Nuevos retos viejos problemas

La actual administración municipal no hace nada por resolver un viejo problema que sigue creciendo y que amenaza con colapsar nuestra ciudad

Hablemos en serio

Javier Orozco Alvarado

Investigador del El Colegio de Jalisco, A.C.

No es la primera vez que hacemos referencia a la recurrencia de algunos problemas que existen en Puerto Vallarta y que no han logrado resolver ninguno de los gobiernos en turno, independientemente de los partidos, los colores o la autodenominada ideología política; pues ni los de derecha, de centro o  de izquierda han hecho nada por mejorar el entorno urbano u obligar a los negocios a respetar la reglamentación municipal.

Por eso, todavía, muchos de los que habitamos esta localidad seguimos con la incertidumbre del por qué  fue removido de su cargo el compañero José Luis Pelayo antes de cumplir los cien días como Director de Reglamentos en la actual administración municipal.

Aunque muchas razones pudieron haber tenido para remover a un correligionario de Morena y colaborador cercano del profe Michel en la escasa campaña política que realizaron como grupo político en las pasadas elecciones; lo cierto es que muchos antiguos problemas aún existen a pesar de haber cambiado recientemente no sólo de Director, sino de partido político.  Y es que, según nuestra apreciación, el compañero Pelayo comenzó con mucho ímpetu su labor pretendiendo poner orden en la reglamentación de algunos giros comerciales, así como en el respeto de los horarios y los usos de los espacios públicos, lo que resultó infructuoso.

Pero lo que es muy cierto es que Pelayo fue removido de su encargo y el desorden prevalece tanto en la Zona Romántica,  como en otros lugares de la Marina Vallarta, donde los restaurantes siguen invadiendo las banquetas, obstruyendo el paso peatonal y sin respeto de los horarios. A esto se añade también que, a pesar de que el tema del estacionamiento es un problema muy serio en esa zona; varios de esos mismos locales comerciales hacen uso de los cajones de estacionamientos para acondicionarlos como terrazas al aire libre, provocando el caos vial y peatonal, sin que nadie haga ni diga nada.

Lamentablemente, la actual administración municipal no hace nada por resolver un viejo problema que sigue creciendo y que amenaza con colapsar nuestra ciudad, pues la población y la urbanización siguen creciendo sin ton ni son y sin una adecuada planeación.

Y es que el desorden urbano y el crecimiento poblacional seguirán siendo un problema en el futuro inmediato, pues según el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco  (IIEG), Puerto Vallarta concentra prácticamente el 80% de la población total del municipio, puesto que se calcula que en 2020 alcanzó una población de más 300,000 habitantes.

Además, según el CIJ, Puerto Vallarta tiene una densidad poblacional de 404.8 habitantes por Km2, mientras que a nivel estatal  es de 99.8 y a nivel nacional es de 61.0; lo cual hace a este municipio uno de los más densamente poblados de nuestro estado y uno de los de mayor tasa de crecimiento, pues se calcula que el crecimiento poblacional de este municipio fue de 14.1 % entre 2010-2020.

Asimismo, se calcula que Puerto Vallarta ha experimentado una de las tasas de crecimiento poblacional más altas  en los últimos cuarenta años, ya que su tasa de crecimiento ha sido de más de 5.0% anual, convirtiendo a este destino turístico en uno los centros de mayor atracción migratoria en la entidad.

Por eso, es urgente que las nuevas autoridades municipales atiendan el desorden y la anarquía del desarrollo urbano, así como el uso adecuado de los espacios públicos para evitar un colapso mayor que ponga en riesgo la competitividad de este destino turístico que tiene como única fuente de ingreso la actividad de servicios de hospedaje, recreación y esparcimiento.