“Mi meta siempre era llegar primero que todos”

Una carrera  que supera los 30 años en el ambiente periodístico, es la que Luis Alberto García Farías concluyó hace apenas unos días, una historia de trabajo dedicado a dar voz a la comunidad, a quienes menos tienen, y de informar de los eventos noticiosos en las fuentes policíaca y urbana de Puerto Vallarta y de Bahía de Banderas.

En entrevista, el entrevistador es entrevistado, y comparte su historia en una profesión que ama con el alma, y a la que ha dedicado más de la mitad de su vida.

¿Cómo te iniciaste en el periodismo?

Mis inicios fue en nota local, me movía en la fuente turística, yo trabajaba en el aeropuerto y desde ahí reporteaba, me movía en la zona turística, los vuelos, los nuevos arribos, la cantidad de gente que llegaba todos los días al aeropuerto, todo eso era el movimiento que tenía yo, en ese entonces ahí empecé colaborando con el periódico Siempre Libres del Señor García Lugo que en paz descanse, él me dio la oportunidad de desarrollar algo que era completamente desconocido para mí, pero que por dentro me apasionaba, me decía yo, algún día voy a ser reportero, yo no decía periodista, yo voy a ser reportero, aunque no tenía la carrera yo tenía esa ilusión, y finalmente se me dio la oportunidad en medios escritos y durante poquito más de 30 años estuve en varios medios pero principalmente en Siempre Libres, eventualmente ingresé a la radio, que también me cambió la vida, y así poco a poquito he ido avanzando después de haber sido técnico forestal especialista en bosques…

¿De dónde  viene el tema técnico forestal?

Mi papá Ramón García Zamorano fue capitán primero de la primera generación de guardas forestales de la escuela de Uruapan, y todo lo que aprendí de él desde muy pequeño, todo lo que se relacionaba con la madera, con los aserraderos, con la corta y con la marca de árboles en el cerro, los estudios para para hacer los aprovechamientos forestales, al grado de que cuando hice el examen para competir por un puesto en la Secretaría, salí con calificaciones incluso más altas que los propios ingenieros forestales que se acaban de graduar, por toda la capacitación que tuve de mi papá a jalones de orejas y gritos, sirvió porque tuve la mejor puntuación, más que los técnicos forestales.

¿Cuándo terminaste es etapa?

Ese periodo duró nueve años hasta 1997 en que ya la carrera forestal estaba en declive, los bosques se estaban explotando ya de una manera irregular, ya no me gustaba mucho mi trabajo y me retiré porque me querían mandar a otra dependencia a seguir viajando por el país, y yo ya no quería llevar a arrastrar a mi familia, anduve por muchas partes del país y finalmente yo dije, ya se acabó esto,  yo ya me quedo aquí en Vallarta, y tuve la oportunidad de entrar al aeropuerto y desde el aeropuerto ahí fue donde comencé a reportar sin querer, porque yo era fan de la nota periodística de García Lugo que se llamaba Detrás de la pista, yo lo leía y me apasionaba cómo escribía el señor, y yo decía, un día voy a hacer como él, pero no, nunca podré ser como él, era un sujeto extraordinario era un escritor y narrador extraordinario, nunca podré ser igual que él…

¿Cómo te inicias en la nota policíaca?

Mi primer nota policíaca la hice en un accidente justo frente a la Zona Naval en el que hubo muertos y heridos, todavía no estaba la plaza toros La Paloma, no había nada, era una carretera de dos carriles, y uno de los de los turistas que yo llevé en algún momento a su hotel olvidó una cámara pequeñita, de esas que avanzaban el rollo automáticamente, eso fue como en el 97, no era carretera por eso fue el accidente, era pura selva, fue un accidente muy fuerte entre dos combis, porque en Vallarta había combis en aquel entonces, no había camiones, y al ver el accidente, yo me bajé yo muy valiente con la cámara y dije, ahorita voy a tomar fotos como reportero policíaco, pues te juro que agarré la camarita tomé una foto sin objetivo para ver si avanzaba, si tenía pila, y ahí voy muy valiente con mi cámara, cuando quise tomar las primeras fotos y veo la escena de la gente tirada, mi mano empieza a temblar y no atinaba ni siquiera a tomar una sola fotografía finalmente agarré la cámara con las dos manos y aun así temblando tomé varias fotografías y las llevé al periódico, estaba la señora Catalina que tiene todo mi respeto y me dijo, ¿y qué quiere que haga con estas fotos?, ¿cuánto le pagó?, y le digo, con que usted ponga mi nombre en el periódico que son mías, con eso me pagan, ahí empecé.

