Lección a “Pepillo”: Guardar silencio

No importa en donde estés, si no es un comentario constructivo o verificado, ¡es mejor quedarse callado!
Roberto Franco Briones Consultoría en Imagen Pública ICONOS

El tema de los conductores de espectáculos Juan José Origel y Flor Rubio, es un claro ejemplo de la importancia de cuidar todo lo que decimos por varios motivos:

-Lo que sale de nuestra boca sobre otra persona habla más de nosotros que de la otra persona.

-Puede volverse un chisme

-Nunca se sabe quién esté escuchando

-La conversación puede ser grabada y utilizada con fines maliciosos.

Los pongo en contexto, hace un tiempo, Juan José Origel acudió a una fiesta en donde le preguntaron por Flor Rubio y él, al calor de las copas y sintiéndose en confianza, contestó con mucha misoginia que la conductora había escalado profesionalmente por mantener relaciones sexuales con diversos ejecutivos de televisa. Lo que el conductor nunca supo es que alguien más estaba grabando para vender la nota a una revista famosa.

El tema no se quedó ahí, ya que cuando esta información llegó a manos de Flor Rubio, ella decidió demandar a Origel por daño moral a su imagen. Algo que es comprensible, pues lo dicho pudo haber mermado su proyección y por ello la posibilidad de adquirir nuevos trabajos.

Este caso regresó a la agenda pública esta semana, porque parece que Rubio ganó la demanda y Juan José Origel tendrá que resarcir el daño disculpándose de forma pública y pagando una cantidad de dinero que todavía no ha sido fijada.

“Pepillo”, como también es conocido en el medio, se ha defendido en diversos medios diciendo que él no hizo ese comentario frente a las cámaras y que pensaba que estaba en un entorno seguro en donde podía emitir cualquier pensamiento.

De lo que no se da cuenta Origel es que al fin ese es el problema, no importa en donde estés, si no es un comentario constructivo o verificado, ¡es mejor quedarse callado!, porque está en juego no sólo la imagen pública de la otra persona, sino también la confianza que te tenga tu entorno social y profesional.

Muchos pensarán que este es un tema banal, pero no es así. Tristemente, en la sociedad en la que vivimos esto ocurre todos los días, tendemos a hablar mal del otro de forma constante y sin pensar en las repercusiones que esto tiene. ¡no te permitas caer en la tentación!

Cuando no tengas nada bueno que decir sobre una persona, mejor cambia el tema por uno mucho más amable o quédate callado (a veces el silencio dice más que mil palabras).

Roberto franco briones

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