El alcohol, ¿enemigo de la dieta?

Nutrición y Dieta

El consumo diario de alcohol, aunque no sea muy elevado, supone un aporte extra de calorías sobre el organismo. Este exceso de calorías, si no se consigue eliminar, se acumula en forma de grasa

¿Se han preguntado por qué no podemos beber nada o muy poco (que no es nada) mientras hacemos régimen para bajar de peso? A mí sí me preguntan mis pacientes qué bebida pueden tomar con las comidas, en las celebraciones familiares, en viernes social, otras tantas personas reaccionan así: en cuanto se les dice, “deje de tomar señor o señora”; también dejan de ir a la consulta, pero realmente es nuestro enemigo… hay que descubrirlo ¿no creen?

Muy buenos días queridos lectores, espero que este día sea genial, lleno de salud, sobre todo ¡SALUD!… y éxito de todo corazón se los deseo. Comencemos pues haciendo un breve espacio para hablar mal del alcohol, espero que con esto no les caiga en la punta del hígado (cirróticos o con hígado graso) a todos los bebedores de viernes social o para los que desde el jueves la agarran de festejo… aguas con lo que toman, pero principalmente con la cantidad que toman.

Las bebidas alcohólicas tienen muchas más calorías de lo que imaginas, siendo un factor determinante en el sobrepeso. Con sólo abandonar el hábito de tomar alcohol en el aperitivo, o renunciar a las copas cuando sales por la noche, podrías eliminar esos kilitos de más sin necesidad de llevar una dieta estricta.

El consumo diario de alcohol, aunque no sea muy elevado, supone un aporte extra de calorías sobre el organismo. Este exceso de calorías, si no se consigue eliminar, se acumula en forma de grasa. Así que, si has decidido someterte a una dieta o, simplemente, quieres mantenerte en tu peso sin ganar ni un gramo más, debes tener cuidado con el alcohol.

¿Cuál es la bebida alcohólica que más calorías aporta?

Se calcula que el alcohol contiene una media de 7 calorías/gr está más cerca de las grasas, que tienen 9 calorías/gr que de los carbohidratos y proteínas, que contienen 4 calorías/gr.

Pero si quieres hacer un cálculo de cuántas calorías tiene cada bebida, has de tener en cuenta que, a mayor graduación alcohólica, más calorías contienen. Por ejemplo, la cerveza suave o baja en calorías tiene un nivel de alcohol del 3%. Las cervezas normales o las negras tienen una graduación de entre el 3 y el 8%. El contenido de alcohol del vino está entre un 8 y un 13%, aproximadamente, siendo más bajo el promedio entre los vinos blancos que entre los tintos. En las bebidas destiladas, las cantidades y las calorías se disparan, alcanzando concentraciones de entre un 30 y un 96%. Por ejemplo, licores dulces como el jerez contienen de un 40 a 50% de alcohol; el whisky y el coñac contiene alrededor de un 40%; y las bebidas denominadas espirituosas, como el orujo, alcanzan el 96%.

Si con esto todavía no te haces a la idea de las calorías que ingieres cuando sales de marcha, en la siguiente tabla encontrarás una serie de bebidas con las que podrás echar la cuenta por cada trago que te tomas (por cada 30 ml):

Piña Colada. Alcohol 12%, 58.2 calorías. Vinos. Entre 10 y 14% de alcohol, 21.2 calorías.
Tequila. Alcohol 14%, 34.3 calorías. Vinos dulces. Entre 3.5 y 6% de alcohol, 18.3 calorías.
Ginebra con tónica. Alcohol 9%, 22.8 calorías. Cerveza. Entre un 5 y un 8% de alcohol, 12.5 calorías.
Daiquiri. Alcohol 28%, 55.5 calorías. Bloody Mary. Alcohol 12%, 23.2 calorías.

