Retos urbanos para el nuevo gobierno
A partir del primero de octubre ha comenzado la administración municipal a cargo del profesor Luis Alberto Michel y con ello, se abre la posibilidad de establecer una relación más armónica entre la naturaleza, la sociedad y los procesos urbanos.
Uno de los retos será desmontar las prácticas insanas al interior de la dirección de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, caracterizadas por las modificaciones discrecionales a los instrumentos de planeación vigentes, en un esquema donde participaron funcionarios municipales, empresarios y profesionales, principalmente.
Y es que, si algo es reprochable al Ayuntamiento anterior encabezado por Arturo Dávalos fue el establecimiento de acuerdos informales con los capitales inmobiliarios para maximizar sus ganancias, dejando pasar la oportunidad para que el proceso de urbanización fuera un motor para la prosperidad comunitaria.
Un escenario alentador fue la aprobación de nuevos planes urbanos en 2020, incluyendo el Programa Municipal de Desarrollo Urbano y 12 planes parciales, lo cual puede constituir un cambio de timón en la gestión local, toda vez que se dispone de mecanismos compensatorios para aprovechar las potencialidades del territorio, mediante tres herramientas: el Incremento de Coeficiente de Utilización del Suelo (ICUS), el Espacio Público Programado (EPP) y las Áreas de Valor Urbano Ambiental (AVUA).
Pero si las nuevas autoridades caen en la trampa fácil de tomar revancha política o desconocer las potencialidades de estos instrumentos urbanos, se habrán echado por la borda un esfuerzo más por disponer de instrumentos e instituciones que den certeza al intenso crecimiento urbano favorecido por la actividad turística local.
También puede resultar refrescante incluir otras voces ajenas al grupo compacto en el poder, toda vez que se dispone de un capital social acumulado en torno al ejercicio de la planeación urbana vallartense que puede aportar buenas ideas y sugerir prácticas disruptivas. Lejos de tener miedo o ignorar las posturas críticas, como sucedió con el cabildo anterior, pueden aprovecharse posicionamientos diversos que faciliten la adopción de sistemas innovadores para brindar buenos dividendos a la administración pública.
Uno de ellos puede ser alentar mecanismos para que la vivienda que se edifica en la franja turística, pueda ser adquirida por vallartenses y no solamente por extranjeros, imposibilidad favorecida por el precio de las unidades que suele tasarse en dólares. De esta manera, son pocos los habitantes locales que tienen acceso a los mejores territorios, incrementándose la segregación residencial y la gentrificación, dinámica que no exclusiva de nuestra geografía y que acontece en todas las ciudades del planeta.
Pero es factible buscar mecanismos de inclusión para que un porcentaje de la vivienda en el espacio turístico, sea financiada por los propios desarrolladores de manera que tenga un precio cercano a la realidad del ingreso local.
Otro camino alternativo es potenciar el espacio público de calidad, sobre todo en las colonias de la periferia, algo que ya ha venido sucediendo con el apoyo del Programa de Mejoramiento Urbano financiado por el gobierno federal.
Hacemos votos para que el nuevo Ayuntamiento esté a la altura de los retos territoriales y urbanos. Desde este espacio ofrecemos nuestro apoyo para contribuir positivamente en lo que nuestras autoridades determinen.