¡Nuevo año, nuevo cuerpo!

Medicina Familiar / Dr. Marco Antonio Inda Caro / Médico de Familia

Mes con mes, se observa un incremento en la prescripción de Dieta polimérica con/sin fibra (ensure) o los medicamentos con polivitaminas. En las notas medicas revisadas no existe una clara y razonable indicación, siendo la indicación médica “apoyo nutricio por sonda enteral o complementación vía oral”, como efectos adversos causa nauseas, vomito, diarrea, distención abdominal e hipertensión arterial.

Una situación inevitable, es el desgaste físico-mental degenerativo normal por el paso de los años que acarrea disminución y cese fisiológico de muchas funciones, un ejemplo las digestivas, lo que provoca disminución en la absorción de nutrimentos; por tal motivo por más vitaminas y apoyo nutricio, lo único que ocasiona es la modificación en el pensamiento de las personas que consumen múltiples productos con el único fin de evitar tal degeneración fisiológica ineludible, irrevocable e irreverente.

Tales pensamientos concluyen que: “Entre más vitaminas consume el cuerpo, más sano y menos viejo”. Los llamados productos milagro han ganado mucho campo en el mercado gracias a la gran propaganda maliciosa a su favor, llenando esos huecos mentales de esperanza de quienes los consumen, proveyendo de energía, vitalidad, sexualidad y la ilusión de conservar esa fuerza soñada.

Si dejáramos de consumir alcohol, fumar, el consumir múltiples antibióticos innecesarios, y todos estos productos cuyo único fin que encuentro es el comercio, permaneceríamos más en la faz de la tierra, nuestro último suspiro fuera como esa última generación de longevos de casi 100 años sin enfermedades crónicas. Si durmiéramos de 6 a 8 horas, si mantuviéramos un peso ideal, si consumiéramos productos naturales… Hubo una época en que hasta el parir y morir por fiebre puerperal, el embarazo era un miedo; ahora una tos y un estornudo nos dio miedo, un mosquito nos da miedo, el salir a caminar nos da miedo.

No nos da miedo el comer hamburguesas, emborracharnos cada fin de semana, dormir poco, y así una serie de interminables situaciones dañinas a las que no renunciamos, pero eso sí, si no salen las personas con una vitamina en la receta, reclaman, además que a la nueva generación de médicos no le gusta persuadir y educar, sino: Está bien, te la entrego.

-Doctor le encargo mis vitaminas.

-Claro que sí, ¿ahora de cual quiere? En la última ocasión que acudió le di tomadas, ¿ahora las quiere inyectadas?

-Porque a mis 69 años todavía puedo hacer de todo.

-Doctor no se le olviden mis vitaminas tomadas, de esas cremitas en cartón.

-Ah, sí, claro ¿cómo se las toma?, ¿una diaria?

-Sí, a mis 70 años me mantienen fuerte, lleno de vida, el día que no me las tomo me siento sin fuerzas de no hacer nada, a veces es lo único que tomo de alimentos

La industria farmacéutica y otras emergentes, hacen su capital a base de información falsa en relación a los beneficios que aportan. Un ejemplo claro son los productos para el gimnasio y los nutricionales, los consumidores en su gran mayoría son hipertensos por el alto consumo de proteínas que aportan estos productos milagro.

Citas médicas: www.drinmed.com