El México de mis recuerdos

Dra. Dolores Sahagún Castellanos

3ª parte

Después de terminado el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, y durante el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, surgió de nuevo una gran crisis económica, ahora debido al famoso “Error de Diciembre”, que provocó la pérdida de sus viviendas a muchísima gente, esto debido a que la subida de las tasas de interés en los bancos fue tan grande, que las deudas se volvieron impagables, lo cual llevó a su vez a la quiebra de los bancos, situación ante la que el presidente de México decidió tomar la deuda de los banqueros y pasarla al pueblo de México, deuda que se calcula, terminaremos de pagar dentro de aproximadamente 50 años, lo que he llegado a considerar el peor atraco que un gobierno le haya propiciado al pueblo de México, sin mencionar que además propuso eliminar el sistema de jubilaciones y pensiones, que hasta hace poco tuvimos la oportunidad de evaluar, ya que muchos trabajadores del ISSSTE, en particular los que ingresaron después del año 2007, al jubilarse solo reciben lo que hayan ahorrado durante su vida laboral, lo que en realidad es tan poco que no pueden costearse la vida.

Lo que también recuerdo durante la presidencia del Doctor Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000), son la masacres de Aguas Blancas Guerrero, en la que murieron 17 campesinos integrantes de la organización campesina Sierra del Sur a manos de la policía motorizada y de la policía judicial estatal, el 28 de junio de 1995, así como la matanza de Acteal, donde murieron 45 indígenas a manos de un grupo paramilitar al parecer opuesto al grupo de zapatistas, de los cuales 16 eran niños, 20 eran mujeres, y 9 eran hombres dentro de una iglesia en el municipio de Chenalhó, en el estado de Chiapas, este crimen al parecer fue consecuencia de la política oficial para castigar y desarticular grupos de resistencia.

Al término del sexenio de Ernesto  Zedillo, la gran mayoría de los mexicanos estábamos realmente ansiosos de un verdadero cambio en el destino de nuestro país, e ingenuamente votamos en gran mayoría por  Vicente Fox Quezada (2000-2006) el abanderado del PAN, habiéndonos llevado una desagradable sorpresa, cuando en realidad todo, absolutamente todo, siguió igual, pensamos, ¿será que se necesita más tiempo para poder ver un verdadero cambio?, y le volvimos a apostar al PAN.

Haber votado por Felipe Calderón Hinojosa, lo considero uno de los  peores  errores de mi vida, ya que algunas de las cosas que se recuerda de su sexenio son: La desintegración de Luz y Fuerza del Centro, dejando sin empleo aproximadamente a 40,000 trabajadores, no se puede olvidar en intento de acabar con CFE, para darle entrada a empresas extranjeras como Iberdrola, empresa en la que trabaja o trabajó, situación que lo deja mal parado, otro recuerdo terrible es  la fallida “guerra contra el crimen organizado” que convirtió a nuestro país en un inmenso panteón, con incontables asesinatos, desapariciones forzadas, una intensa crisis de seguridad de la que hoy en día no hemos podido librarnos, miles de madres en la búsqueda de sus hijos desparecidos, balaceras interminables, pérdida del patrimonio nacional, ya que en este tiempo la producción petrolera superaba los 3 millones de barriles diarios, pues entró por este concepto una inmensa cantidad de dólares a las arcas del estado mexicano de la que NUNCA se nos informó su destino, y que obviamente desapareció, y para terminar, la deuda externa de México se duplicó sin haber realizado ninguna obra que justificara tales cantidades de dinero, las únicas obras que recuerdo durante este sexenio son  la  “suavicrema”  también llamada “Estela de luz” que no sirve para nada, con costo de aproximadamente 1,300 millones de pesos, y la fallida refinería de Tula de la que tan solo se hizo un pedazo de barda que nos costó como si se hubiera hecho la refinería completa.

Del sexenio de Enrique Peña Nieto, tengo los más malos recuerdos, traiciones, mentiras, robo, la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la matanza de Tlatlaya, la casa blanca, el incremento de la deuda externa a 10 billones de pesos sin haber realizado ninguna obra que justifique tales cantidades de dinero.   Corrupción a más no poder.

Realmente espero que en esta nueva etapa, el pueblo de México no sea traicionado, el futuro nos lo dirá.