Respeto Infantil

Consejos de una Abuelita Moderna, Por un México Mejor

Estaban los jóvenes de secundaria reunidos en una plaza comercial, cuando una mamá histérica salió de una tienda jalando a su hijito y gritándole fuertemente, el niño lloraba amargamente, el joven sin pelo se le acercó, y con gran respeto se dirigió al niño acariciando su cabecita diciéndole tiernamente:

-“Por favor, no llores, porque me hace sentir muy triste.”

La mamá enojada gritó:

-“No tienes por qué entrometerte con mi hijo, es mío y yo lo educo como me pega mi regalada gana.”

El chico vio que sus amigos se acercaban a la señora y le dijeron:

-“Perdone señora, pero así no se trata a los niños.”

De repente, la señora sintió que su hijito le soltaba mano para correr a abrazar al joven sin pelo, y llorando le suplicaba que no lo dejara con su mamá porque le tenía mucho miedo.

Al verse la señora rodeada por tantos jóvenes, dijo:

“-Por favor, perdónenme, pero ya tenía que irme a trabajar y él quería seguir jugando en la tienda.”

Una hermosa joven le dijo con mucho cariño:

-“Señora, si usted trabaja duramente para su hijito, es porque lo ama, pero con tanto trabajo ni siquiera tiene tiempo para él, por eso es mejor tener en casa un plato de frijoles, platicando y sonriendo, y dándole mucho cariño al niño, que comer pollo con papas acompañados de gritos y golpes.

El joven que tenía al padre golpeador, gracias a la unión entre padres, maestros y alumnos, que comenzó desde la primera visita en las fiestas navideñas realizadas en esas colonias alejadas, al palpar que su hijo era un joven muy responsable y bondadoso, en público le pidió perdón y le juró que jamás volvería a pegarle.

Él le dijo a la señora:

-“Le suplico encarecidamente que jamás vuelva a golpear, ni gritar a ese hermoso ángel, terrenal, porque es muy probable que él se escape de su casa y lo pierda para siempre.”

La señora con los ojos fijos le preguntó:

-“¿Por qué lo perdería para siempre?”

El joven simplemente preguntó al niño:

-“¿Con quién prefieres vivir?, ¿con él (señalando al joven sin pelo que lo tenía cargado) o con ella? (apuntando a su mamá).

El niño de inmediato contestó con una gran sonrisa y abrazando fuertemente al joven sin pelo:

-“Contigo, porque tú sí me amas en realidad, y nunca nadie me ha defendido de ella, que es muy mala conmigo.”

Al escuchar esas palabras de su único hijo, con cara de espanto calló de rodillas y comenzó a llorar amargamente. El niño besó tiernamente al joven sin pelo y le pidió que lo pusiera en el piso al lado de su mamá.

Estirando su brazo con un poco de miedo, extrañado preguntó:

-“¿Mamá, mamá, también, tú lloras?, como siempre estás enojada, no sabía que tú también pudieras llorar…

Y repitiendo las mismas palabras que el joven sin pelo le dijo y acariciando la cabeza expresó a su mamá:

-“Por favor no llores, porque me hace sentir muy triste.”

Al escuchar eso, la señora vio a su hijito y lo abrazó como jamás lo había hecho, diciéndole tiernamente:

-“Por favor te pido, ¡perdóname!”

Y ese maravilloso ángel terrenal, con besos comenzó a enjugar sus lágrimas. Al ver eso, los jóvenes suspiraron, algunos limpiaron sus lágrimas, la señora abrazando a su hijito, dijo a todos:

-“Prometo ser una madre mejor, aquí está mi dirección para que me visiten. Gracias por esta gran lección de amor.”

Para mis hermosos ángeles terrenales del grupo CANICA.

Cariñosamente Ana I.