Sí se pudo, Sasha
Percepciones / Roberto Franco Briones / Consultoría en Imagen Pública ICONOS
Decir una verdad de ninguna manera tendría que destrozarles su reputación, ni mucho menos la vida
Ella tenía 14 y él tenía 39, ella era una estrella naciente de Televisa y él un productor consagrando su próximo gran éxito, ella ingenua y él bastante vivido. Esa parece ser la historia del abuso que vivió Sasha Sokol por Luis de Llano en un grupo musical formado en 1982 llamado Timbiriche.
Timbiriche es un grupo icónico que a lo largo de los años se ha consagrado, que tiene canciones en el recuerdo de la mayoría de los mexicanos y que ha vendido más de 30 millones de discos.
Durante más de una década Televisa fue el gran aparador de este grupo, en una época en donde no había información que no estuviera controlada por lo que fue un gran monopolio del entretenimiento.
Al parecer, esto fue lo que dejó indefensa a Sasha Sokol, pues si bien fue un secreto a voces la “relación amorosa” que tuvo con Luis de Llano, nunca pasó a mayores mediáticamente. Todo para proteger la minita de oro que Timbiriche representaba.
Durante esa época e incluso muchos años después ella decía que se había enamorado. Y sí, Sokol seguramente estaba enamorada de Luis, era una niña de 14 años ingenua, inocente y llena de ilusiones. Todo lo contrario a su productor, quien era un hombre hecho que no debió haberse metido con ella, pues con amor o sin amor eso es abuso de menores.
Al tiempo, Sasha se dio cuenta de lo acontecido, y fue hasta ahora que aceptó haber sido manipulada durante varios años por quien en ese entonces también era su manager.
¡Qué difícil! Porque desde esa posición no sólo la tenía reprimida desde la parte emocional, también en la laboral y eso hacía que tuviera miedo de levantar la voz o incluso salirse de esa relación. Situación que tristemente es muy normal.
Eso sin contar con que decir algo también hubiera tenido repercusiones en su imagen profesional, pues en ese entonces los medios y la sociedad machista le habrían echado la culpa a ella.
Afortunadamente hoy hay una red de apoyo entre mujeres que lejos de criticarla, la apoyan e incluso la admiran por tener el valor de decirlo. Ahora su imagen profesional (contrario a sus miedos pasados) no se verá mermada.
La mujer no tiene que sentir miedo por lo que podría pasar con su carrera profesional si levanta la voz ante cualquier abuso. Decir una verdad de ninguna manera tendría que destrozarles su reputación, ni mucho menos la vida.
¡Levanten la voz y sigan unidas para ganar esta lucha que lleva tantos años!
Roberto Franco Briones
Consultoría en Imagen Pública ICONOS
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