Colesterol ‘bueno’ y ‘malo’

Tener niveles elevados de colesterol en sangre se considera una condición riesgosa

Vanefropedia

Dra. Vanessa A. Parra Estrada

Nefróloga Pediatra

@vanefropedia

El colesterol es una grasa o ‘lípido’ que se encuentra en todas las células del cuerpo humano, es esencial para la estructura de las células y es necesario para producir hormonas, vitaminas (vitamina D) y conexiones cerebrales. La mayor parte del colesterol se produce en el hígado y el resto lo obtenemos de los alimentos.

El colesterol viaja por la sangre desde el hígado o los intestinos hasta los órganos que lo necesitan. Para transportarse, lo hace gracias a unas proteínas llamadas ‘lipoproteínas’ de las cuales existen 2 importantes: LDL (baja densidad) y HDL (alta densidad).

El protagonismo y antagonismo de estas dos lipoproteínas, nace de sus funciones en el transporte y depósito del colesterol, y de ahí su división como ‘bueno y malo’.

-LDL (colesterol malo): Transporta el nuevo colesterol desde el hígado a todas las células de nuestro organismo y al unirse se deposita en la pared de las arterias, formando placas de ateroma, siendo lo más peligroso cuando se deposita en las arterias del corazón.

-HDL (colesterol bueno): Recoge el colesterol no utilizado y al unirse a la partícula HDL transporta el exceso de colesterol al hígado para que sea destruido.

No se trata de tener mucho “colesterol del bueno” y poco “colesterol del malo”, sino de mantener niveles sanos y seguros de colesterol total (recomendable <200mg/dL) y de eso, niveles óptimos de HDL (36-50mg/dL) y LDL (100-160mg/dL).

Dentro de las enfermedades silenciosas, la hipercolesterolemia o dislipidemia (colesterol y triglicéridos elevados) es de las más peligrosas, ya que al principio no presenta síntomas ni signos físicos y su diagnóstico solo será posible mediante análisis de laboratorio en sangre.

Tener niveles elevados de colesterol en sangre se considera una condición riesgosa por su asociación a padecer infartos al miocardio (corazón). La dieta juega un papel importante en los niveles de colesterol (bueno y malo), así como su herencia genética, la mayoría de las personas que tienen un familiar directo, abuelos, madre, padre, hermanos con dislipidemia tiene riesgo de padecerlo también.

¿Qué puedo hacer para mejorar mis niveles de colesterol?

Consumir avena, salvado de avena y cereales ricos en fibra soluble. La fibra soluble reduce la absorción de colesterol. Una porción de este tipo de cereales en su forma más natural (las galletas de avena no funcionan) podría reducir los niveles de colesterol LDL y más si se combina con una fruta rica en fibra (manzana, pera, piña).

El pescado rico en Omega 3 como el salmón, atún, arenque, trucha, pescado azul, como tal no disminuye los niveles de colesterol, pero ayuda al metabolismo de las grasas y su consumo se asocia a menor riesgo de muerte súbita. La Asociación Americana del Corazón, recomienda consumir pescado rico en Omega-3 mínimo dos veces por semana. Los alimentos como las nueces y linaza también tienen pequeñas cantidades de ácidos grasos omega-3, así como las grasas de origen vegetal como aceite de canola, coco y aguacate.

Otras recomendaciones son disminuir al mínimo el consumo de grasas de origen animal, grasas saturadas o grasas trans. En la actualidad, gracias al sistema de etiquetado ya es más fácil reconocer este tipo de alimentos.

Existen situaciones donde ya no es posible controlar los niveles de colesterol con alimentación y será necesario un tratamiento médico para prevenir complicaciones. Acude con tu médico, recuerda que siempre será mejor prevenir.