Vallarta y su potencial edénico
Ante la reincidencia de furtivos y oportunistas, las buenas intenciones se van directo a dormir el sueño de los justos
Sin duda Puerto Vallarta es un “Paraíso”, pero con frecuencia se olvida que para mantenerlo limpio se requiere la participación de todos, en otras palabras, es responsabilidad de todos los sectores, y no sólo de las autoridades como muchos suponen.
Si bien es cierto, además de organizar y regular, las autoridades tienen la obligación de otorgar los medios y sancionar a quien incumpla; pero, sobre todo, existe algo muy importante que a menudo se deja en el olvido, por una parte, exigir (es necesario) y por la otra “incentivar” a la población (existen muchas formas).
Al respecto, muchos ciudadanos tienen verdaderas intenciones de mantener limpias sus áreas verdes, parques, frentes de sus casas, negocios, lotes baldíos, ríos, arroyos y playas. Pero ante la reincidencia de furtivos y oportunistas, las buenas intenciones se van directo a dormir el sueño de los justos.
Pero también se debe considerar, que existen demasiadas personas y negocios que son inertes al problema y simplemente no les importa un comino cómo están nuestros entornos. Es triste transitar por calles y avenidas del Puerto y observar el estado tan deprimente de algunos lugares. Como pequeño ejemplo en la esquina de la avenida Francisco Villa y la calle Pavo Real. En otros sitios es verdaderamente atroz el impacto ecológico.
Sin embargo, existen demasiados aspectos que requieren la participación tanto de las autoridades como de la ciudadanía, si alguna de las partes falla, entonces el problema seguirá latente y sin aparente solución: recolección de basura y poda, programas para recolección de aparatos electrodomésticos, tecnológicos, llantas, muebles, enseres domésticos y hasta animales muertos, los cuales a menudo se convierten en verdaderos focos de infección. Ni que decir del problema de las heces de mascotas, una verdadera calamidad.
Por lo tanto, es necesario y urgente crear programas de concientización, pero también programas eficientes de recolección, todo ello sin dejar de lado las campañas de cultura ecológica, así como también considerar lo que marca la nueva Ley General de Economía Circular (LGEC) la cual es de observancia general en todo el territorio nacional, y tiene dentro de sus objetivos principales promover la eficiencia en el uso de productos, servicios, materiales, materias primas secundarias, subproductos a través de la reutilización, el reciclaje y el rediseño, y que además busca disminuir el impacto ambiental a través del reciclaje y la reducción de residuos.
De esta manera, nuestro querido Puerto Vallarta, podría convertirse en un verdadero “Jardín del Edén” ya que tiene -potencialmente- todo para serlo: playas, selvas, montañas, ríos… solamente faltan almas con hambre de inspiración para crear iniciativas; en otras palabras, ciudadanos ejemplares con educación, cultura ecológica y un amplio sentido de la responsabilidad social y cultural.
Sí, es cierto que podría ser una utopía y con complicados tintes políticos, pero también es verdad, Puerto Vallarta nos cobija, nos alberga, nos acaricia con su suave brisa marina y el viento fresco que baja de las montañas. En otras palabras, nos abraza con toda su diversidad y bellezas naturales; es justo devolverle, aunque sea un poco todo lo que este paradisiaco lugar nos brinda. Y esto es protegiéndolo, limpiándolo, embelleciéndolo, aunque sea un poco.
En términos generales, limpiar y embellecer nuestra ciudad para que siga siendo un destino turístico internacional de clase mundial invita a redoblar esfuerzos, sin simulaciones, ni simuladores, los cuales abundan por estas tierras, de esos que tiran la basura y esconden la mano, además de los que pueden y no hacen, y ni que decir de los que no ven o no quieren ver más allá de su nariz. Es importante tener presente que es nuestro hábitat y como tal debemos protegerlo de tan terrible flagelo. http://letrassahumerias.blogspot.com/