El camino de los pobres

Hablemos en serio / Javier Orozco Alvarado / Ex Rector del CUC de la Universidad de Guadalajara

La clase media y muchos pobres “aspiracionistas” ven en Ebrard a quien podría llevar a México a otro estadio de desarrollo.

Todo apunta a que Claudia Sheinbaum será la ganadora de la elección presidencial del 2024; no sólo porque tiene de su lado 22 gobernadores de los 32 estados que conforman la República Mexicana, sino porque cuenta con el respaldo del presidente y con el 65.7% de los pobres que habitan este país.

Aunque el porcentaje de pobres ha disminuido en México bajo el gobierno de López Obrador, otro porcentaje significativamente importante padece de al menos una carencia básica, como puede ser acceso a la salud, educación, vivienda o una alimentación nutritiva. Estos índices de pobreza son más marcados aun en el sureste del país, en donde la pobreza alcanza al 67.4% de las personas.

Por eso, el éxito de Morena es que el voto principal de este partido está  entre la gente pobre, como lo dijo hace no mucho tiempo el presidente. Eso es lo que le permite a Sheinbaun una marcada diferencia de hasta 30% respeto a la intención de voto frente a Xochitl Gálvez, del Frente Opositor.

En tanto que la clase media es muy reducida en nuestro país, una tercera opción, que podría ser Movimiento Ciudadano; sólo dividiría el voto de la oposición porque se disputarían esa pequeña porción de clase media, de entre la cual muchos también simpatizan con el movimiento lopezobradorista.

Aunque algunos analistas, simpatizantes del régimen, vaticinan que Marcelo Ebrard podría abrazar el proyecto del bloque opositor, lo hacen con la intención de seguir dañando la imagen del ex canciller para que la gente lo califique de desertor o de traidor al Movimiento de “Regeneración Nacional”.  Por sus principios, sus ideales o el compromiso con sus seguidores, sería más probable que emigrara a Movimiento Ciudadano, lo cual todavía está por verse; siempre y cuando los dueños de la marca estuvieran dispuestos a cederle un espacio tan importante como la candidatura a la presidencia de la república.

Seguramente Marcelo, quien se supone obtuvo un promedio de 25% en el resultado final de las encuestas en su competencia por la Coordinación de los Comités de Defensa de la Cuarta transformación; podría estar más cercano a reducir la brecha entre el oficialismo y la oposición, no sólo porque cuenta con una importante fuerza dentro de Morena, sino porque la clase media y muchos pobres “aspiracionistas” ven en Ebrard a quien podría llevar a México a otro estadio de desarrollo.

Desde luego que nadie quiere que vuelva el PRI o el PAN;  ni siquiera sus militantes quieren permanecer ahí, por eso muchos están emigrando a Morena para respaldar el triunfo de Claudia Sheinbaum, en donde seguramente tendrán acomodo. La esperanza de los ebraderistas es que el movimiento de “El Camino de México” se convierta después de las elecciones en un nuevo partido, o que Marcelo decida jugársela con MC y logre atraer ese otro 20% o 25% de quienes están en contra de este gobierno, y saben que ninguno de los otros dos partidos opositores tendrán la oportunidad de regresar al poder.