Estadística: La razón por la que la tenencia responsable de mascotas es un fracaso en México

ConCiencia Animal / MVZ. Carlos Arturo Martínez Jiménez

Al hacer estadística, sabes a qué te estas enfrentando, la magnitud a lo que te estas enfrentado, y sabes si lo que estás haciendo está funcionando.

En los últimos años, algunos colegas y yo hemos estado analizando las razones por las que los propósitos que en su mayoría, queremos creer que son bien intencionados sobre la disminución de la sobrepoblación canidea y felina, o la tenencia responsable hacia estos se ha venido transformando en un auténtico castillo en el aire, ya que aunque en el día a día se aparenta que la sociedad está siendo consciente de la responsabilidad de la tenencia de una mascota, y en las redes sociales abundan tips, relatos, consejos, opiniones, campañas exitosas de esterilizaciones masivas, burócratas haciendo y deshaciendo leyes, reglamentos para garantizar el bienestar animal, pero son solo eso, unidades de medida de información, códigos binarios viajando por todo el mundo, pero que carecen enormemente de profundidad y nos hacen creer un panorama que discrepa muchísimo con la realidad.

Prácticamente todos los proyectos de educación hechos, tanto por las personas auto denominadas animalistas y de la participación gubernamental, ya sea en conjunto o cada quien por su lado, tienen algunas peculiaridades que hacen que su finalidad y metas sean solo fantasías, utopías e ilusiones, que cuando se les cuestiona con fundamentos, inmediatamente su reacción es agresiva o evasiva, y cuando estos cuestionamientos topan con la dura realidad, el tormento de su frustración es más que notoria; ya que nociones como el fundamento y el criterio científico son lapidarios ante la ideología y el sentimentalismo a una causa, pero la razón principal por la que es un fracaso, y lo digo sin demeritar los avances que se han hecho en la materia, pero que la misma ciencia en otros conceptos ha demostrado que se puede avanzar en mucho menos tiempo, y sobre todo, teniendo en primera mano los aciertos y errores que guían el camino a los objetivos trazados, y que no se necesita ser médico veterinario o científico para hacerlo, y que tanto animalistas como burócratas interesados nunca han hecho, es estadística.

Estadísticas en serio

Y con estadística no me refiero a los números ramplones y superficiales como “En este año esterilizamos 10 mil perros y gatos”, “En esta colonia de escasos recursos regalamos 5 toneladas de croquetas” o “Este mes dimos platicas de bienestar animal a 20 escuelas primarias”. Todos estos números son puntos ínfimos relacionados a hacer una estadística como tal, la que te de contrastes y valor para saber dónde estamos parados.

Ejemplos serían, como muestra a la gente de ayuntamientos municipales, ¿De qué sirven los datos populacheros de “esterilizamos a cientos o miles de animales”, “ayudamos a tantos perros”, o “dimos tantos tratamientos”, si no hay estadísticas de cuántos animales en el municipio tienen dueño, cuántos viven en la calle, y cuántos más son monstrencos, esos perros que están en la calle pero que los vecinos o personas le dan cierto mantenimiento.

¿Cómo sabes que están sirviendo tus esterilizaciones si no sabes cuántos hay?, ¿qué tal que en 2024 cuentas 100 mil mascotas con dueño, y 500 mil en las calles, y en 2 años haces otro recuento y el número de mascotas aumentó en las calles a 580 mil y con dueño apenas subió 500 más?, ¿cómo saber si tus platicas, cápsulas o lo que sea, están teniendo impacto en la sociedad si no haces encuestas a las personas con dueño?, cada cuánto llevan al veterinario a su perro, qué tipo alimento le dan, cuánto tiempo invierte en la recreación del animal, entre otras muchas preguntas, y comparar estos en un par de años para saber si aumentan o disminuyen las personas que dan alimento casero, o croquetas o de los dos, o si el porcentaje que nunca va al veterinario ya va una o dos veces o más, o si ya el porcentaje de los dueños lleva en tiempo y forma a sus  desparasitaciones y vacunaciones a sus animales?.

O ¿cómo saber que realmente educaste o sensibilizaste a un niño o adolescente si en unos meses no aplican una evaluación a ver cuánto recuerdan y qué tanto lo han aplicado en sus hogares?, para así saber si de verdad están sensibilizando o su planeación o el contenido no está siendo el adecuado, y solo se están tirando el dinero del erario, o en el caso de las asociaciones animalistas, el de sus donadores a la basura.

No solo basta con decir que esterilizaron, que apoyaron, o que educaron a tantos miles, sino saber si esto está funcionando, y eso solo se logra haciendo estadística y comparando los resultados para darse cuenta si solo están perdiendo su tiempo, o qué cambio de estrategia pueden usar para lograr metas concretas, porcentajes que den profundidad y los acerque a la realidad del problema, porque al hacer estadística, sabes a qué te estas enfrentando, la magnitud a lo que te estas enfrentado, y sabes si lo que estás haciendo está funcionando, y no hacerse tontos, a menos que ese sea realmente su objetivo, malabarear dinero, tiempo y esfuerzo con fines personales, políticos o económicos, porque es algo que sucede, pero saben cómo pueden evitarlo, así es, usted lo entendió muy bien, haciendo estadísticas.