Ser tolerantes, certeza de madurez

La Vida es Bella

Para que una sociedad pueda funcionar de manera idónea es de gran importancia la práctica de valores fundamentales como el respeto y la tolerancia, ambos van de la mano

Teresa Manzano

El pasado domingo 1 de julio nuestro país tuvo elecciones para varios cargos, siendo el más importante elegir  el de presidente de México.

Personalmente me lleve la buena impresión al observar que habían sido elecciones pacíficas y trato civilizado entre los candidatos, hubo participación ciudadana y la democracia fue palpable, recobrándose con esto la creencia de  que sí vale la pena expresar nuestras convicciones.

La parte decepcionante fue observar entre la población en general, la falta de respeto y tolerancia hacia los que tuvieron el valor de expresar en las redes sociales su sentir con respecto a los candidatos de los diferentes partidos políticos. No es la primera vez que observo esto, esa misma situación fue notoria en el partido de futbol en este mundial en Rusia, donde México le ganó a  Alemania y tristemente pudimos ver que algunos mexicanos quemaron la bandera del país perdedor. ¿Por qué la  intolerancia y la falta de respeto?

Los valores son principios y cualidades humanas que nos dan la posibilidad de elegir nuestras reacciones y conductas en distintas situaciones. Para que una sociedad pueda funcionar de manera idónea es de gran importancia la práctica de valores fundamentales como el  respeto y la  tolerancia, ambos van de la mano.

Entendemos por respeto  aceptar que algo o alguien es digno y merece ser tratado como tal; la tolerancia, nos permite aceptar actitudes, opiniones o ideas de las demás personas, así no sean acordes con las nuestras.

No podemos tener una sociedad en paz, si no somos capaces de vivir bajo ambos valores.

Me siento triste de leer en las redes sociales insultos, burlas y  desvalorizaciones hacia personas con la misma dignidad y derecho a ser respetadas que quien emite el desprecio a través de las redes sociales. Recuerda que la persona a la que te referiste con desprecio, también tiene derecho como tú de expresarse, también tiene motivos para pensar cómo piensa, pero sobretodo también ama a este país que pisan sus pies y probablemente estaría dispuesto a hacer algo por ti cuando lo necesites, finalmente por algo está en tu lista de contactos. Las elecciones pasan, pero la vida ordinaria aquí te tiene cerca de esa persona a la que quizá ofendiste solo porque no piensa como tú.

Recuerda el reciente temblor en septiembre 19 del 2017, o el anterior en el 1985, en el que fue hermoso ver cómo en medio del dolor por las muertes y las pérdidas materiales, miles de mexicanos salieron de sus casas a ayudar, a consolar, a unir fuerzas, a dar la mano, sin siquiera cuestionar las creencias o ideologías políticas de los seres humanos a los que estaban ayudando.

¡Eso somos los mexicanos! Esa es nuestra esencia, la de la unión, la de respeto, la de la empatía por el otro.

La invitación de hoy es preguntarme yo, preguntarte a ti, ¿en cuál categoría de ser humano te encuentras hoy?, ¿cómo han sido tus reacciones ante lo que expresan los otros, aun cuando no piensan como tú?, ¿ha reinado la tolerancia y el respeto o todo lo contrario?

Recordar también que la persona equilibrada, es libre pero no impulsiva, piensa antes de actuar y de hablar. La persona genuina no está a la defensiva. El respeto es una forma empática de contemplar a la otra persona. Respetar las necesidades y sentimientos del otro, te hace ser un ser humano de verdad.

Si queremos lograr el cambio, éste debe empezar por nosotros mismos.

“Antes de hablar pregúntate si lo que vas a decir es verdad, si no daña a nadie, si es útil y si vale la pena perturbar el silencio con lo que quieres decir” (Anónimo)

Recuerda, ¡la vida es bella!

Hasta la próxima.

Psic. Tere Manzano.