Tipos de líderes y sus oscuros opuestos

Empresa Familiar / Por: C.P.C. y M.I. José Mario Rizo Rivas

Un líder es aquel que logra resultados a través de sus colaboradores

Lo dijo William Cohen y yo lo he corroborado: No necesitas pelear por tu derecho a estar en la punta, sino convertirte en un líder para ayudar a otros a alcanzar la punta.

Un líder es aquel que logra resultados a través de sus colaboradores, actuando, antes que otra cosa, como un facilitador. Quisiera preguntarte hoy, amable lector, lo siguiente: Bajo la definición que te acabo de presentar, ¿te considerarías un líder? Es decir: ¿Eres una figura que saca lo mejor de los demás, que los inspira, o que solo es visto como “el jefe”?

La pregunta no es trivial. Todo líder tiene un estilo y, lo quiera o no, este influye en el desempeño de los demás, incluso (pensando en los dueños de empresas familiares) en la cultura de toda la empresa. Muchas veces, en el trajín de todos los días, se nos olvida tomar unos momentos para ajustar el espejo retrovisor y asomarnos a nuestros puntos ciegos: aquellos aspectos que no hemos resuelto o mejorado, y que nos impiden ser mejores líderes. El día de hoy intentaremos asomarnos a esos puntos ciegos.

¿Qué tipo de líder soy?

Aunque nadie pertenece exclusivamente a un tipo de liderazgo, sí podemos tipificar cada estilo. Existen líderes que son más colaborativos, otros que son más autocráticos… el estilo de liderazgo adecuado también depende de las circunstancias. Por ejemplo, ante una situación de crisis, resulta más práctico contar con un líder visionario que un líder colaborativo, pues el primero es capaz de tomar decisiones en situaciones de crisis en las que no hay tiempo para el consenso.

Existen diversos autores que describen diferentes perfiles de liderazgo (uno de mis favoritos es Daniel Goleman, en su libro Liderazgo); hoy quisiera enumerar tres de los que me han parecido más interesantes, con la intención de identificar en cuál nos vemos reflejados. Veamos:

Líder paladín: Inspira a su equipo de trabajo a lograr una visión común que es retadora e inspiradora. No es experto en todo, pero sabe rodearse de los mejores. “¿Quieres seguir vendiendo agua con azúcar por el resto de tu vida o quieres venir conmigo y cambiar al mundo?”, así convenció Steve Jobs a John Sculley para que dejara Pepsi y se fuera a trabajar con él.

Su opuesto: Líder Severo. Es aquel que tiene expectativas demasiado altas de los demás, y en lugar de inspirarlos, los hace sentir como que nunca son suficientemente buenos, por lo que siempre están buscando su aprobación. “No lideras golpeando a la gente por encima de la cabeza, eso es asalto, no liderazgo.” Dwight Eisenhower

Líder colaborativo: Su especialidad son las relaciones humanas, la empatía y su capacidad para tomar decisiones inteligentes a través del consenso, combinando el talento y la inteligencia de todo su equipo.

Su opuesto: Líder Tirano. Solo confía en él y sus órdenes no deben ser cuestionadas. No empodera a sus colaboradores, solo los utiliza para lograr sus objetivos.

Líder coach: Su especialidad es desarrollar el potencial de su equipo de trabajo. Busca empoderar a los demás, potenciar su independencia y criterio.

Su opuesto: Jefe Acaparador. El reflector solo debe estar en él. Los resultados de su equipo son su mérito absoluto, y cuando las cosas van mal, la culpa es de los demás. No comparte sus conocimientos ni sus habilidades por temor a ser reemplazado por alguien más. En este estilo de liderazgo acecha particularmente la sombra del trabajolismo.

Como puedes ver, en alguna ocasión, todos hemos sido alguno de estos líderes; ni qué decir de sus tétricas contrapartes. Una de las claves para no caer en versiones distorsionados del liderazgo consiste en mantener una relación saludable con el trabajo; recordemos que toda obsesión nos da una visión de túnel, multiplicando nuestros puntos ciegos. Así que, como el buen líder que eres, recuerda incentivar el desarrollo personal como parte de tu trabajo…  ¡y también el de los otros! Si eres capaz de liderar un equipo desde el equilibrio y no desde el trabajolismo, sin duda te convertirás en un líder digno de admiración. “Si tus acciones inspiran a los demás a soñar, aprender y hacer más; eres un líder.” John Quincy Adams

“Ser líder implica capacitarse, aceptar cuando equivocamos el rumbo y permitir que los demás amplíen nuestro panorama de caminos por tomar. Entender los efectos y el daño que puede ocasionar un mal líder es algo que requiere atención.”