El H. Ayuntamiento y la Cultura

Voceros Incansables / Félix Fernando Baños

Finalmente, 65 años después de 1918 nuestro Ayuntamiento comprendió la responsabilidad de apoyar y favorecer la producción artística

Miguel Ángel Ocaña entrevistó hace unos días al arquitecto Jorge Leobardo Lepe García, quien fuera alcalde de Puerto Vallarta, porque, en su primera Sesión de Cabildo, el H. Ayuntamiento presidido por él creó la Dirección de Cultura y Recreación el primero de enero de 1983. De esta manera, hace cuarenta años, la cabeza de nuestro municipio asumió sus responsabilidades en esa área de la vida pública. El primer Regidor de Cultura fue el contador Juan José Loredo León y el licenciado Jorge Souza Jauffred el primer Director del organismo que ahora es el Instituto Vallartense de Cultura.

En el presente artículo intentaré mostrar la relevancia de esta decisión municipal.

Hasta donde sabemos, durante el siglo diecinueve hubo aquí diferentes conjuntos musicales que amenizaban las fiestas, los jaripeos y los palenques.

El señor cura Francisco Ayala fue el primer gran promotor cultural de nuestro puerto. Aparte de haber concebido e iniciado la parroquia de Guadalupe, valiosa realización anacrónica de un neoclásico netamente popular, introdujo la cocción de ladrillos y el empleo constructivo de la cal, desconocido por los habitantes de Las Peñas según escribió doña Margarita Mantecón de Garza, permitiendo la floración posterior de la arquitectura serrana en el puerto. En el corral de la parroquia hizo la primera fundición en bronce, de una campana, en 1926. En un aniversario de la consumación de la Independencia, que organizó en el Teatro Saucedo, participaron cantantes de ópera, declamadores, y orquesta de cuerdas.  Había también bandas de viento y grupos teatrales.

El Teatro Saucedo es un testigo de la vida artística de aquella época. Para que su generoso donante haya encargado a un arquitecto italiano la construcción de este edificio con estructura de acero sueco, único en la región por décadas, se requería que tuviera, así como la tuvo el padre Ayala, una enorme confianza en las potencialidades de los porteños a pesar de su aislamiento geográfico, que deseó superar el Gobernador José López Portillo y Rojas en 1913.

El coronel Ocampo edificó las primeras escuelas primarias en 1927, utilizando el material que el padre Ayala había acumulado para el templo. A partir de entonces, la vida artística de Puerto Vallarta gravitará en torno a esos dos polos, la escuela y la parroquia. Con el señor cura Rafael Parra llegaron la escultura, la pintura, los vitrales, la ebanistería y el cine. Cuando se construyó la secundaria, don Agustín Flores la dotó de un auditorio.

Los arquitectos y artistas plásticos florecieron a partir de los años cuarenta, sumándose a los músicos, grupos de danza y de teatro. El vuelo de Air France Puerto Vallarta – Saint Tropez permitía traer de París grandes concertistas para que tocaran en residencias de Conchas Chinas.

La producción artística era individual, y lo seguirá siendo siempre. Pero el Estado tiene la responsabilidad de apoyarla y favorecerla. Algo hicieron antes el Gobierno de Jalisco y la Federación. Finalmente, 65 años después de 1918 lo comprendió nuestro Ayuntamiento. fbanoslopez80@gmail.com