Adicción a la comunicación

Es importante reconocer que el celular puede llegar a ser un problema más serio de lo que pensamos, y que podemos ser muy dependientes de él

Néstor Cabral Biurcos

“Internet es positivo porque nos une, nos conecta. Incluso a las personas mayores. El estar conectado nos prolonga la vida y no solamente añade años a la vida, sino vida a los años.”Luis Rojas Marcos

Increíble pensar cómo el ser humando por tan desarrollado que esté, y tan ingenioso que pueda ser, al mismo tiempo es tan ingenuo y débil como para caer en adicciones, la mayoría maléficas para nuestra salud como el alcohol, el cigarro, entre otras. Asimismo, existen esas adiciones que si bien no afectan nuestra salud a corto plazo, sí pueden hacerlo con el tiempo, o simplemente son consideradas una pérdida de tiempo, como jugar videojuegos.

Como existen estas adicciones, también hay ciertas dependencias que hemos desarrollado, de las cuales puede que sea difícil nos demos cuenta, con esto me refiero al dominio que nuestros celulares tienen sobre nosotros.

Vivimos en un mundo tan grande y tan pequeño a la vez, globalizado y cambiante, en el que con un ¨clic¨ podemos comunicarnos, enviar fotos, videos, mensajes a personas que viven a miles de kilómetros de distancia, literalmente en cuestión de fracciones de segundo. Esto tiene incontables beneficios para todos, son inventos revolucionarios, herramientas de trabajo esenciales para vivir en este siglo, y que conforme pasen los años, sin duda se harán más y más importantes.

Las redes sociales a las que todos podemos acceder desde nuestros celulares, son diariamente usados por los jóvenes, con mucha frecuencia por horas y horas al día. Por más inocente que sea esto, ya que enviar un texto o estar checando tus cuentas en diferentes redes no representa ninguna maleficio a nuestra persona. Pero al mismo tiempo, el estar pegado al celular, sabemos que no es para nada sano, sobre todo si existe una dependencia, de la cual puedo decir con seguridad, la mayoría de los adolescentes tenemos.

Es cierto que hoy en día podría decir, “necesitamos” de las redes sociales para nuestra vida diaria. Estar actualizados y comunicarnos con amigos es, y por el resto de los tiempos, será algo que nosotros consideremos necesario, y yo como joven simpatizo con esta opinión. Me gusta tener mi celular conmigo, me gusta checarlo con frecuencia, me gusta mandar mensajes y responder rápido cuando recibo alguno. Esto, sin embargo, nunca será el problema, ya que este empieza cuando el tiempo en el celular toma el lugar del tiempo que podríamos estar usando para realizar otro tipo de actividades, como hacer ejercicio, tener la oportunidad de socializar en persona, lo cual siempre será mejor que mandar mensajes, o usar algo de tiempo para estudiar.

Debemos tener en mente que la evolución del uso del celular es algo que todavía está en construcción, y que en los siguientes años será más y más fuerte la necesidad que tendremos de comunicarnos. Lo que nosotros buscamos es la globalización, que puede llevar a cosas buenas, como la armonía que se espera entre todo el mundo, esto si hacemos un buen eso del beneficio de estar conectados. Existen muchos riesgos a los que nos exponemos cuando estamos adentro de este mundo virtual. Las extorsiones y las estafas por internet son cada vez un problema del cual todos podemos ser víctimas si no estamos vivos en estos temas.

Es importante reconocer que el celular puede llegar a ser un problema más serio de lo que pensamos, y que podemos ser muy dependientes de él.

Las cosas que vemos en internet, paisajes, datos, gente y cosas asombrosas, puede que nos llamen mucho la atención, pero es garantía que si sales a buscar esas cosas y las ves en persona, será mucho mejor. Los invito a que se tomen su tiempo para poder reconocer si ustedes tienen un problema de dependencia con el celular, y de ser así, haga lo que tenga que hacer para quitar ese obstáculo de su vida. Nadie se quiere perder momentos importantes por este tipo de dependencia.

Estamos aquí para aprender, y uno de los primeros pasos para la sabiduría, es reconocer los errores en la persona que más nos debe importar, nosotros mismos.