Agradecer y hacer el bien

El ser buena persona y obrar de buena fe no solo es sano, es necesario para una mejor convivencia

“Saber ser agradecido y disfrutar las bendiciones. Tal vez la gratitud no sea la virtud más importante, pero sí es la madre de todas las demás.”

Marco Tulio Cicerón

Educación y parentalidad Dr. Jesús Cabral Araiza

En estas fechas decembrinas, muchos buenos sentimientos afloran, no siempre se expresan, pero ahí están agazapados, ocultos, esperando a ser incitados a expresar una serie de pensamientos y actitudes contenidas que muchas veces nos damos cuenta no era necesario mantener en silencio o anonimato.

Y es que a pesar de sabernos sensibles y expresivos, cuenta para muchas personas saber decir y para expresar con claridad lo que se siente, no hay más que ser sinceros y bien intencionados, no hay otra formula que funcione mejor que expresar libre y naturalmente lo que se desea.

Eventualmente cundo tengo oportunidad de hablar con niños, me doy cuenta que en sus expresiones se notan y flotan las emociones de manera fluida y sin tapujos con relación a los adultos. Para mí, es importante hacer entender a las personas que son padres o tutores, que lo que enseñemos a los pequeños lo aprenderán para toda la vida y que una de las herramientas fundamentales para su desarrollo integral son las habilidades sociales, mismas que lo acompañaran toda su vida.

Precisamente ahora ya en la vida adulta, observo muchas personas contenidas, no solo porque no han desarrollado dichas habilidades, igual por el factor pandemia. Pero justamente es una excelente oportunidad por ejemplo para saber decir, ¡Gracias! ¿Por qué?  Pues por todo lo que considere una bendición en su vida o alguna acción de alguien que ha hecho algo por usted y que eventualmente olvidamos dar las gracias en tiempo y forma.

Podemos agradecer a las amistades, nuevas y no tan nuevas, a los jefes, a los compañeros, a miembros de la familia, a quien te hace un favor sin esperar nada a cambio -aunque en el fondo quien te hace un favor muchas veces lo único que espera es una muestra de agradecimiento-  Debemos saber que siempre que agradecemos es como estar arando la tierra en la que pronto sembraremos nuevas semillas que crecerán y darán buenos frutos, así de importante es la acción de saber dar las gracias. Se predispone para bien a la persona con la que estamos interactuando y fortalece la relación en un tiempo que será determinado por este constante ir y venir de favores y buenas obras y los agradecimientos respectivos.

Pero igual como es valioso saber agradecer, también lo es en tratar de obrar de acción consciente benéfica, hacer el bien por los otros sin esperar una retribución en sí misma, esta acción conlleva placer. Claro esta que no se contrapone con lo que ya he señalado, es más bien reflexionar que no debemos ser buenas personas porque los otros así lo esperan o porque esperamos el reconocimiento de nuestras buenas obras. El ser buena persona y obrar de buena fe no solo es sano, es necesario para una mejor convivencia y dejar un legado para nuestros hijos y una sociedad más sana integralmente.

Por mi parte aprovecho este espacio para agradecer a todas las personas con las que he interactuado a lo largo de mi vida, hasta con los que no he coincidido, pues trato de ser una mejor versión de mi cada día, y aunque no resulta fácil vale la pena el intento. La mejor medicina que podemos tomar cada día es no ingerir rencores y tomar las cosas con filosofía, de lo que sé no lo quiero tomar personal, no me hará daño.

Gracias a mis hijos y compañera de viaje, Laura, gracias a mi Hija Premm, Devy e hijos, a mis hijas adoptivas saben que son parte importante para mí – Mitzy, Alma, Aresmi, Abu, Mafer, Jaz, Gris, Marisol, Monse, Pam, Ángels, Ceci.

Que sea un buen cierre de año y que los afectos y efectos de los buenos deseos sean en la praxis.