Proteger la vida

El mejor acto es el no cometido, sólo así se evitará caer en este tipo de situaciones que dañan terriblemente la conciencia y por ende la existencia
Letras Sahumerias Por: M en E Marisú Ramírez Muñoz masryram@msn.com

Cuando la existencia se polariza en una lucha de contrarios y la sociedad ya no sabe qué es mejor, ni qué es peor. Donde se instala una descarada y franca tendencia a justificar y defender lo indefendible y claramente se tergiversan los motivos; en ese punto crucial es donde se manifiesta un verdadero asalto a la razón humana.

Es por ello que, los seres humanos en la actualidad somos más contrastantes que en otras épocas. Existen más recursos, mayores posibilidades de debatir sobre diversos temas y mediatizar la opinión pública para lograr objetivos poco éticos y sobre intereses minoristas, inclusive individualistas. En otras palabras, la inmediatez proporciona casi de todo y la competencia a todos los niveles es voraz.

Y hablando de contrastes y debates, hace pocos días en nuestro País la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió un fallo considerado histórico donde se despenaliza totalmente a nivel federal la interrupción voluntaria del embarazo, declarando que es inconstitucional criminalizar el aborto de manera absoluta por parte de mujeres y personas gestantes, facilitando así el acceso a abortos legales, seguros y gratis; aunque aún se deben cambiar las leyes a nivel estatal.

Tema que está generando otros tipos de debates, como la denominada “Objeción de Conciencia”, la cual tiene su sustento en la libertad de conciencia como prerrogativa del profesional médico de oponerse a la realización de un procedimiento o intervención dispuesto legal o administrativamente, debido a que ello atenta contra sus convicciones filosóficas o religiosas.

Es por esta razón que vino a mi mente el impactante discurso que el senador James Lankford de Oklahoma pronunció en el 2015 cuando se dio a conocer el primer vídeo que denunciaba a la multinacional abortista Planned Parenthood, de traficar con las partes de los niños abortados.

Sin duda, al escuchar las palabras del senador Lankford se mueven las fibras más sensibles de nuestro ser y se desea con toda el alma que este tipo de situaciones no sean sufridas por ningún ser sobre la tierra.

Por todo lo anterior, es indispensable mencionar que, a todo ese tipo de organismos y personas que están provocando que este tipo de situaciones surjan, y que inclusive lleguen hasta las salas de legislación en todo el mundo, y que por presiones sociales se ceda ante discursos banales en cuestiones que van contra la vida misma.

En dichos debates nadie menciona ni va directamente a la raíz del problema, todos se van por la tangente sin erradicar y sancionar a los verdaderos culpables, los que provocan que este tipo de situaciones surjan. En alguien debe caber la razón, la sensatez y la cordura. No es necesario que mencione cual es la raíz del problema. En el fondo todos lo sabemos. Se mencionan las causas, pero no al causante, se apela al instinto, pero no a la razón.

Los motivos que se señalan son múltiples y variados, los cuales van desde fallos del método anticonceptivo, por condiciones socioeconómicas, por truncar los estudios, por problemas en las relaciones, por la edad, por motivos de salud, por coerción (violación), por presiones familiares, etcétera.

Pero afortunadamente, aún existen personas que piensan de manera objetiva y con la suficiente entereza y sensibilidad que se requiere para defender la vida, como el senador James Langford. Personas que evitan caer en terrenos fangosos y que no se dejan llevar por intereses mezquinos que dañan terriblemente la existencia y la permanencia de los seres humanos sobre este maravilloso planeta azul.

Es importante hacer hincapié, el mejor acto es el no cometido, sólo así se evitará caer en este tipo de situaciones que dañan terriblemente la conciencia y por ende la existencia. Por ello además de la educación la clave está en la integridad, una persona íntegra en todo el sentido de la palabra jamás cometerá actos que vayan contra la razón, mucho menos contra la integridad humana. masryram@msn.com