Reflexión sobre las razas en animales de compañía

ConCiencia Animal / MVZ. Carlos Arturo Martínez Jiménez

Usted tiene la libertad de decidir qué mascota elegir, pero hágalo con toda la responsabilidad que ello implica

Se considera animales de raza, a aquellos con una construcción genética que tienen características muy similares o casi idénticas, en su aspecto y comportamiento, de un sistema selecto de antepasados que tenían dichas tipologías. El surgimiento de estas quizá comenzó, según varias teorías, con alguna especie o subespecie de lobos, que se tuvo a bien generar un proceso de neotenización, que es básicamente el mantenimiento de características infantiles y juveniles, sin perder la madurez sexual, la dominancia entre otras pautas comportamentales de la adultez, esto llevo de la mano del humano a crear distintas razas las cuales la mayoría estarían destinadas a realizar ciertas tareas o fines, en beneficio del ser humano en sí.

Dicho esto, no pretendo establecer si son más convenientes o no los perros de raza que los que no lo son, sino poner en perspectiva las corrientes ideológicas de su aceptación o rechazo de los distintos grupos de la sociedad.

Certeza

Si bien los perros de raza ofrecen ciertas certezas como el saber concretamente a qué tamaño crecerá, el tipo de pelaje que desarrollará, y hasta cierto punto el tipo de temperamento y nivel de actividad física, aunque esto no garantiza que cada individuo siga el mismo patrón, de cierta forma es prever el saber qué tipo de raza te conviene según tu estilo de vida, así como tener la confianza de adiestrar con mejor margen de éxito para fines específicos, como lo sería seguridad, búsqueda y rescate, de servicio entre muchas otras labores.

Esto, por otro parte, lleva a que este mantenimiento de la genética aumente las probabilidades de que presenten enfermedades, como cáncer, tumores, problemas de la piel y hasta desórdenes neurológicos, pero que también serían un cálculo esperado y que clínicamente ayudaría mucho en su detección y tratamiento.

Ventajas y desventajas

Tanto las ventajas como desventajas, se pueden combatir a partir de una buena selección, para evitar que estos genes indeseables para la salud del animal se hereden, y esto precisamente ha sido uno de los factores por las cuales existe este enorme problema, las altas demandas producto de las modas de razas, el dinero fácil a partir de la reproducción intensiva, y la enorme ignorancia de la sociedad en sí en torno a la reproducción y genética de perros, y de gatos en menor escala, es lo que ha terminado en esta difícil situación social, ambiental, económica y política a su resolución.

Parte de estas características no lleva el otro bando, por así decirles, los perros mestizos, a los que se les considera el resultado de la mezcla de diferentes razas en el árbol genealógico, que hoy en día, es la gran mayoría fruto de la irresponsabilidad de la sociedad en todos sus aspectos, pero que ofrecen beneficios como un muy bajo o nulo costo, una mayor riqueza genética, y con ello tener prácticamente un perro único que difícilmente será idéntico a otro, y una aparente menor probabilidad de desarrollar problemas congénitos o soportar o salir más avante de muchas enfermedades y padecimientos de las razas puras, aunque también hay que mencionarlo, hay la posibilidad de que en su genética suceda precisamente lo contrario, y pudieran heredar esos genes recesivos que expresen fuertemente dichos problemas o padecimientos, además de una gran reducción de la certeza en su tamaño, temperamento, comportamiento y actividad física, lo cual se convierte también en un factor de abandono al no cuadrar dichos factores con el estilo de vida de la persona o familia.

No hay perro bueno o malo

Y al final de todo esto, no hay perro bueno o malo, sino una total falta de educación, responsabilidad y empatía.

Cualquier perro o gato tendrá sus pros y contras, y el porcentaje de ambos conceptos aumentará o disminuirá, dependiendo de la seriedad, información y formación que la persona tenga al pretender adquirir un animal, que va desde verdaderamente enfocarse en la disposición para la incorporación de este a un dinámico entorno familiar, comunitario y social, así como calcular el impacto económico y estar plenamente conscientes de los cuidados y responsabilidades, tomarse el tiempo para hacer una correcta elección, tanto de uno de raza como mestizo, y no valerse solamente de las recomendaciones, modas o aspectos físicos para ambos, asesorarse con un médico veterinario que le de orientación en uno de raza, o una proyección en base al fenotipo de un mestizo, si pretende regalar uno, deje a un lado el factor sorpresa por el bien del animal, y pregunte si hay disponibilidad física, emocional y económica para poder mantener al posible afortunado.

Falsos criadores

También a esos falsos criadores, quienes si no tienen una estrategia, una formación y conocimientos de modelos de herencia, consanguinidad, coeficientes de inbreeding linebreeding, outcross, entre otros, y no aprenden a trabajar de verdad con pedigrís, solo están aumentando más el problema, además de la ya muy evidente falta de bienestar animal y maltrato que les dan a los animales, con lo cual lejos de ser criadores, son solo explotadores a quienes las autoridades deben dirigir más sus esfuerzos en reglamentarlos de manera estricta y regular.

Usted tiene la libertad de decidir qué mascota elegir, pero hágalo con toda la responsabilidad que ello implica, incluyendo la responsabilidad ambiental y social.

Esterilice si no es un criador con conocimiento y formación, esterilice e infórmese con su médico veterinario, y no tome decisiones basadas en prejuicios, miedos y desconocimiento sobre la reproducción de su mascota.

Y como dijo el fallecido músico Pau Dones líder de la banda Jarabe de Palo en una de sus canciones: “La pureza está en la mezcla, en la mezcla de lo puro, antes que puro fue mezcla.”