La Virgen Morena del Tepeyac
Red Interna / Humberto Famanía Ortega
La devoción vallartense a la Virgen de Guadalupe: tradición, fe y unidad
La inmensa mayoría de los mexicanos, y en especial los vallartenses, esperamos con ansias el mes de diciembre para celebrar el evento más importante del año: las Fiestas Guadalupanas, en honor a las apariciones de la Virgen de Guadalupe. Estas celebraciones, profundamente arraigadas en la identidad del pueblo, nos conectan con nuestras raíces y tradiciones, brindándonos una energía renovada para enfrentar el año venidero con fortaleza.
Una historia de fe en Puerto Vallarta
La historia de Puerto Vallarta, tierra prodigiosa fundada por Don Guadalupe Sánchez, está íntimamente ligada a la devoción guadalupana. Según el libro Primer Centenario de Puerto Vallarta, Jalisco 1851-1951 de Margarita Mantecón de Garza, esta conexión espiritual comenzó desde el primer momento en que la familia Sánchez decidió establecerse en este rincón paradisíaco.
Don Guadalupe arribó a Puerto Vallarta el 12 de diciembre de 1851, acompañado de su madre, su esposa y sus hermanos. Su madre, Doña Margarita Torres de Sánchez, portaba consigo una imagen de la Virgen de Guadalupe, y al desembarcar en las playas de la Bahía de Banderas exclamó con emoción:
“Miren, nos concedió un viaje feliz.”
Esta expresión marcó el inicio de una devoción que ha perdurado por generaciones. La familia construyó un pequeño recinto para venerar a la Virgen, costumbre que continúa hasta hoy en el templo que es el principal ícono de la ciudad. La corona de esta iglesia, concluida en 1966, recientemente fue renovada tras haber sufrido daños por un sismo, y ahora luce esplendorosa como símbolo de la fe de los vallartenses.
El legado del “Rancho de las Peñas de Santa María de Guadalupe”
El nombre original de este puerto, Rancho de las Peñas de Santa María de Guadalupe, refleja el profundo amor de los primeros pobladores hacia la Virgen. Este legado sigue vivo en las familias de los fundadores, muchas de las cuales continúan trabajando por el bienestar de la comunidad.
Un ejemplo destacado es Doña Lupita Sánchez Vda. de Covarrubias, una de las mujeres más influyentes de Puerto Vallarta. Su labor como promotora del Asilo de Ancianos San Juan Diego, próximo a inaugurarse, merece reconocimiento y gratitud.
Una tradición que une a todo un pueblo
A 493 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, Puerto Vallarta celebra con devoción y alegría estas fiestas patronales. Desde el 1 hasta el 12 de diciembre, miles de personas desfilan en peregrinaciones hacia el templo de Guadalupe, agradeciendo favores y renovando su fe.
Durante el novenario, participan activamente tanto los prestadores de servicios turísticos como las parroquias de la región. Las peregrinaciones, llenas de entusiasmo y gratitud, son una muestra de unidad y devoción que contagian tanto a locales como a visitantes.
Los antorchistas: portadores de luz y fe
Un momento especial de estas festividades es la llegada de los antorchistas guadalupanos, un grupo de corredores que, desde hace 48 años, recorren más de 80 horas desde la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México hasta la iglesia en Puerto Vallarta. Liderados por Alfonso San Juan y guiados espiritualmente por el párroco Esteban Salazar, estos peregrinos son un ejemplo de disciplina, fe y devoción.
Una tradición que perdura
Estas fiestas no solo son un tributo a la Virgen de Guadalupe, sino también un reflejo de la identidad, las costumbres y la unidad del pueblo vallartense. En un mundo convulsionado, estas tradiciones son un recordatorio de la importancia de la fe y el amor por nuestra tierra.
Con gratitud hacia quienes edificaron este legado, es momento de tomar la estafeta y renovar nuestro compromiso con nuestra comunidad y nuestra fe. Que la Virgen de Guadalupe siga abrigándonos bajo su manto y guiándonos hacia un futuro lleno de esperanza y fortaleza.
¡Que estas fiestas sigan siendo un símbolo de unión, tradición y devoción en Puerto Vallarta!
Comentarios: humfama@hotmail.com