Identidad digna

Letras Sahumerias

El no poseer la suficiente conciencia del significado de la identidad es desconocer lo que se es y hacia dónde se deben dirigir las acciones

Marisú Ramírez

La era moderna se mantiene y sostiene por su esencia de autenticidad, por tal, el ser humano exige reconocimiento de su comunidad, así es como se conforma su identidad.

Considerar este aspecto esencial de la vida humana en sociedad es solamente una de tantas partes del engranaje emocional del acontecimiento humano. En la revisión de diversos estudios está la explicación de lo que existe dentro de todos nosotros, se refiere al llamado incesante de la conciencia, distinguir lo positivo y lo negativo, esa lucha constante en busca de la verdad, de la atención debida al prójimo y ser más humanos cada día.

Lo apartado de esa esencia es lo inhumano, las acciones contra la razón y el bienestar y su garantía permanente. De ahí la necesidad de que la sociedad reconozca las acciones positivas y negativas, y se enmienden los caminos torcidos. Nada fácil en un mundo lleno de contrariedades, los aparentes centros de valor se apartan del interés primario por acrecentar y mejorar la calidad de vida, aspecto esencial de la existencia humana.

Es el lugar de la dignidad en el elenco interno del humano, convertirla en centro de valor esencial y preocupación permanente por la comunidad de la que forma parte, y de ahí a transformar el entorno y ser ejemplo para todas las naciones con el sentido más amplio merecido por la dignidad. Se pueden otorgar diversas interpretaciones, como las que he encontrado, aunque todas se resumen en saber qué se es, quién influye en favor o en contra de las actitudes, y elegir el camino positivo para potenciar todas las energías en esencia y naturaleza. Desechar los consejos tóxicos para la existencia, es uno de tantos quehaceres de la dignidad señalada por su excelencia y lo cual conforma la identidad en equilibrio, además de fortalecer la autoestima, esto ameritará ─en su momento─ profundizar lo suficiente con el fin de dejar sentados aspectos esenciales del caso.

La identidad, diría, va de la mano con la dignidad, partes sumamente importantes en la existencia humana basadas en una estructura moral adecuada y socialmente aceptada. El no poseer la suficiente conciencia del significado de la identidad es desconocer lo que se es y hacia dónde se deben dirigir las acciones. Por todo esto se complementa cada momento la identidad. Para tal caso es fundamental la madurez de pensamiento y percepción del ámbito social donde se existe.

Se dice y con razón, la identidad facilita el razonamiento en la dirección correcta a la vida. La pregunta de los filósofos griegos, los grandes maestros de la humanidad en todos los sentidos partieron de la pregunta ¿quién soy? pieza fundamental en la construcción de la identidad. La sociedad globalizada está sumamente deshumanizada sobre sus bases materialistas absurdas carentes de atención y bienestar dirigida a la sociedad en su conjunto, pareciera olvido, aunque es toda una estrategia para desproveer a los seres humanos de su identidad esencial, los que están más preocupados por sobresalir a ultranza y sobre lo que se les presente, ponerse por encima de las necesidades colectivas.

La reflexión en este sentido de la identidad y la dignidad, llegan al punto del descubrimiento de un acrecentado individualismo, manifestación natural de la sociedad global. Esto es aislamiento pleno con todas las potencialidades humanas de inteligencia, arrinconadas o demeritadas. Al no considerar a la comunidad o separarla inconscientemente como el espacio común de realización personal y colectiva, se anulan los valores esenciales del ser humano.

En algún momento se habló del malestar de la cultura, la era moderna en verdad está enferma, no se identifican los momentos de sentido lógico, se antepone el individualismo carente de identidad y con una dignidad desvalorada, esa pérdida de dirección conduce, como se mencionó al individualismo y autodestrucción en una de sus variables, se distingue la pérdida de amor por la vida. No es raro para nadie observar el aumento incesante de atentados a la vida y suicidio de seres humanos jóvenes.

Respetar el bienestar del entorno social, apoyar los vínculos e intercambios de aspectos dirigidos a reducir intereses egoístas sin anteponer intereses individuales a los colectivos, eso conformará la mejor identidad individual y social sobre bases de dignidad y valores realmente humanos.masryram@msn.com