Aspectos a considerar antes de un divorcio en la empresa familiar

A veces las promesas que se supone que son para toda la vida, no son lo bastante fuertes como para sostenerse con el paso del tiempo

“El matrimonio es la principal causa de divorcio”. Groucho Marx

Groucho Marx

Empresa Familiar C.P.C. y M.I. José Mario Rizo Rivas Twitter: @mariorizofiscal

Si eres empresario y tienes una empresa familiar junto con tu cónyuge, se disparan las alarmas a la hora del divorcio. Quizá no podemos evitar que existan los divorcios, pero podemos prepararnos para ellos, ayudando a una separación saludable y, sobre todo, amigable o menos conflictiva.

A veces las promesas que se supone que son para toda la vida, no son lo bastante fuertes como para sostenerse con el paso del tiempo.

Cuenta la leyenda que hace siglos, dos jóvenes que se amaban con locura fueron a visitar a un médico brujo. Querían pedirle alguna fórmula, hechizo o conjuro que los hiciera permanecer juntos por siempre. El brujo dibujó una leve sonrisa: le ordenó a cada uno de los enamorados que cazara un ave: al hombre, un águila; a la mujer, un halcón. Ambas aves volaban libres en las montañas más altas, pero los jóvenes lograron atraparlas. Luego, el brujo les pidió lo siguiente: que las ataran de las patas una a la otra y luego las dejaran ir. El águila y el halcón levantaron el vuelo, pero cayeron: cada una quería volar en otra dirección, no podían hacerlo juntas. Incapaces de quedar libres, las aves comenzaron a pelear. Los jóvenes no sabían qué pensar. El brujo les dijo: aprendan de lo que han visto: si desean volar juntos, no se aten.

Esta anécdota viene a mi mente cuando tengo que enfrentarme a problemas conyugales en las empresas familiares, específicamente cuando se trata del divorcio del fundador o fundadora de un negocio familiar o de sus sucesores en la propiedad. Según el INEGI, en 2019 se registraron 32 divorcios por cada 100 matrimonios en México, una cifra que va en aumento año con año (en 1980, la cifra ascendía apenas a 4 de cada 100). Todos sabemos que los divorcios son experiencias complicadas, especialmente si suceden en el seno de una familia empresaria. Aunque no podemos evitar que estas situaciones sucedan, sí podemos prepararnos para esta eventualidad. No solo para lograr una separación en términos amigables, sino para preservar el patrimonio familiar, concretamente, la empresa. Por lo tanto, aquí van cuatro tips fundamentales para estar preparados en caso de un divorcio:

  1. Ten en cuenta los diferentes los regímenes matrimoniales: Es decir, la separación de bienes o la sociedad conyugal. En una sociedad conyugal, una empresa familiar y sus ingresos se consideran como otro de los bienes a repartir entre las partes al momento de un divorcio. Si la empresa se creó antes del matrimonio, los ingresos que esta haya producido durante la duración de este son considerados también para la repartición (es importante revisar la legislación de cada estado de la República, pues ciertos detalles pueden variar). Es importante señalar que una pareja ya casada puede cambiar a un régimen de separación de bienes durante el matrimonio y viceversa. En el Protocolo familiar puede establecerse para los futuros dueños de las acciones “hijos” que se casen por régimen de separación de bienes, inclusive con acuerdos prematrimoniales, esto puede mitigar riesgos en caso de una separación o divorcio. Como se podrá observar, el reparto de la empresa familiar puede  ser más complejo en los casos en que el matrimonio estuviera casado por sociedad conyugal.
  1. El tema del divorcio es infaltable en el Protocolo Familiar: Ahora imaginemos que ambos cónyuges iniciaron la empresa y ambos son accionistas, razón de más para incluir en el Protocolo Familiar cómo proceder en caso de un divorcio. Si uno de los cónyuges se queda en el negocio pero el otro ya no quiere estar, el cónyuge saliente puede optar por fungir solo como accionista, heredar las acciones a un hijo o vender su participación. Es ideal que todos estos puntos sean estipulados de antemano en el Protocolo Familiar, pues, como dice el dicho: cuentas claras, amistades largas. Inclusive determinar el valor el método para valuar las acciones y la forma de pago para quien se separe.
  1. No te olvides de los parientes políticos: El divorcio afecta también a los parientes políticos. ¿Qué pasa si de pronto ya no son miembros de la familia? Para regular cómo es que los parientes políticos entran o salen del negocio familiar se necesita nuevamente del Protocolo Familiar, que debe estipular, por ejemplo, qué aptitudes, logros o méritos deben poseer los parientes políticos para mantenerse en el puesto; qué remuneración deben recibir según sus responsabilidades y si pueden trabajar juntos en la misma área o sencillamente establecer que los familiares políticos no podrán trabajar en la empresa familiar, ni tener acciones o partes sociales o participar en su conejo de familia o administración.
  1. Busca a un mediador: Antes de caer en conflictos legales delicados, si ambos cónyuges no pueden ponerse de acuerdo sobre cómo separarse, es aconsejable acudir a un asesor experto en estos temas que puedan fungir como un mediador, impasible, objetivo y sin conflictos de interés, especialmente si antes no se trabajó en establecer reglas o procedimientos para este tipo de conflictos o en su caso a un arbitraje antes de llegar a demandas entre los involucrados para llegar a un acuerdo en el que ambos pierdan menos.  “El mediador es el instructor que educa en la negociación y un multiplicador de recursos.” Raúl de Diego

Cabe destacar que una ruptura sentimental no es plato de buen gusto para nadie, y es importante tener sentido común para intentar llegar al mejor puerto posible sin dañar el barco que ambos construyeron.

Así como dice la vieja anécdota que les compartía al inicio, a veces la mejor demostración de amor no consiste en intentar permanecer juntos por siempre, sino en establecer las condiciones que nos hagan ser felices y exitosos, incluso por separado. “La paz no es la eliminación de las diferencias, sino simplemente el manejo constructivo de las mismas.” William Ury