Desastres y tropezones en Puerto Vallarta
Hablemos en serio
Javier Orozco Alvarado
Investigador de El Colegio de Jalisco, A.C.
Puerto Vallarta ha enfrentado muchos tropiezos a lo largo de su historia, no sólo por causa de los desastres antropogénicos, sino también por sus malas administraciones. Y, sin lugar a dudas, el ejemplo más reciente es la pésima administración de nueve años de gobierno de Movimiento Ciudadano en el municipio; un gobierno que dejó como herencia a los vallartenses el caos urbanístico, el rezago en obras de infraestructura urbana y una bomba de tiempo en materia de servicios municipales.
Afortunada o desafortunadamente, hoy gobierna en este municipio el partido Morena, cuya militancia no dista mucho del abigarrado colorido que ha caracterizado a este instituto político tanto a nivel estatal como a nivel federal. Por eso, aunque parece un gobierno distinto, no podemos esperar grandes cambios de la noche a la mañana; empezando porque, hasta ahora, la nueva administración no ha podido agarrar los hilos finos de lo que quedó del anterior gobierno.
Es la razón por la que los trabajadores del DIF, de SEAPAL y los empleados municipales sindicalizados se han revelado ante sus nuevos patrones. Pero el problema no para ahí, pues también existe malestar de algunos colonos que se siguen sintiendo en el abandono; los que se quejan por la falta de eficiencia en la recolección de basura o quienes reclaman por el desabasto del agua potable.
La realidad es que el tema del agua es el más delicado, no sólo porque los mismos directivos han reconocido que el desabasto de agua en el municipio quedará solucionado en los próximos cinco años. Lamentablemente, una situación que perjudica a los ciudadanos, como es el recorte constante en el suministro de agua potable; beneficia a los distribuidores privados de este vital líquido, quienes desde que empezaron las fallas en el suministro han venido haciendo su agosto.
Lo delicado de este problema es que el principal distribuidor privado de este servicio de agua potable es el mismísimo Luis Alberto Michel Rodríguez mediante su empresa “Pipas de Agua Satélite”, cuyo costo es de 1,300.00 pesos por cisterna, quien aprovechando las ineficiencias de SEAPAL está haciendo el gran negocio desde la presidencia. Por eso, entre más tarde la empresa en resolver el abasto de agua en el municipio, el negocio de las “Pipas” seguirá a lo grande.
Lamentablemente, independientemente de los colores de quienes nos gobiernan, la corrupción sigue siendo una práctica muy extendida, a pesar de los controles que pretende aplicar la Secretaría de la Función Pública, la cual establece que “la actuación bajo conflicto de interés” es una falta administrativa grave en la que incurre la persona servidora pública que interviene por motivo de su empleo, cargo o comisión en cualquier forma en la atención, tramitación o resolución de asuntos en los que tenga interés o impedimento legal.
Por eso, desde esa perspectiva, la nueva administración está cometiendo una falta muy grave al estar lucrando con un servicio que es de interés público y humanitario, como es el acceso al vital líquido.
De hecho, la Ley General de Responsabilidades Administrativas considera la actuación bajo conflicto de interés como una falta administrativa grave que amerita una serie de sanciones previstas en su artículo 78, como son: Suspensión (30 a 90 días naturales); Destitución del empleo, cargo o comisión; Inhabilitación temporal de 1 hasta 20 años (Cuando se cause daños o perjuicios o exista algún beneficio o lucro) y Sanción económica (puede alcanzar hasta 2 tantos de los beneficios obtenidos).
Independientemente del partido que nos gobierne, es indispensable la ética, la moral y la honradez para gobernar como proclama el presidente Andrés Manuel. No basta con cambiar de partido, de color o autodenominarse Cuarta Transformación si no se cumple con estos principios, sobre todo, si se incurre en la dilación para resolver las necesidades vitales de la población en aras de lucrar a costa de la sed de quienes confiaron en el cambio.
Esperemos que la gente tome conciencia y exija al nuevo gobierno soluciones rápidas a problemas urgentes que son impostergables como son los servicios municipales, principalmente en la recolección de basura y en materia de agua potable y alcantarillado.