Día de la candelaria, una tradición muy mexicana

Miguel Ángel Ocaña Reyes

  • Es la ocasión ideal para reunirse con la familia y amigos

El origen de este festejo se remonta a más de dos mil años de antigüedad, según la tradición judía, se consideraba que a los 40 días de dar a luz las mujeres, deberían ir a purificarse al templo y dar gracias por su hijo, para lo cual llevaban una paloma como ofrenda. De acuerdo con la religión católica, es en recuerdo de que la Virgen María acudió al templo tras la cuarentena por haber dado a luz y presentar a Jesús, de ahí que sea el 02 de febrero que se festeja, sin embargo, en esta ocasión el agradecimiento se hacía a través de una vela o candela.

En el México antiguo, según lo documentó Fray Bernardino de Sahagún, se funde la costumbre religiosa con la antigua tradición prehispánica de ofrecer tamales en las fiestas que conmemoraban a los dioses de cada uno de los dieciocho meses del año náhuatl, pues en tierras aztecas la fecha coincidía con el inicio de la temporada de siembra, los Mexicas celebraban el arranque de ciclo, llevando maíz como ofrenda a sus dioses para lograr buenas cosechas.

Estos festejos se fusionaron; al ser los tamales y el atole productos del maíz, representan a las mazorcas que los antepasados llevaban primero ante sus dioses, y tiempo después a la iglesia para bendecir, a fin de sembrar sus granos para que se multiplicara su producción. Es decir, se celebra cuando la virgen fue a agradecer al templo por el nacimiento de Jesús, pero también el inicio de la cosecha para nuestros antepasados.

Lo cierto es que con la celebración del Día de la Candelaria, culmina el ciclo de festividades navideñas, se levanta el nacimiento, se llevan las candelas a bendecir y se presenta al Niño Dios al templo, para lo cual hay una amplia tradición de vestidos que ha caracterizado al centro del país. Puerto Vallarta no es la excepción, y se aprovecha para para reunirse con amigos y familiares para saborear los tradicionales tamales sin importar creencias religiosas, es una oportunidad para convivir, y por supuesto para que los afortunados que sacaron “niño” en la Rosca de Reyes, paguen su deuda.