Tenencia responsable: La doble moral de una moral a medias

ConCiencia Animal / MVZ. Carlos Arturo Martínez Jiménez

Las personas activistas que alzan la voz en aparentemente defender los derechos animales pero que sus casas y refugios están sobrepasados en población
Con Ciencia Animal MVZ. Carlos Arturo Martínez Jiménez

La conceptualización de tenencia responsable se refiere a la situación en la que una persona acepta y se compromete a cumplir una serie de obligaciones que surgen de la legislación vigente, para satisfacer las necesidades comportamentales, ambientales y físicas de un animal para prevenir los riesgos que puedan presentar para otras personas, otros animales o el ambiente.

Bajo esta premisa, es que una persona que adquiere un animal de compañía, debe estar dispuestos a modificar su estilo de vida para incorporarlos a un entorno familiar, social y comunitario, además de calcular cual será el impacto económico y estar plenamente conscientes de los cuidados y responsabilidades que esto implica en caso de algún padecimiento congénito, limitativo, evolutivo o etológico que no se tenga previsto.

Por otro lado, la noción la de moral se emplea para nombrar al conjunto de preceptos que determinan si una acción puede ser definida como buena o mala, por lo tanto, regula la conducta humana de acuerdo a las normas que los sujetos tienen tanto del bien como del mal. Por lo que el término de doble moral, alude al criterio que usa una persona o una entidad cuando se comporta de dos maneras distintas respecto a una misma situación.

Doble moral personal

Y aunque principalmente los intereses económicos y políticos suelen llevar a usar reglas muy diferentes para juzgar a los demás, la doble moral existe en la vida personal, cuando justificamos nuestros actos reprobables porque nos negamos a comprometernos con aquellos valores y responsabilidades que supuestamente defendemos a diario, que puede ser parte de la tendencia natural a defender nuestros intereses, ya que no nos gusta que los demás hablen mal de ellos, y esa necesidad de protegerlos puede llevarnos muchas veces a maquillar los errores. Pero cuando las acciones que encubrimos son de una cierta gravedad, todo cambia, especialmente si nuestra negligencia puede perjudicar a un tercero, desde los animales de compañía hasta la sociedad misma.

Si hasta este momento no me he sabido ser claro, le cuestiono lo siguiente:

¿En realidad usted está al pendiente del calendario de vacunación de su animal de compañía? Ya que en base a la percepción y estadística de una parte de los médicos veterinarios del puerto considera que entre un 65 a 70% de los pacientes tiene un desfase de más 15 días con respecto a la fecha establecida, llegando a un buen porcentaje a los 30 y 90 días incluso 6 meses después de la fecha.

¿En realidad usted está consciente del plan de desparasitación interna y externa de su mascota? O solo va y busca la tableta más barata y haciendo un cálculo efímero del peso de su animal, ya considera que esta desparasitado, si es así, lamento informarle que está lejos de la realidad, ya que todo depende del estilo de vida de su mascota y la objetividad de un examen coproparasitoscopico cada que su médico veterinario lo considere, porque si en dichos exámenes hay un resultado positivo cuantitativo, por ejemplo, de la muy problemática Toxocara canis, una pastillita no va a resolver nada, y por lo contrario, implica un grave problema por la zoonosis que pudiera darse en la familia o peor aún, si usted tiene la irresponsable costumbre de dejar salir a su perro a que haga sus necesidades a la calle sin correa y sin recoger sus heces depositadas al ambiente.

O también son de los que piensa que las muy famosas isoxazolinas o como usted las conoce, las tabletas para las pulgas y garrapatas, que aseguran que la su empaque indica una farmacocinética de 1 mes dura 3 meses y la de 3 meses dura 6, ¿por qué lo aseguras?, ¿por tu percepción?, ¿Porque te dijeron?, ese quien te lo dijo, ¿hizo algún estudio científico que tenga las suficientes bases médicas y científicas para refutar, lo que si se hizo, y viene en las instrucciones del empaque?, ¿se lo dijo su médico veterinario?, ¿se ha asegurado que es de verdad un médico veterinario?, ¿le ha pedido su cedula profesional o estatal y ha verificado que corresponda a la misma persona a través de los portales de internet? Porque si la persona es médico veterinario ejerciendo legalmente su profesión no tendrá problema alguno en mostrarle dicha cedula y que corrobore su información.

¿Qué tan responsable es con su mascota?

Esto solo por desarrollar los dos ejemplos más básicos de la tenencia responsable, pero de aquí podemos partir en, si cuando ve a su mascota enferma y deja pasar 5, 8 o 10 días que no come, que vomita, que tiene diarrea, y solo pide una inyección mágica que lo cure y reniega de algún examen radiográfico o de gabinete, que sabe y conoce plenamente el grave problema de sobrepoblación que hay y no acude a esterilizar su mascota por decidía, mitificación en cuanto a la sexualidad o actitud posterior a su intervención quirúrgica. Y no digamos ya el tratar a su mascota en caso de conductas que difieren de lo requerido para la armonía social como la agresividad o hiperactividad destructiva.

Activistas incongruentes

De aquí nos podemos ir al otro lado de la moneda, las personas activistas que alzan la voz en aparentemente defender los derechos animales pero que sus casas y refugios están sobrepasados en población donde que no hay el espacio adecuado, tampoco la alimentación y la medicina preventiva es idónea, la total falta de bioseguridad y su inminente propagación de alguna enfermedad al no dar las cuarentenas adecuadas para ingresar un nuevo animal, además de las carentes medidas etológicas que se tendrían que llevar a cabo para su interacción a una nueva dinámica que vislumbra en el lugar.

Moral a medias

Y finalmente, al referirme a una moral a medias, es dirigido a las autoridades, ya que su implicación en el tema como problemática social queda muy corta, ya que al asignar un presupuestos tan raquíticos, que no da para los insumos, infraestructura ni material suficiente, ni siquiera con el alimento para cubrir con lo estipulado en las normas que tampoco se cumplen; o los sueldos indignos para gran la responsabilidad de los profesionales que tienen que velar por la salud pública, poco personal para llevar a cabo la titánica aplicación de los reglamentos y leyes, de desacertada idea de no separar y dar presupuesto y estrategia definida a las necesidades que requiere el puerto.

Autoridades manipuladas

Ser juez y parte jamás da buenos resultados, y dar o exigir los elementos necesarios para que la sociedad ejecute una tenencia responsable con tantas carencias presupuestales, sin una planeación estratégica definida, y dejándose manipular por minorías que no comprenden el contexto plurifactorial de los problemas aterrizados en la realidad por su ideología, hace que la tenencia responsable sea un asunto de doble moral de una moral a medias.