¿En qué momento dominaste la nota roja?

Cuando ya yo me manejaba completamente libre, que ya contaba con el apoyo de muchas autoridades, porque aquí tienes que ganarte tu lugar, tienes que ganarte el respeto de las autoridades, que cuando te vean, no llegues y te corran y te quiten, al contrario, que lleguen y digan pásele, venga aquí, oiga, mire pasó esto y esto y esto, por favor tome imágenes y guarde distancia, pero que no te bloquean, que te permiten trabajar, es cuando dije de aquí de aquí soy, aquí me quedo.

Fueron más de nueve años de periodismo policíaco, hay historias verdaderamente horribles las que vivimos, lo que vimos, lo que tuvimos que platicar, lo que nos encontrábamos, los hallazgos, los accidentes que nos encontramos que no dejan de ser igual de horribles que los de ahorita, gente que vi morir, gente que intenté hablarles para mantenerlos con vida, gente que apoyé mientras los estaban atendiendo, que dejaba la cámara a un lado, me tiraba al suelo, le sostenía la cabeza para que los paramédicos los atendieran, y luego ya me decían, ya Beto, ya toma tus fotos, o sea, no fui un periodista que simplemente se mantenía a la distancia viendo lo que estaban haciendo los demás, sino que los bomberos, los paramédicos, los policías me pedían apoyo para que participara, los apoyara, eso de ayudar a los paramédicos me sirvió.

¿Por qué?

Dos veces saque a mi mamá de un infarto, gracias a lo que aprendí viendo trabajar a esta gente tan valiosa, que son paramédicos.

¿Cuál ha sido la experiencia que más te ha impactado como periodista?

Ha habido varias, hubo homicidios bastante horribles, a partir de que iniciaron las ejecuciones en Vallarta, para que te des una idea, en la parte trasera de Walmart en la calle Gorrión y no me acuerdo la otra, en esa esquina fue la primera ejecución, ahí está su memorial, ese fue el principio de una situación impresionante que se dio en Vallarta de ejecuciones, de balaceras, de cosas terribles que sucedieron en esa época, comenzaron los famosos levantones, a aparecer encostalados, gente desmembrada, cosas horribles sucedieron en ese entonces y que quisiera uno ni acordarse de eso y quisiera uno ni relatarlo, porque son cosas verdaderamente impresionantes.

¿Alguna vez tuviste miedo para desarrollar tu carrera como periodista?

Miedo en el momento no, miedo después, porque la adrenalina te revienta los sentidos y no te deja reaccionar ni pensar con cordura, muchas veces no comí, muchas veces no cené, muchas veces me perdí cumpleaños, fiestas, porque no estaba.

En una ocasión llegué a un lugar donde se estaba suscitando un enfrentamiento, y al oír la balacera, una cuadra atrás de mí, me estacioné una cuadra antes a la vuelta, y alcanzaba a ver la esquina donde estaban los policías apostados, en eso cuando yo iba bajándome con mi cámara, llega una patrulla detrás de mí a todo lo que daba, avienta piedras y todo, porque se frena, se baja un policía cuando yo iba justo bajándome del carro, me agacha, me presiona hacia el suelo y me dice, agáchate Beto, y en este momento sale el muchacho y empieza a disparar para donde estábamos nosotros, y el policía le responde, entonces yo estaba agachado mientras el policía disparaba y me caían los cartuchos en la cabeza, como pegaban en el famoso Bandido, que tantos años estuvo conmigo, pegaban en el techo y en el vidrio del Bandido y me caían en la cabeza los cartuchos de las veces que le disparaba, finalmente fue un policía estatal el que terminó con la vida de ese muchacho, una situación bastante triste.

Fueron dos balaceras en las que estuve, en las que quedé en medio por llegar literalmente primero que todos los demás, porque mi meta siempre era llegar primero que todos, cuando ellos llegaban, yo ya estaba ahí, y esa era mi meta, tener las primeras imágenes, tener todo antes que nadie.

¿Cómo llegas a la radio?

En esos tiempos en que entré a la radio yo estaba desempleado, me fracturé un pie y me despidieron de Siempre Libres, pero luego regresé, hubo cambios bastante importantes en esa época para mí, y fue mi amigo entrañable David García Barroso, otro extraordinario periodista de grandes recuerdos, quien le comentó a Hugo Lynn que era el director de medios en Radiorama, que si necesitaba un reportero de calle, pues era yo, que no había nadie más, esa fue la recomendación que le hizo a Hugo Lynn, quien me preguntó si quería trabajar con ellos, y yo todavía con muletas me puse a trabajar, porque lo que quería era regresar a trabajar, y literalmente andaba reporteando en la calle en muletas, y como no tenía carro porque no servía, me iba a reportar en bicicleta y llegaba en bicicleta, fue una época extraordinaria, estuve en noticiero durante 14 años en esa empresa, estuve nueve en cabina como conductor de noticieros, armaba las notas, productor, realizador, reportero, hacía de todo.

