Inspiración terrenal

Jalisco conserva en su litoral 43 playas vírgenes que cautivan por su autenticidad y belleza natural

Por Carmina López Martínez

arizbeth.lopez@univa.mx

Recorrer las distintas playas que ofrece el Estado de Jalisco es la ruta obligada hacia rincones místicos y extraordinarios. Para los más aventureros emprender ese viaje a poblados casi inexplorados, significa formar parte de un rincón del mundo convertido en santuario.

La zona Costa del Estado de Jalisco se extiende sobre 341.93 kilómetros de litoral, es una región montañosa que goza de un clima agradable, donde las frutas cítricas abundan y la amabilidad de su gente permanece.

Esa región costera es un auténtico paraíso integrado por playas con diferentes atractivos para los visitantes; cenas románticas, paseos en kayak, esnórquel, veleros, caminatas tranquilas, actividades lúdicas en familia o con los amigos.

Sólo las alzadas montañas impiden a los viajeros tener la mirada fija en las aguas verde esmeralda que pertenecen a las distintas playas jaliscienses.

Jalisco conserva en su litoral 43 playas vírgenes que cautivan por su autenticidad y belleza natural. Esos perfectos parajes reciben a pocos turistas pues los habitantes se encargan de la conservación de las especies silvestres y la vegetación endémica.

Es toda una experiencia viajar en vehículo haciendo paradas continuas en poblados donde los habitantes ofrecen variedad de bebidas refrescantes y dulces típicos.

Nuestro país está conformado por destinos multivariados que atraen a turistas de varias ciudades y de otras naciones que buscan disfrutar de los paisajes y gastronomía mexicana. Sin duda vivimos en un paraíso que debe ser explorado por todos nosotros, antes que mirar hacia el exterior es nuestra obligación como mexicanos viajar por las distintas regiones para poder difundir la riqueza de nuestra cultura.

México trasciende de formas inesperadas, a veces planeadas y otras terminan por arrebatar el buen ánimo de la gente. Tales noticias con toque amargo delatan contrariedades difundidas por altos funcionarios sin deseos por arreglar la situación económica de los mexicanos, su dialéctica es brusca y burda, amasan las palabras para que solo sus homólogos las comprenda. Es un lenguaje macabro.

Por fortuna, no está en las manos del político neófito la promoción y difusión cultural de México, por ello recibir noticias sobre la Feria Internacional de Turismo (FITUR) aleja la incertidumbre de todos los que vivimos en Puerto Vallarta y otros principales destinos turísticos del país.

Debo apreciar ante todo lo sublime de la literatura. Cerca del verbo soñar se mantiene el estilo poético, el ilustre Pablo Neruda fue uno de los representante latinoamericanos más famosos que dedicaron gotas de su tintero a nuestro país: “México, de mar a mar te viví, traspasado por tu férreo color, trepando montes sobre los que aparecen monasterios llenos de espinas, el ruido venenoso de la ciudad, los dientes solapados del pululante poetiso, y sobre las hojas de los muertos y las gradas que construyó el silencio irreductible, como muñones de un amor leproso, el esplendor mojado de las ruinas”.

Sin olvidar a la música como pócima para resarcir los males. Elvis Presley entonó “México” con esa voz icónica; los Auténticos Decadentes también dedicaron una canción al extinto “Distrito Federal”; Hombres G emularon el nombre que eligió el Rey del Rock and Roll para su nuevo video musical; sin olvidar “Wellcome to Tijuana” de Manu Chao; el grupo melancólico Incubus rindió tributo con “México”; Beck eligió el título “Satan Gave Me A Taco” y “México”; el conjunto Rage Against the Machine cantó “Zapatas’s Blood”; Carmina Cannavino entonó “Verbos de Ayotzinapa”; y los legendarios Red Hot Chili Peppers dedicaron un “We Turn Red”.

México no solo es un imán de tragedias, inspira y enamora; se mantienen costumbres que solo la propia gente comprende porque las vive a diario, aunque a veces no las perciba las difunde y las comparte con el resto del mundo.

 

*Comunicóloga, responsable del área de difusión de la Universidad del Valle de Atemajac, Campus Puerto Vallarta.