Por ejemplo, beber una botella de vino de mesa al día equivale a comerse 3 kilos de verdura hervida; tomar un litro de un orujo de 96% de alcohol aporta las mismas calorías que 26 kilos de verdura hervida. Evidentemente, nadie se suele beber un litro de orujo en un día, pero sí es más frecuente tomarse un par o tres de whiskys o una o dos copas de coñac después de las comidas, lo que aporta un nivel calórico similar a haber hecho una comida o una cena extra. Es más, si, por ejemplo, después de una comida en la que hemos tomado paella, filete y postre, nos tomamos un whisky, es como si comiéramos de nuevo un buen plato de arroz.

Con estos ejemplos tan gráficos seguro que te echarás atrás a la hora de completar la comida con un buen licor.

Lo peligroso no son las calorías… El exceso de alcohol puede causar una gran variedad de problemas, de todos es sabido que el uso abusivo del alcohol es perjudicial para la salud: altera las capacidad psíquicas y psicológicas (insomnio, angustia, amnesia, delirium tremens, alucinación, depresión, intentos de suicidio, disminución de la autoestima, demencia, psicosis); deriva en alteraciones sociales (conflictos de pareja, divorcio, ausentismo laboral, deudas económicas, soledad); y altera las funciones fisiológicas (náuseas, gastritis, cirrosis hepática, parálisis cerebral…).

Hipertensión: (aumento de la presión arterial) Irritación del sistema digestivo, lo que causa úlceras, gastritis y una absorción incorrecta de los nutrientes

Trastornos en el sistema nervioso central: problemas cerebrales, avitaminosis B y neuropatía periférica, Impotencia en hombres y mujeres

Relación alcohol- hígado: La ingesta de bebidas alcohólicas aun en cantidades similares a las que se ingieren socialmente provocan cambios ultraestructurales en el hígado. Estas modificaciones ultraestructurales (ultra por ser vistas al microscopio electrónico) preceden a lesiones que son vistas histológicamente por el microscopio común.

Un hecho notable es la tolerancia, o sea, la adaptación en la velocidad de oxidación del etanol (alcohol de las bebidas) que presentan las personas alcohólicas, la que desaparece al cabo de 15 o más días de no ingerir alcohol. Esta tolerancia o adaptación se manifiesta por el hecho de que un paciente necesita cada vez cantidades mayores de alcohol para sentir sus efectos.

Las alteraciones metabólicas y ultraestructurales en alcohólicos pueden determinar cambios morfológicos visibles. La primera manifestación es la esteatosis o acumulación anormal de grasa en los hepatocitos (grasa en el hígado). Cada vez nos hacemos más resistentes a sus efectos y como es tan increíble el cuerpo humano que bien o mal a todo lo adaptamos.

Relación alcohol-nutrición.

Por otro lado, a nivel nutricional, lo que menos nos tiene que preocupar son las calorías que aportan a nuestra alimentación diaria. El verdadero problema del alcohol es que puede provocar desnutrición y avitaminosis.

¿Por qué?

El alcohol contiene lo que se denomina calorías vacías, es decir, que el beneficio para el organismo es cero, al no contener ningún tipo de nutrientes, además de ser tóxico para las células. Pero el alcohol también puede dificultar la absorción de las proteínas, las vitaminas y otros nutrientes, debido a que puede lesionar el revestimiento del intestino delgado y del estómago, donde se realiza la digestión de la mayoría de los alimentos. Para colmo de males, el alcohol también requiere de algunas vitaminas para su metabolismo y ello interfiere con la absorción y almacenamiento de las mismas.

Una de las vitaminas que primero desaparece es la B, y su carencia puede dar lugar a una grave enfermedad denominada el Síndrome de Wernicke-Korsakoff, la cual puede causar daño cerebral permanente y la muerte.

Por otro lado, el alcohol tiene muy pocos carbohidratos, pero provee al cuerpo de una fuente de energía muy fácil de utilizar. El cuerpo quemará primero el alcohol para abastecerse de energía, dejando a las grasas en un segundo plano. Por lo que no es sólo que el alcohol contiene un elevado número de calorías, si no que impide que el cuerpo queme las grasas acumuladas, lo cual no permite adelgazar.

