La muerte de Mozart

Vanefropedia

Dra. Vanessa A. Parra Estrada

Nefróloga Pediatra

@vanefropedia

Considerado como uno de los músicos más influyentes y destacados de la historia, Wolfgang Amadeus Mozart nacido y crecido en Salzburgo, Austria, fallece en Viena un 5 de diciembre de 1971 con tan solo 35 años.

Desde su niñez temprana Mozart mostró una capacidad prodigiosa en el dominio del piano y violín, con tan solo cinco años ya componía sinfonías, óperas, obras musicales y sus interpretaciones eran aclamadas por la aristocracia y realeza europea del siglo XVIII.

Sin embargo, Wolfgang Amadeus tuvo una infancia delicada, sufrió de múltiples enfermedades infecciosas (que actualmente, la mayoría se evitan gracias a la vacunación), tuvo eritema nodoso, fiebre reumática, tifoidea y viruela a los 11 años, que le dejó con el rostro profundamente marcado. 

Si bien sabemos muchas de las enfermedades que sufrió Mozart, durante los últimos 200 años se han publicado múltiples hipótesis de lo que le procuró la muerte al genio musical. Cabe mencionar que no se le realizó autopsia y la Medicina del siglo XVIII no contaba con todos los métodos diagnósticos ni de vigilancia como lo es actualmente. Incluso por muchos años se creyó que Mozart fue envenenado por su “enemigo musical” Antono Salieri.

Existen en la actualidad cerca de 160 diagnósticos clínicos de enfermedades o estados patológicos atribuidos a Mozart, al parecer fue un niño prodigio bastante enfermizo, aunque se reporta que se quejaba poco. Les platicaré de mi hipótesis favorita, la cual tiene el mayor sustento médico, científico, epidemiológico y es la más actualmente aceptada.

Mozart falleció de falla renal.

Constanze Mozart, esposa de Mozart, quien lo acompañó durante sus últimos días, relató varios años después de su muerte, que semanas posteriores a un catarro e infección de garganta, Amadeus refería “sabor metálico” acompañado de dolores de cabeza frecuentes e intensos, visión borrosa, palidez y anemia, además de pérdida significativa y progresiva de peso, por lo que él sugirió que lo estaban envenenando.

A finales de noviembre, comenzó lo que lo llevaría a la muerte, fiebre, cambios en la coloración de la orina, para posteriormente dejar de orinar. Luego, a comienzos de la segunda semana, aparecieron edema/hinchazón generalizada, vómitos intensos y frecuentes, diarrea. En los últimos tres días presentó episodios de somnolencia y confusión.

En el 2009, Zegers y colaboradores hicieron una revisión epidemiológica que se publicó en la revista médica Anales de Medicina Interna. Estudiaron las principales causas de muerte de jóvenes en Viena en 1971 entre los meses de noviembre, diciembre y enero y encontraron que las tres principales causas de muerte en ese periodo fueron la tuberculosis, la desnutrición y el edema posterior a un episodio de infección de garganta, que ahora conocemos como Glomerulonefritis

postestreptocócica, lo cual si no es tratada adecuadamente lleva a falla renal y muerte.

Los vómitos, las náuseas, dolor de cabeza y debilidad, son signos de uremia (urea elevada en sangre), la urea es un desecho del cuerpo que elimina el riñón, el “sabor metálico”; que le refirió Mozart a su esposa, unos días atrás, creyendo que lo estaban envenenando también lo da la falla renal.

Se encontraron registros de varios episodios de edema en hombres jóvenes en el Hospital Militar en esa misma época, la evolución y síntomas referidos por amigos y familiares que presenciaron sus últimos días, proponen que Mozart murió por una glomerulonefritis posestreptocócica que se manifestó con un síndrome nefrítico y falla renal.

Recuerda que riñones sanos, ¡niñ@s felices 🙂