Hay que trabajar para vivir y no vivir para trabajar

Consejos de una Abuelita Moderna

Por un México Mejor

En el enigmático Planeta Tierra, muchos terrícolas suponen que tienen que trabajar mucho para conseguir buena posición social y poder cumplir todos los caprichos con los que siempre han soñado: Una casa muy grande, vehículos lujosos, ser la envidia de todos sus compañeros de trabajo, visitar continuamente restaurantes de prestigio, vestuario y joyas, paseos espectaculares alrededor del mundo; tratar de competir con esos grandes capitales mundiales, y asistir asiduamente a esas interesantes reuniones, donde podrán sacar el mayor provecho de quien se deje intimidar, olvidando por completo los valores familiares, abandonando a sus hijos en manos de expertas cuidadoras de niños o dejándolos en esos internados muy costosos y de gran prestigio…

Los tres Angelitos juguetones, desde el cielo, se entristecieron cuando escucharon hablar a dos niños en un internado que se localizaba muy lejos de su ciudad natal…

Le preguntó un niño al otro:

-¿También recibiste la noticia de que tus padres no podrían venir a verte para llevarte con ellos de vacaciones?

Y con lágrimas en los ojos le contestó:

-¡Sí!

El amigo le dijo: ¡Lo mismo pasó conmigo, a pesar de que me prometieron que vendrían por mí!…

Ambos se abrazaron y comenzaron a llorar amargamente…

En la ciudad natal de los niños, se encontraba un niño sin pelo preguntándole a su mamá por el niño que ella cuidaba desde muy pequeño, a lo que la mamá, secándose una lágrima, le dijo que sus patrones la despidieron y lo enviaron muy lejos para que aprendiera otros idiomas, y así se quedara el día de mañana con sus negocios… ¡Después que ellos murieran!…  Pero se sentía muy feliz cuando el niño le escribía una carta diciéndole cuánto la extrañaba y  amaba, pero cuánto sufría por el abandono de sus padres multimillonarios, que nunca tuvieron tiempo ¡ni para jugar con él! … Por eso, al ver cómo amaban a su hijito, le escribía que hubiera preferido no tener dinero para que ellos lo adoptaran y se lo llevara a vivir con él…

Como el niño sin pelo recibía mucho amor y protección de sus padres, al palpar el sufrimiento de su mamá, cuando lo mandaron muy lejos… Decidió seguir los consejos que le dio su Angelito de la Dicha y Felicidad, y llenándose de valor fue para hablar con los padres del niño, y así comprendieran lo que sus papás siempre decían:

¨En ésta enigmática vida, lo más importante que tienes que hacer cuando llegues a tener hijos, es demostrarles cuánto los amas, por eso:  ¨HAY QUE TRABAJAR PARA VIVIR Y NO VIVIR PARA TRABAJAR¨… Con esa actitud positiva, tendrás hijos maravillosos, felices y seguros de sí mismos.

Cuando estuvo frente a los padres del niño, los saludó cariñosamente y le llevó la última carta que su niño le redactó a su mamá, preguntándoles cuántas cartas les había escrito su hijito desde que se lo llevaron a internarlo en el extranjero… Y ellos avergonzados le dijeron que ninguna…

El Ángel de la Paz, le dio valor para leerla en voz alta, y, cuando el niño sin pelo se las comenzó a leer, la mamá comenzó a llorar amargamente y el papá solo con los ojos desorbitados, palideció…

El Ángel de la Alegría y Felicidad, lo ayudó para que abrazara tiernamente a la señora dándole un beso, y al voltear para observar al señor de la casa, el niño expresó:

“Gracias a Dios, tienen tiempo para reparar su falta… Les suplico… ¡Háganlo pronto!

EN HOMENAJE A MIS NIÑOS DEL GRUPO CANICA

Cariñosamente Ana I.