El peor pecado, es robar inocencia

Estaba una niña muy triste al final de la escuela; como era amiga de una niña sin pelo, ésta la buscó hasta que la encontró. Sonriendo dijo: “No sabía que hoy nos tocaba jugar a las escondidas, así que… ¡Te atrapé!…” Pero su amiga asustada… ¡Comenzó a llorar!…

Desconcertada le dijo: “¿Qué pasa?… ¡Perdóname, nunca te había visto así!, si puedo ayudarte, gustosa lo haré para que vuelvas a ser, esa niña feliz que siempre has sido.”

La niña asustada dijo: “¡No podrás!, y menos tú que no vives conmigo…” Y la niña sin pelo contestó: “Trata de hacerlo, ya que con la ayuda de mi mejor amigo Papá Dios… ¡Todo se resolverá!”

La niña asustada expresó: “¡No podrá!” Y su amiguita le recordó que su Maestra, les decía que nunca se debe decir: “¡No puedo, sin haberlo intentado antes!”

La niña triste habló: “Me da pena contigo porque tus Papás te aman mucho y yo soy hija de una madre soltera, que hace tres meses y dos días, me dijo muy contenta que como estábamos solas, por fin se encontró un hombre que la amaba y quería ser mi papá. Por eso lo había invitado a vivir con nosotras, pero en la primer comida juntos, mientras besaba a mamá, por debajo de la mesa comenzó a sobarme mis piernitas, y como nunca conocí a mi papá… ¡Creí que así debía de ser!… Pero al mes le dijo que como tenía un gran negocio, si se hacía, mamá dejaría de trabajar y no nos faltaría nada, pero para eso, tendría que quedarse en casa trabajando en su computadora y,  mientras mamá trabajaba, él me cuidaría. Dos veces entró cuando me bañaba, y me enjabonó con mucho cariño, diciéndome que así los buenos papás… ¡Siempre lo hacían!a”

De pronto, la niña sin pelo, la interrumpió diciendo: “Mi Papá me ama mucho y nunca entra cuando me estoy bañando, porque mis Padres me explicaron que Papá Dios me dio un cuerpo para que lo cuidara, protegiera y respetara.”

La niña desesperada llorando dijo: “Estoy muy triste ya que cuando me estaba bañando, él entró y me hizo cosas muy feas y me lastimó mucho… Entonces me escapé de la casa y fui al trabajo de mi mamá para contarle todo, pero mi mamá en lugar de apoyarme, me gritó muy enojada: Ya sé que me lo quieres quitar y no lo permitiré… ¡Mejor te largas de mi casa!…  Por eso vine a la Escuela y me escondí aquí…”

Cuando los papás de la niña sin pelo fueron a la escuela por ella, les contó todo, y ellos prefirieron esperar al que fuera por la niña triste… como nadie fue por ella, fueron a hablar con la maestra para que les dijera a los tutores que ellos se la llevarían a su casa y que su hijita estaría bien cuidada hasta que fueran a recogerla

Un mes después, apareció la mamá de la niña, llorando y suplicando perdón, pues un día que llegó temprano a casa, encontró a su pareja con otra mujer, y hasta entonces se dio cuenta de todo lo que le había robado, pero había perdido lo más valioso… ¡su hijita!…

Después del tratamiento psicológico que recibió, cuando observaron que sería una buena madre, le entregaron a su maravillosa hijita y ellas por fin regresaron felices a su casa.

Recuerden que los hijos son un regalo divino que el mismo Dios da a los habitantes de éste enigmático Planeta Tierra.

Para mis maravillosos Ángeles del Grupo Canica.

Cariñosamente Ana I.