Una celebración de la cultura en un rincón paradisíaco

Por: Ángel Reyes

En los jardines del Hotel Velas Vallarta, se encuentra una exposición que deslumbra por su colorido y riqueza cultural: el Paseo Mictlán. Esta magnífica muestra de arte y tradición, una colaboración entre Salvador Domínguez y la talentosa artista Fabiola Jaydar, ha cautivado al público con su exquisita representación de las Catrinas, símbolo icónico del Día de Muertos.

Este evento es una celebración de la fusión de tres culturas distintas: el simbolismo y la paleta de colores prehispánicos de los altares de muertos, la esencia de la flor de cempaxúchitl y el diseño de las catrinas, inspirado en la tradición del siglo XX por José Guadalupe Posada. Además, cada Catrina está adornada con una leyenda tradicional procedente de diferentes estados de la República Mexicana. Esta combinación única nunca antes vista en Puerto Vallarta aporta una dimensión especial a la exposición.

Fabiola Jaydar, la mente creativa detrás de las Catrinas, dedicó seis meses a diseñar y crear de forma artesanal el maquillaje, la vestimenta y la caracterización de cada modelo. Este minucioso proceso culmina en la exhibición de noviembre, lo que ha añadido un nuevo atractivo al Hotel Velas Vallarta. Salvador Domínguez, Community Manager del resort y también involucrado en el ámbito teatral, destacó la inspiración detrás del proyecto: “La idea surgió de la belleza de las tradiciones mexicanas, en especial el Día de Muertos, que atrae a visitantes extranjeros. Decidimos aprovechar los espacios impresionantes de Velas Vallarta, que el año pasado solo contaba con un pequeño altar en el lobby. Queríamos enriquecer la experiencia de los visitantes extranjeros y ofrecerles una visión única. En colaboración con la artista vallartense Fabiola Jaydar, creamos esta exhibición en el pasillo que lleva a las habitaciones de los huéspedes, brindándoles la oportunidad de apreciar estas magníficas obras de arte”.

El Paseo Mictlán se encuentra bellamente adornado y decorado, ofreciendo a los visitantes una experiencia mística y encantadora, especialmente durante las noches. La iluminación desempeña un papel fundamental, resaltando la profundidad y el misticismo de cada imagen en exhibición. Este rincón paradisíaco se ha convertido en un lugar de obligada visita para quienes desean explorar y apreciar la rica herencia cultural de México.