El coatí: un animal que no debe ser alimentado
Fauna silvestre en la bahía / Por: Armando Rubio /Experto en fauna silvestre

En esta ocasión hablaremos del coatí (o cuatí), un mamífero conocido en la región como tejón. Este animal se distingue por su cola larga y erguida, su hocico puntiagudo y su comportamiento social, ya que suele vivir en manadas compuestas principalmente por hembras y sus crías, mientras que los machos son más solitarios.
Un problema causado por la interacción humana
Es común observar grupos de coatíes en zonas como Nuevo Vallarta, donde algunos trabajadores hoteleros les ofrecen comida. Sin embargo, alimentarlos es un grave error: Interfiere con su dieta natural: Los alimentos humanos no cubren sus necesidades nutricionales.
Altera su comportamiento: Se vuelven dependientes, pierden el miedo a las personas y dejan de buscar alimento por sí mismos.
Genera riesgos para la población: En Nuevo Vallarta, los coatíes ya tienen horarios y lugares fijos donde esperan comida, lo que demuestra una conducta condicionada.
Peligros de interactuar con ellos
Aunque pueden parecer amigables, los coatíes son animales salvajes y, si se sienten amenazados, pueden atacar. Su mordida es extremadamente fuerte y causa graves daños en los tejidos. Además, son potenciales portadores de rabia, una enfermedad mortal que, aunque no se ha registrado en humanos en años en la región, sigue siendo un riesgo latente.
Un llamado a la conciencia
El problema no se limita a los coatíes. Otras especies, como mapaches y gaviotas, también han desarrollado dependencia hacia los humanos debido a la alimentación inadecuada, lo que ha derivado en:
Invasión de hogares (robo de comida, destrozos).
Ataques a personas.
Dificultad para reubicarlos en su hábitat natural.
Por eso, la recomendación es clara:
No alimentarlos.
No acercarse.
No intentar tocarlos.
Los animales silvestres tienen su propia dieta y comportamiento. Si respetamos su espacio, evitamos problemas mayores. ¡Ayudemos a conservar su vida natural!