Pero, como todas las cosas, estos efectos se generan por un abuso de bebidas alcohólicas. Se ha demostrado que algunas bebidas, tomadas con moderación, como el vino o la cerveza, tienen efectos beneficiosos para la salud como el Vino, cerveza y sidra.

A diferencia de las bebidas destiladas, que además de ser tóxicas para la salud, engordan, el vino, la cerveza y la sidra son las bebidas alcohólicas con menor graduación de alcohol, las que menos engordan, y que incluso tomadas con moderación son beneficiosas para la salud.

  • Vino. Siempre y cuando no se sobrepasen las dosis adecuadas (uno o dos vasos al día, que es lo que el organismo puede metabolizar sin esfuerzo), el vino se convierte en un efectivo vasodilatador, además de contener sustancias antioxidantes que previene enfermedades como la arterioesclerosis.
  • Cerveza. Beneficiosa para el sistema cardiovascular, es diurética y aporta ácido fólico.
  • Sidra. Contiene todos los principios activos, minerales y vitaminas de la manzana y es rica en fósforo y potasio.

¿Qué beber fuera de casa? algunos tips básicos para utilizar. 

Si estás cansada del agua o de los refrescos y te quieres dar un pequeño homenaje, hay algunas normas básicas de lo que debes y no debes hacer si no quieres que el alcohol te pase factura en tu salud… y en tu figura claro.

Sí puedes: No debes:
Las cervezas, vinos secos y sidra son los que menos alcohol, carbohidratos y calorías aportan. Desterrar de la dieta las bebidas destiladas o de gran graduación, tales como el whisky, coñacs o licores.
No pasarse de uno o dos vasos al día. No mezcles diferentes tipos de alcoholes.
No sólo hay que controlar la cantidad ingerida sino también la calidad de los que bebemos. Prohibidos los cócteles. Cuando se mezclan bebidas carbonatadas o zumos de fruta con bebidas alcohólicas, se duplica el aporte de calorías.
Si se toma cava, mejor brut, secos o semi-secos.  
Mejor la sidra a los licores u otras bebidas de alta gradación.  

Y, sobre todo, hay que beber siempre con precaución y sin exceso. Tu salud y tu figura siempre hay que cuidar.

Sabias que… el alcohol afecta diferente a hombres y mujeres.

La cantidad de agua en el organismo influye en la velocidad de absorción del alcohol. Cuanta más agua tenga el cuerpo, menos cantidad de alcohol se absorbe. En general, las mujeres tienen más proporción de grasa en el cuerpo (menos agua); los hombres tienen más masa muscular (más agua). Por este motivo, las mujeres alcanzan concentraciones más altas de alcohol en el cuerpo que los hombres que consumen la misma cantidad de alcohol.

Además de las diferencias por sexos, la composición de agua total en el organismo desciende a medida que nos hacemos mayores, por lo que una persona de 60 años tiene menos proporción de agua en el cuerpo que otra menor de 40 años.

Otra razón por la que las mujeres metabolizan el alcohol de forma diferente es que ellas tienen menos enzimas AHD que los hombres, y esas enzimas son las que metabolizan el alcohol. Esto significa que cuando las mujeres beben la misma cantidad que los hombres, permanece una concentración de alcohol en la sangre más alta.

Debido a estas diferencias por sexos, la cantidad de alcohol para un adulto sano (sin enfermedades hepáticas) es distinta en hombres y mujeres: las mujeres no deben beber más de una copa al día, y nos hombres no deben superar las 2 copas.

Gracias por leerme, y recuerden que todo lo podemos hacer mas ¡no todo nos conviene hacer! Estoy a sus órdenes en el correo electrónico fabyluchis911@hotmail.com, o en mi página de Facebook LicFaby Ramírez NutriFisio