¿Cómo entras a la televisión?

Después de eso paso por meridiano que también les agradezco mucho que me hayan dado trabajo en un momento difícil, a Moisés Madariaga, y luego regresé a Siempre Libres, terminé mi relación con Siempre Libres de manera cordial, sin problemas, y me quedé desempleado, y yo pensando en que a lo mejor ya había llegado el retiro, y en algún momento me dijeron, oye, abrieron una televisora, ¿no te gustaría participar en ella?, y les dije, la televisión es para la gente bonita, la gente guapa, ¿no ves los canales sacando la gente guapa?, a la gente fea no le dan oportunidad, finalmente fue Hugo Lynn quien me dio la oportunidad de entrar a este fascinante mundo de la televisión, de ponerte frente a una cámara, una responsabilidad bastante grande, no tuve miedo, la verdad, pues ya con tantos años de experiencia, y la verdad es que yo nunca tuve miedo de hacer cosas, nunca tuve miedo de empezar algo, y finalmente entré a la televisión, ha sido una experiencia increíble, conocer las entrañas de la televisión y la radio fue algo impresionante y sin duda un cierre de mi carrera de un poquito más de 30 años.

¿Vas a extrañar reportear?

Este retiro no es porque yo me quiera ir, el accidente cardiovascular que sufrí me obliga, me voy porque me dicen, usted tiene que esperar aunque sea un año para recuperarse bien, porque está muy bien, pero el estrés y la presión no van a hacer que usted termine bien, lo que le hicimos fue una operación bastante delicada y tiene que cuidar ese esfuerzo que hicimos, y finalmente en este mes de abril ya estoy dejando esta profesión, quizás momentáneamente, no lo sé qué venga para  el futuro, no se puede decir que se sale esto de tu corazón, es muy difícil que un amor como este termine de esta manera y se acabe, vamos a esperar el tiempo que nos digan los médicos, y si nos dan la oportunidad de decir que estoy bien, pues no sé.

¿Qué te ha dejado el periodismo?

Una lección de vida bastante grande, aprendí mucho, aquí no te puede ganar la soberbia y decir “a mí no tienen ya nada que enseñarme”, no sabes las sorpresas que te da la vida, de que gente que tú menos te imaginas, te enseña algo, hasta la más humilde persona, desde la persona en la calle, hasta el reportero más joven con el que he participado, con los compañeros que he participado te dan enseñanzas, la soberbia en esta profesión no es buena, es bueno sentirse importante pero no ser soberbio, la humildad la gente lo aprecia y lo capta, la gente en las calles se te acerca, me piden fotos, me saludan, hasta me mientan la madre reporteando, y ese es el sabor que tiene esta profesión.

¿Cuál es la importancia del periodismo?

Hay un enlace muy importante entre gobierno, periodismo y gente, la gente muchas veces no se siente escuchada, no se siente atendida, y yo siempre he pensado, ¿en qué momento el que se compromete a velar por tu bienestar es el que se convierte en el peor enemigo del ciudadano?, ¿en qué momento el ciudadano vale menos para el funcionario que luchó por llegar a representar a la gente y luego se convirtió en su peor enemigo?, es increíble, lamentable, pero es algo que sucede en todos los ámbitos, el que se convierte de pronto en un jefe y ya se siente más que los demás, pero yo pienso que si en el periodismo fomentamos el buen trato a la noticia, el buen trato la persona, el respeto a los demás, el ser empáticos con los que sufren, el estar a la mano para ayudar a quien lo necesite, yo pienso que en ese momento el periodismo va a cambiar, si dejamos la soberbia por un lado y somos más humanos con la gente.

¿Cómo te gustaría ser recordado?

Híjole, pues como soy, como siempre he querido ser, que la gente sepa que estuvimos en esta profesión, no para hacernos ricos, porque eso no va a suceder, hay sus excepciones, el que tiene el carro de lujo, el que tiene la casa grande, pero hay otro tipo de periodistas que preferimos mantenernos alejados de las tentaciones, y que te recuerden con cariño y no con desprecio como sucede con muchos, mejor hay que estar en ese ámbito, en ese espacio de poder saludar a la gente en la calle y con gusto, y no que digan ahí va ese.