La verdad detrás de los lentes de contacto
La miopía, el astigmatismo y la hipermetropía son las condiciones visuales más comunes que presentan tanto hombres como mujeres. Afortunadamente, estos errores refractivos se pueden diagnosticar fácilmente, y son corregibles con el uso de auxiliares visuales, como los lentes de contacto graduados.
Así lo señala la optómetra Leticia Orozco: “A pesar de que los lentes de contacto son una excelente opción para tratar los errores de refracción debido a su practicidad, la comodidad de utilizarlos y hasta por factores estéticos, aún existen falsos mitos alrededor de éstos.” Es por eso que, la especialista, nos ayuda a revelar la realidad de las ventajas de su uso:
Mito 1: Los lentes de contacto son incómodos, y es difícil adaptarse a éstos
En realidad, los lentes de contacto actuales son muy suaves y cómodos, en poco tiempo se adaptan al ojo al punto de olvidar que se llevan puestos.
Mito 2: Se ve igual de claro con los lentes de contacto que usando anteojos.
No solo eso, ¡la calidad de visión mejora! Ya que los lentes de contacto se colocan directamente en la córnea, ofrecen una visión periférica mucho más amplia.
Mito 3: Los lentes de contacto solo se pueden utilizar pocas horas.
En la actualidad, ya existen lentes de contacto de alta oxigenación hechos con nuevos materiales que permiten disfrutar su comodidad por más tiempo, inclusive hay lentes con los que se puede dormir sin afectar la salud ocular, dependiendo de la recomendación del profesional.
Mito 4: Los lentes de contacto se pueden perder detrás del ojo.
¡Falso! El ojo está cubierto por una fina membrana que lo conecta con el párpado, es físicamente imposible que un lente de contacto se mueva más allá de la superficie frontal del ojo.
Mito 5: Los lentes de contacto se caen.
Los lentes blandos actuales cuentan con alta tecnología aplicada en los materiales con los que se fabrican, por lo que se adaptan y acoplan perfectamente a la forma y contorno de cada ojo, impidiendo cualquier caída.
Mito 6: Los lentes de contacto son costosos.
Su precio es módico y semejante al precio de distintas opciones de armazones y lentes, además, permite una mejor calidad de vida, practicar deportes y también combinarlos con lentes solares sin perder el estilo.
Mito 7: Los lentes de contacto causan infecciones.
Esto no sucederá siempre y cuando sigas las instrucciones de limpieza que te de el profesional de la salud visual. Antes de colocártelos y al retirarlos de tus ojos, recuerda lavar y secar muy bien tus manos, así como frotar los lentes con la solución especial por cinco segundos. Cuando no utilices el estuche, enjuágalo y déjalo secar bocabajo sobre una superficie limpia para evitar que se contamine.
Mito 8: El cuidado de los lentes de contacto es difícil.
Hoy en día, el mantenimiento de los lentes es muy sencillo y económico, además, ya existen lentes de remplazo diario, que solo hay que desechar al final del día.
Mito 9: Los adolescentes y los niños no deben usar lentes de contacto.
Actualmente muchos adolescentes e incluso niños usan lentes de contacto, todo depende de la recomendación que haga el profesional de la salud visual, también de la actitud responsable de cada persona, más que de la edad y de una correcta supervisión.
Mito 10: Las personas mayores de 40 años no pueden usar lentes de contacto.
Gracias a los lentes multifocales y a los materiales de nueva generación, los lentes de contacto se pueden llevar todo el día y a cualquier edad.
En conclusión, los lentes de contacto de alta oxigenación son una opción favorable para el uso diario y prolongado, debido a que se adaptan a las necesidades de cada persona y a su estilo de vida. “La mayoría de las personas son aptas para utilizarlos así que no olvides visitar al optometrista para que, además de realizarte un examen completo de la vista, te oriente sobre qué tipo de lentes son los más útiles para ti”, concluyó la especialista.