Fin de año, inicio de año

Educación y parentalidad / Dr. Jesús Cabral Araiza

Hago votos para que este 2023 sea el mejor de los años hasta ahora, que tengamos la fortaleza y sabiduría para guiar a nuestros hijos o quienes dependen de nosotros

Como cada fin de ciclo, los sentimientos y emociones afloran y se convierten en nostalgia, anhelo, extrañeza, ensoñación, y en ocasiones por igual en sentimientos de tristeza, coraje y rabia. Y es que para muchos de nosotros estas fechas suelen estar asociadas a recuerdos, aspiraciones y situaciones fuertemente emotivas que vinculadas a las festividades suelen convertir en vivencias intensas.

Apenas fue hace un par de años (2020) que estábamos sumidos en una tristeza profunda y en un camino de incertidumbre por una pandemia que, de hecho, aunque no ha terminado, sí se espera que disminuya para el siguiente verano 2023. Claro está que muchos teóricos de las confabulaciones verán un escenario catastrófico y hasta el fin del mundo, en mi caso prefiero pecar de pesimista y pensar que los retos se deben vivir día a día.  

Ahora bien, considero que parte de las motivaciones que necesitamos los seres humanos para seguir adelante, es justamente valorar los aspectos y experiencias nuevas y gratificantes que vivimos, tales como: las nuevas y satisfactorias relaciones interpersonales que vivimos, los viajes gratificantes, la satisfacción de un trabajo bien realizado y remunerado, el agradecimiento de las personas hacia uno y de uno hacia las personas, el fortalecimiento de algunos lazos familiares, el desarrollo personal y profesional, entre muchas otras experiencias y vivencias objetivas y subjetivas.

Por mi parte considero que si ya estamos aquí (esta vida), vale la pena disfrutarla y tratar de hacer lo mejor posible, levantándonos de tropiezos y errores (por cierto, reforzado con la película de Pinocho de nuestro connacional Guillermo del Toro). Por otra parte, y no menos importante, vale la pena, evaluar que fue este año que ya se nos ha ido como agua de las manos, hacer una evaluación y balance, nos ayudara a aprender justamente en que somos capaces y cuales son los retos o áreas de oportunidad que aun nos queda por vencer y superar. Si aún en las situaciones que no nos proponemos aprender, lo hacemos, pues en las que nos proponemos aprender deberíamos ser excelentes.

Veo con mucha satisfacción el nacimiento de hijos de mis personas más queridas (mis hijas adoptivas), y observo madres y padres comprometidos con las nuevas generaciones, veo en mi nuera y mi hijo la esperanza de personas mucho mejores de las que hemos sido sus padres y así tengo la esperanza que la humanidad podrá sortear dificultades tan grandes y avasallantes como la pandemia y el cambio climático, entre otras.    

Así es que, amable lector, si aún no lo ha hecho, haga un balance de si mismo, de sus actividades y vínculos con los suyos, con los desconocidos, con la familia, los compañeros de trabajo, con los nuevos retos, con las experiencias de vida que le ha tocado enfrentar, de todo se aprende si así no lo proponemos.

Por mi parte hago votos para que este 2023 sea el mejor de los años hasta ahora, que tengamos la fortaleza y sabiduría para guiar a nuestros hijos o quienes dependen de nosotros, a fin de cuentas, somos como esas piezas de ajedrez, al final del juego no importa si eres Rey, Reyna o peón, todos vamos en la misma caja. Mis mejores deseos para este 2023.