Oportunidades para el 2022

Es urgente hacer las paces con la naturaleza promoviendo medios empáticos para el crecimiento
La Ciudad Imaginada Por: Dr. José Alfonso Baños Francia

Hemos entrado en un nuevo año que nos plantea retos y oportunidades, en particular con el pulso y aprendizajes de los últimos dos marcados por la pandemia del Covid-19 a escala planetaria.

Y es que parece que hemos hecho caso omiso a la fuerte llamada de atención para modificar paradigmas y prácticas insostenibles como son las tensiones a la naturaleza, la extracción de los bienes comunes y la acumulación de la riqueza en pocas manos, aspectos que siguen tan presentes o incluso han aumentado del año 2020 a nuestros días.

En ese sentido, deberá reforzarse la atención sanitaria para gestionar la propagación del coronavirus, incrementando los esquemas de vacunación y completándolos, así como fortaleciendo la infraestructura y adjudicando los recursos monetarios y humanos que sean necesarios para preservar la salud.

Otro tema de alcance global es el cambio climático cuya toma de decisiones para afrontarlo sigue sin encontrar medios eficaces o consensuados, prevaleciendo la mentalidad de la rentabilidad financiera sobre los fundamentos de nuestra casa común.

A nivel nacional, tenemos en frente la búsqueda de la unión cívica para enfrentar dinámicas ancestrales irresueltas como el fortalecimiento de las diversas formas de desigualdad, la violencia desatada y la corrupción que empobrece por todos lados. Esos son los verdaderos flagelos de nuestra nación y hoy más que nunca, hay que buscar amplios espacios de diálogo para que los mexicanos seamos capaces de identificar las tareas que nos involucran a todos y dejemos de mirarnos como enemigos o adversarios.

Por lo que respecta a Jalisco, bien le vendría al Ejecutivo estatal disminuir la soberbia que raya en prepotencia en su forma de conducir los asuntos públicos. La desacreditación constante a todos aquellos que opinen diferente o busquen caminos alternos en nuestro estado, debe ser erradicada para dar paso a un ambiente que potencialice al amplio talento humano con que contamos en la entidad.

La zona metropolitana de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas tiene que seguir avanzando en la administración de los temas regionales. Hasta ahora, la arquitectura institucional disponible ha dejado mucho que desear mientras los problemas se aceleran e incrementan, sin ofertarse soluciones innovadoras y valientes.

En la escala territorial y urbana, es urgente hacer las paces con la naturaleza promoviendo medios empáticos para el crecimiento, implicando el respeto al paisaje y los valores de identidad que nos otorgan sentido como comunidad. Una cuestión clave es implementar a cabalidad los instrumentos urbanos y erradicar de una vez y para siempre las modificaciones discrecionales a las normas de control urbanísticas de la cual abusaron las últimas tres administraciones emanadas del partido Movimiento Ciudadano.

La posibilidad que tenemos para replantear el rumbo implica modelar prácticas balanceadas donde el objetivo principal sea la promoción de la prosperidad comunitaria evitando el secuestro de estas oportunidades por una oligarquía acostumbrado a quedarse con los frutos para su beneficio.

Si algo de ello logramos, habrá valido la pena aplicarse en este novel año 2022. Aprovecho para desear a los lectores de Vallarta Opina y de este espacio, el cumplimiento de sus metas. ¡Enhorabuena!