Fundador: ¿tienes madera de líder empresarial?

Empresa Familiar / Por: C.P.C. y M.I. José Mario Rizo Rivas

“El mejor líder no es necesariamente el que hace grandes cosas. Él es quien hace que la gente haga grandes cosas.” Ronald Reagan
Empresa Familiar Mario Rizo Experto y escritor de libros sobre empresas familiares y gobierno corporativo @mariorizofiscal

Ser un líder significa motivar, inspirar, acompañar, e idear estrategias para lograr los objetivos empresariales.

El fundador es la primera piedra de la empresa familiar. Todo comienza en su cabeza, en una idea que no descansa hasta que la materializa en el momento más oportuno y sale al mercado para comenzar con esa aventura llamada “empresa”.

Así, existen muchas piedras angulares (fundadores) que crean empresas desde abajo, haciendo de éstas un suceso histórico que vienen desde antiguos lazos con los agricultores, comerciantes, artesanos, carpinteros, entre otros. Provocando de esta manera que la estructura organizacional de la empresa prácticamente en todos los aspectos cono son: la propiedad, gobierno, administración, operación y de negocios recaiga sobre una persona o una familia. Sin embargo, el fundador no necesariamente tiene madera de líder, pero el mando recae sobre sus hombros.

Aunque siempre se pueden mejorar o desarrollar las habilidades personales, organizativas y de gestión, lo cierto es que hay algunos rasgos que debe poseer un buen líder, como la pasión, la visión, la creatividad, la intuición, la confianza, la autenticidad, la colaboración, la comunicación, sabe delegar y la empatía.

¿Qué es liderazgo?

Una definición simple es, que el liderazgo es el arte de motivar a un grupo de personas a actuar para lograr un objetivo común.

Al ser el fundador y encontrarse al frente de la empresa, tiene que ir forjando la capacidad de conducir y guiar, por ello además de las habilidades personales a continuación les presento algunas características o rasgos que el líder de la empresa sea o no el fundador debe tener para generar buenos resultados:

  1. Metas altas: El líder de la empresa tiene que fijarse metas altas y alcanzarlas, evidentemente. Un buen líder es un luchador de nacimiento y por esa simple razón siempre querrá ir más y más lejos. Ama los retos y por ello siempre encontrará la manera de superarlos.
  • Pragmatismo: El líder de la empresa es una persona práctica. Las especulaciones le causan conflicto si no es un asunto prioritario e importante, no le da la importancia ni le dedica tiempo. Una empresa familiar sana es una empresa práctica, es decir que cada uno de los elementos de la empresa se enfocan en lo realmente útil. La practicidad ayuda a mejorar los procesos, las actividades administrativas, la transparencia, la eficiencia y facilita la toma de decisiones entre muchas otras cosas.
  • Formación: El líder de la empresa nunca termina de aprender, la forma que tendrá de aprendizaje es de acuerdo con el nuevo entorno de negocios y siempre tendrá la disposición de cambio y mejora continua e irremediablemente irá aprendiendo de sus errores. La experiencia de los éxitos y fracasos forjará su carácter y crecerá como empresario. Sin embargo, no debe guiarse únicamente por su instinto u/o experiencia, la formación intelectual es un factor clave para hacer de las experiencias conocimientos aprendidos que después puedan compartirse con sus sucesores e intercambiarse con otros empresarios de igual o distinto ámbito.
  • Talento: El empresario debe tener la capacidad adecuada para cumplir con sus funciones y responsabilidades, aquí radica el éxito de su gestión. Es el talento, unido a su visión integral del negocio y a sus habilidades para ejecutar la gestión, lo que justifica su predominio sobre los demás miembros del equipo y le otorga la confianza de los diversos colaboradores y socios que integran la empresa.
  • Innovación: El líder sabe qué hacer en los momentos de incertidumbre, usa sus recursos y responde al ambiente cambiante en el que se encuentra. La innovación es la columna vertebral de las empresas, ya que el mundo se encuentra en cambio constante, la innovación es lo que hace competitivas, lo que marca las diferencias entre las empresas de su industria o sector.
  • Competencias: El empresario tiene que ser una persona competente, es decir, de qué manera se van a explotar esos talentos que tiene la persona. Pueden ser habilidades aprendidas o habilidades natas que usará para llevar a cabo sus metas. El empresario debe estar consciente de cuáles son las competencias o fortalezas con las que cuenta él mismo como persona y como empresa, de esta forma logrará convertir las competencias personales en fortalezas de la empresa, con ayuda de su consejo de administración y de sus colaboradores.
  • Autopromoción: El líder empresarial está consciente de lo importante que son las relaciones interpersonales, sabe que los negocios se cierran con base a confianza y que la comunicación efectiva es un elemento clave para lograr sus objetivos.  Por ello, no se quedan sentados esperando que los negocios lleguen a él, sino que él se levanta y va en busca de ellos.
  • Saben escuchar: Tienes un gran potencial como líder si eres una persona accesible, empática, que practica la escucha activa de forma natural con sus colaboradores y compañeros, haciéndoles sentir mejor y buscando soluciones a sus problemas y no culpables.
  • Tienen control emocional: Cuando los problemas personales interfieren en los negocios se pierde la profesionalidad y se generan problemas que deterioran el buen ambiente de trabajo de un modo a menudo irrecuperable. Saber separar una cosa de la otra es un punto indispensable y estratégico en el haber un gran líder.
  1. Ser responsable: Si asumes tus responsabilidades como tales e incluso las de los demás para ayudarles, sin esperar nada a cambio, también tienes mucho terreno ganado como líder. No postergar de manera injustificada las reuniones o cualquier otra obligación en tu vida empresarial significa mucho.

Finalmente, cuando hablamos de un liderazgo en la empresa familiar, es necesario tomar en cuenta las características enumeradas anteriormente, son propias del líder de la empresa, sin embargo, no olvidemos que en todo momento se debe procurar la cohesión familiar y garantizar la estabilidad y prosperidad del negocio para que trascienda de generación en generación.