Héroes anónimos en la ribera del río Pitillal

Miguel Ángel Ocaña Reyes

Aproximadamente desde noviembre, Don Candelario desbroza de manera voluntaria la ribera del río….hoy en día son amplios espacios que generan seguridad
  • Dedican su tiempo a desbrozar la maleza

Todos los días desde hace varios meses, Don Candelario González, pensionado de 76 años, se ha dado a la tarea de desmontar las laterales del parque lineal sobre el río Pitillal, armado con un machete y su bicicleta, desde temprano hasta antes de que el sol caiga a plomo, dedica horas de su tiempo para mantener limpio el sendero con la intención de que sea un espacio seguro para las personas que por ahí caminan.

Acostumbra llegar entre siete y ocho de la mañana montado en su bicicleta, luego de elegir el lugar donde va a trabajar, se concentra en su labor llamando la atención de los transeúntes, muchos de ellos lo ignoran, otros tantos aplauden su trabajo e intentan ayudarlo económicamente, sin embargo, la limpieza que realiza Don Candelario es por puro gusto y lo toma como ejercicio, con lo cual su labor le ha dado un nuevo rostro al parque lineal que va desde la avenida México hasta la avenida Francisco Medina Ascencio.

Esta conducta ha generado conciencia entre algunos de los usuarios del parque lineal, no tantos como fuera deseable, sin embargo quienes se identifican, adoptan el parque como propio y colocan anuncios invitando a la gente a no tirar basura, a recoger las heces de sus perros, otros llevan sus bolsas para recoger la basura que otros tantos ciudadanos sucios tiran sin el menor empacho, dejando así botellas de plástico, envolturas de comida chatarra, bolsas, plásticos, unicel, ropa, pañales, preservativos, excremento de animales en bolsas de plástico, y decenas de desperdicios que de no recogerse tardarían siglos en descomponerse.

De Don Candelario se sabe poco, pues es hombre de pocas palabras, a quien gusta mantener su privacidad, sin embargo, es originario de Nayarit, pasó la mayor parte de su vida en Estados Unidos donde tuvo dos hijos quienes actualmente son exitosos profesionistas, después de muchos años decidió regresar a México donde vive con una pensión que le permite vivir tranquilamente, y realizar una noble labor altruista en beneficio de la comunidad.

Don Candelario es uno de esos héroes anónimos que  realizan su labor sin buscar el reconocimiento de nadie, y que realiza este tipo de actividades sin esperar nada a cambio, sin embargo, su labor se refleja en la seguridad y tranquilidad que le genera a la gente transitar por un espacio que se nota limpio y abierto, en el cual los observadores de aves nacionales y extranjeros han encontrado un lugar ideal para disfrutar tranquilamente de las 47 especies diferentes que ahí se reúnen.

Es de reconocer que esta labor de limpieza también ha sido posible gracias al apoyo del Ayuntamiento de Puerto Vallarta que ha tenido a bien recoger toda la broza que se genera, dándole así a dicho espacio mayor dignidad, y con lo cual es de esperarse que las personas que van a caminar a ese lugar, se hagan conscientes de la necesidad de conservarlo limpio y participen en la medida de sus posibilidades.