El TDAH más allá de ser un diagnóstico de moda

La Vida es Bella

Para identificar el diagnostico por TDAH, se requiere la entrevista con los padres, con el paciente, información otorgada por maestros, así como la aplicación de escalas de evaluación a padres y maestros

Teresa Manzano

Tal vez en estas vacaciones experimentaste más estrés que en el tiempo de clases de tus hijos, debido a su ritmo excesivo de actividad física y a su impulsividad.

Pudiera ser esta, la oportunidad para reflexionar sobre la salud mental de tus hijos.

En todo el mundo hay niños, adolescentes y adultos que tienen problemas debido a su excesiva actividad física, a su impulsividad, distracción y problemas para mantener la atención.

Hay descripciones sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) desde hace 100 años, lo que nos sirve de referencia para no expresar lo que vagamente dicen muchos al respecto; “El TDAH, está de moda.”

Se estima que un 5% de niños en edad escolar sufren de TDAH. Para que sea un diagnóstico confirmado, se necesitan haber estado presente en la vida del niño la inatención, hiperactividad, impulsividad como mínimo en 2 áreas de su vida, por lo menos durante 3 meses.

El TDAH es una condición crónica, que puede persistir en la edad adulta.

Existen 3 variedades: Primariamente inatento, primariamente impulsivo y el mixto, la clasificación tendrá que ver con la característica de conducta más predominante en el niño.

Inatención: Falla en el atender de manera apropiada a los detalles.

Hiperactividad: Inquietud motora, exceso de movimiento.

Impulsividad: Actuar de manera irreflexiva, verborrea o impaciencia.

No hay respuestas exactas para definir el origen de este trastorno, sin embargo, se cree que se debe al funcionamiento alterado en regiones específicas del cerebro, como lo es el lóbulo frontal y sus conexiones, manifestado en desbalances entre las sustancias cerebrales, el problema principal se encuentra en las áreas del cerebro que inhiben las respuestas.

Se añade también predisposición genética y la interacción con el medio ambiente.

Los factores ambientales que pueden influir son, embarazo con agresiones, drogas, tabaco, sufrimiento fetal, golpes en la cabeza, entre otros.

Se pueden confundir los síntomas del TDAH con síntomas similares presentes en: niños muy activos, trastorno del lenguaje, trastorno de aprendizaje, retraso mental, trastornos cromosómicos, depresión, Trastorno bipolar trastorno obsesivo compulsivo, trastorno negativita desafiante y el disocial, abuso de sustancias, anemia por deficiencia de hierro, problemas de visión o de audición, desnutrición, efectos secundarios de medicamentos (benzodiacepinas y otras), maltrato, ambiente estresante, problemas en la crianza, o ambiente educativo inadecuado.

Para identificar el diagnostico por TDAH, se requiere la entrevista con los padres, con el paciente, información otorgada por maestros, así como la aplicación de escalas de evaluación a padres y maestros.

El electroencefalograma solo es recomendado cuando se sospecha de otras enfermedades neurológicas.

Otra cuestión que es de interés para los padres y maestros de niños con TDAH, es el saber si su inteligencia es como la de cualquier niño, a lo que los expertos responden que sí, aunque pudieran tener problemas en el rendimiento escolar, esto no significa menos CI, lo que pasa es que por la inatención e impulsividad, así como posibles problemas de aprendizaje asociados al TDAH, pudieran ser los causantes del bajo desempeño escolar.

Se sugiere la intervención del médico para descartar otras enfermedades, así como para tener presentes otros cuadros médicos que pueden coexistir con el TDAH.

En cuanto al tratamiento médico, la medicación solo se recomienda en algunos casos, y en otros solo se aplican medidas ambientales.

Los medicamentos no curan el TDAH, solo disminuyen la severidad de los síntomas, lo cual permite un rendimiento académico social y laboral más eficiente.

En cuanto a las terapias emocionales, se pretende lograr con ellas que el paciente mejore sus relaciones sociales, disminuir comportamientos inapropiados, incrementar la atención y el desempeño escolar, mejorar la autoestima y lograr el cumplimiento de actividades asignadas.

Otras terapias usadas para trastornos asociados al TDAH son; la terapia de aprendizaje, terapia de psicomotricidad, terapia de lenguaje, terapia ocupacional y de integración sensorial, terapia conductual, terapia familiar y la medicina alternativa.

Si tienes dudas sobre si un familiar tuyo lo padece, acude al profesionista de la salud, ya sea psicólogo, psiquiatra o neurólogo.

“Un buen diagnóstico, a tiempo puede dar calidad de vida al paciente y a sus familiares.”

Recuerda. ¡La vida es bella!

Psic. Tere Manzano.