A la libertad

Plumazos: Carmina López Martínez (carmina.lpm@gmail.com)

“Tal vez no esté de acuerdo contigo, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”. Esta famosa frase –atribuida erróneamente a Voltaire- me recuerda cuando la periodista Yuriria Sierra opinó en una de sus columnas en Excelsior sobre la salida repentina de Carmen Aristegui de MVS Radio.

Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto censuraron a esta connotada periodista mexicana. La razón: investigó y publicó el libro ‘La Casa Blanca de Peña Nieto’, que más temprano que tarde se revelaría el nombre del verdadero “propietario”, la entonces primera dama Angélica Rivera.

Fue todo un escándalo a nivel internacional. Tal como suele lucirse la clase política en México. Sin importar a qué partido le venden el alma.

Como el actual Presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Cada día tiene una vergonzosa novedad en su retórica. Tan pausada por cierto, pues según el comunicador Pedro Ferriz de Con, la gente en este país piensa lento. Nada más alejado de su realidad.

Ese discurso es solo paja. Lo que actualmente nos atañe y se debe discutir es la libertad de expresión. ¿Es Chumel Torres el censurado en este sexenio? He seguido el tema y veo más arguende por el comediante –como él se define- que conocer el real motivo de la cancelación del evento “¿Racismo y/o clasismo en México?”, donde él estaba como parte de los panelistas.

Luego AMLO anuncia en la “mañanera” que ni siquiera conocía esa dependencia. Vaya que tuvo oportunidades frente al micrófono y con presencia de los medios de comunicación nacionales para reiterar su total desconocimiento de dicha dependencia.

A quien también involucran en la cancelación del evento es la actual primera dama, Beatriz Gutiérrez Mueller, quien señaló con todos los dedos de sus dos manos la futura presencia en el evento del comediante y presentador de noticias de El Pulso de la República.

Ella hizo hincapié en el error del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) al invitar a una persona que se atrevió a realizar un comentario burlón de su primogénito, el pequeño Jesús Ernesto López Gutiérrez.

Coincido, los niños no deben ser partícipes de la sorna de ningún presentador ni comediante. Gutiérrez Mueller hizo valer su derecho a expresarse libremente. Como lo hace Chumel a diestra y siniestra en sus múltiples participaciones en diferentes plataformas digitales.

Por otra parte se le reclama a la pareja presidencial su falta de tacto y trato al desabasto de medicamentos, tratamientos a niños con cáncer, entre otras precariedades en el sector salud. Ninguna respuesta clara recibe la sociedad.

Preocupa demasiado la falta de liderazgo de AMLO. Hoy se percibe a un Presidente displicente, trolero y hasta reticente. Sin embargo, pese a su cambio de humor y poca empatía en plena pandemia del Coronavirus, según la encuesta Mitofsky de mayo de 2020, el nivel de aprobación del Presidente alcanza un 50.1 por ciento.

Sería interesante conocer el resultado correspondiente sobre la aprobación del Presidente de Puerto Vallarta, Arturo Dávalos Peña, pues a pesar de sus enormes esfuerzos por ganarse el respeto y cariño de la gente, el reciente desazolve en la ribera del río El Pitillal lo convirtió en blanco del escarnio colectivo.

Las autoridades municipales –en turno o futuras- deben entender de una vez que la flora y fauna son sagrados para la población. Hay cero tolerancia en la tala de un árbol de cualquier tipo. La gente está decidida a defender las pocas áreas verdes que siguen intactas.

Un ‘ecocidio’ -como fue llamado el desazolve- regresa a la memoria de los “pata salada” el exterminio de su verde entorno a cambio de hoteles de lujo y exclusivos condominios, donde gran parte de la población solo puede disfrutar con la vista, pues la oportunidad de costearse una compra, renta o un day pass es inalcanzable por los salarios precarios. Aquí termino, con la sensación tremendamente amarga de vivir en un sueño.

*Comunicóloga y mercadóloga.