Recordando a nuestros difuntos

Consejos de una Abuelita Moderna / Por un México Mejor

Antes de entrar a clases, uno de nuestros jóvenes dijo: “¡Qué bueno que ya está cerca Halloween!”

A lo que de inmediato el joven sin pelo expresó: “¿Por qué recuerdas las dañinas costumbres de los antiguos Celtas, dedicadas al Dios Samhain, Señor de la muerte, donde sus sacerdotes los Druidas sacrificaban esa noche a un bebé o a una niña virgen para que sus demonios los dejaran vivir en la normalidad los siguientes doce meses?”

Y el chico espantado solo atinó a responder: “¡Que… qué…!”

Los otros chicos los rodearon porque ellos querían recibir dulces de Halloween…Y le preguntaron: “¿Cómo sabes eso?…”

Y el joven sin pelo contestó: “Me lo dijeron mis padres hace años. Les contaré: El Sabbat o fiesta de brujas servía para ofrecer sacrificios a Satanás, Señor de la Muerte, mediante ritos, actos sexuales y sacrificios humanos…En la actualidad en varios países, algunos locos ofrecen a los niños dulces con vidrio molido… y como todos les dan dulces… ¡No tienen ni la menor idea de quién se los dio!”

Dos chicas impresionadas dijeron: “¡Qué horror”

El joven sin pelo continuó: “Por qué mejor nosotros que nos jactamos de ser mexicanos y querer lo mejor para nuestro país, no nos unimos para tratar de recordar a nuestros difuntos empezando a desterrar de nuestros hogares esas fiestas y prácticas extranjeras que ni siquiera conocemos, para recordar a nuestros seres queridos que ya partieron antes que nosotros, con una plegaria, dando cabida solamente al verdadero amor, paz y respeto a la vida de todos nuestros semejantes, y, con lo que pensábamos gastar para esas fiestas y absurdos disfraces… Mejor lo ahorramos y vamos a visitar a nuestros niños que no tienen ni para comer… ¿Están de acuerdo?”

Todos con gran entusiasmo gritaron: “¡Siiiiiiiiiiii!… Y comenzaron a aplaudir…”

Nadie se dio cuenta de que su ex Maestro de Educación sexual, ya había llegado, y pegaron un brinco cuando les dijo alegremente: “¡Y yo les acompañaré gustoso!” Todos le agradecieron mucho, pero les dijo: “Ya es hora de nuestra lectura y estoy seguro que les encantará el tema.

El Maestro inició: “En el noveno mes del calendario religioso creado por el mismo Quetzalcoatl, antes de la llegada de los Españoles, existía una fiesta en honor a ¨Piltzin- Tecuhyohua Dios de los niños¨, que duraba 20 días, llamada por los Tlaxcaltecas ¨Fiesta de Miccailhuitontli o de¨Los Niños Difuntos¨ y para los Tepanecas la fiesta principal del año. Le seguía la ¨Fiesta de ¨Hueymiccailhuitl o de Los Grandes Difuntos¨; era en el mes de Xocohuetzi¨ (cuando madura la fruta), en esas Fiestas se practicaban los sacrificios humanos y los sacrificados se sentían orgullosos, porque con sus cuerpos hacían suculentas comidas que servirían para crear una raza fuerte, digna, respetable y superior.”

“A la llegada de los españoles, se omitieron los sacrificios humanos, y como para nuestra gente su lema era: ¨Olvidarse de los nuestros es olvidarse de uno mismo¨, en todo el país se empezaron a acostumbrar festejarlas a partir del primero de Noviembre para los infantes fallecidos, y el día dos para los difuntos grandes, haciendo en casa los mundialmente famosos “Altares de Muertos¨… En la parte superior tiene un arco lleno de naranjas y flores de Cempoalxochitl, al centro unas velas con fotografías de los difuntos, y en las partes inferiores, con guisos, pistos, bebidas y una calavera de dulce con su nombre… El día dos, van a los panteones a comer y cenar sobre sus tumbas sin faltar nuestra música folklórica para convivir con ellos.”

En honor a mis maravillosos Ángeles Terrenales del ¨Grupo Canica¨. Cariñosamente Ana I.