El verdadero amor dará la vida por tí

Consejos de una Abuelita Moderna

Por un México Mejor

Los angelitos en el cielo  observaban en el planeta Tierra a unos jóvenes recién casados que esperaban gustosos el arribo de un nuevo ángel terrenal, ya que sería el primer nieto y sobrino de ambas familias. Todos esperaban gustosos a ese nuevo bebé, por ser los primeros casados por las leyes humanas y divinas.

A la hora del parto, la mamá se vio tan enferma que temían por la vida del nuevo bebé, e inmediatamente, todos se pusieron en oración, al escuchar que el poder de ella ¡era maravilloso!

Gracias a Dios el bebé llegó en condiciones óptimas, aunque la mamá tenía salud muy frágil, pues se vio con una terrible afectación de riñón, a lo que de inmediato tanto sus padres como hermanos, acordaron que en caso de que ella necesitara un trasplante, ellos gustosos harían la donación.

Por fortuna esa donación no fue necesaria, ya que al pasar los días recuperó sus fuerzas y pudo con amor amamantar a ese maravilloso bebé.

Pasaron los años y los tíos seguían solteros, pero amando al maravilloso ángel terrenal sin límites; pero cuando cumplió cinco años, le vino un fuerte dolor de vientre, con fiebres muy altas, no quería comer, comenzó con estreñimientos. El Médico dijo que necesitaba internarse…

Después de hacerle varios análisis y tomografías, toda la familia se quedó impresionada al saber que su divino ángel terrenal, tenía un gran tumor en el riñón, e iniciaron una cadena de oración cuando les dijeron que era canceroso y tenía que recibir las dosis de quimioterapias. Siempre estaban sus parientes pendientes y en algunas ocasiones ellos ni tenían tiempo de dormir para que los padres se fueran a descansar, y así comenzó a cambiarles la vida a todos, pero cuando estaban con el niño, siempre se portaban sonrientes y llenos de amor, por eso, a pesar de padecer fuertes dolores… la criatura imitándolos, ¡trataba de sonreír y dar las gracias a todos sus seres amados!.

Así pasaron varios días hasta que le pudieron operar para sacar ese tumor dañino. Con el tiempo, el médico les sugirió que llevara una vida normal y cuando lo pusieron en el Jardín de Niños, se dedicaba a ayudar en diferentes formas a sus compañeritos, por eso todos lo querían mucho y el día que faltaba a clases…  ¡Todos se ponían muy tristes!

Fueron pasando los años, y llegó el momento en que necesitó un trasplante de riñón, y como el más pequeño de los tíos era el más compatible con él, antes de entrar a la operación, habló con él niño iniciando con la pregunta: “¿Te acuerdas cuando te moriste?”

A lo que de inmediato le contestó: “Tío, aún no me he muerto, mira estoy vivito y coleando”.

Y se atacó de risa…

Él continuó: “No estoy hablando de ésta vida, sino de cuando vivías en un mundo diferente, era acuático, y tú vivías en  el vientre de tu mami… Y cuando llegaste con nosotros, lo dejaste todo (tu casa, comida, etcétera)… ¡Llegaste desnudo y sin nada!…

El tío continuó: “Al igual que cuando mueras de éste mundo sólido, en el cual puedes disfrutar de tus sentido ¡para nacer en otro mundo espiritual!… ¡por eso nunca debes temer a la muerte!

El niño sin pelo, abrazando al tío le dijo tiernamente: “Gracias por tus sabias palabras tío, después de tu gran sacrificio por mí, ahora comprendo que… ¡EL VERDADERO AMOR DARÁ LA VIDA POR MÍ!, te amo”.

En honor de mis adorados Ángeles Terrenales del Grupo CANICA.

Cariñosamente Ana I.