físico extenuante al ser camarista, por cargar, mover y empujar colchones, bases de camas.

Los horarios de las comidas y los componentes de la dieta, juegan un papel importante en la regulación del ritmo circadiano para mejorar la salud metabólica, por lo cual se deben ingerir, en este orden, verduras, carne y cereales durante el día, evitando consumir alimentos con alto contenido grasoso ya entrada la noche, ya que provocan un desajuste en nuestro sistema endocrino y del sistema nervioso provocando alteraciones en los niveles de glucosa y obesidad.

Las dislipidemias y las enfermedades cardiovasculares son comunes en las personas con diferentes turnos laborales, y el consumir alimentos de noche contribuye a sufrir trastornos como dislipidemias, desordenes en el control de la diabetes y por ende obesidad.

El consumo de alimentos durante el día permite a nuestro cuerpo funcionar como una orquesta de musical, misma que se interconecta con el exterior para lo cual se puede modificar por varios aspectos como la luz del día, cuando se consume los alimentos durante la noche, detenemos los procesos endocrinos como la secreción de péptidos intestinales, la hormona de crecimiento, entre otros almacenando además azúcares en forma de grasas.

Es común ver a niños con mucha actividad física extenuante de complexión delgada, consumiendo alimentos durante el día, aquellos que se les programa emocionalmente para dejar sus actividades físicas y consumir alimentos suelen subir de peso. Lo mismo sucede con el adulto aquel que realiza actividad física durante el día y evita los alimentos durante la noche conserva y mantiene un peso y un metabolismo adecuado.  

¿No se han preguntado porque se despierta uno con hambre después de haber ingerido una cena copiosa de abundante grasa?, es obvio que en esta situación juegan un papel importante las hormonas gastrointestinales que no dejan de ejercer sus efectos moduladores y de la saciedad en nuestro cerebro, provocando hambre matutina al despertar, no sucediendo así al cenar alimentos como los cereales en poca cantidad, pudiendo agregar escasos trozos de carne y frutas naturales nocturnas.