Encuentra tu espacio de meditación en casa

Estudios demuestran que meditar también mejora la autoestima, reduce el estrés, ayuda a manejar la ansiedad, incrementa la creatividad y facilita y mejora la calidad del sueño.

Seguramente, en los últimos meses has notado que cada vez más personas implementan la meditación como parte de sus actividades diarias, y es que el meditar o simplemente dedicar un momento de introspección personal a tu día, trae muchos beneficios para tu cuerpo y mente, además de ayudarte a visualizar mejor tus metas y objetivos.

La Facultad de Medicina de Harvard estudió los efectos de la meditación en el cerebro y descubrió que después de participar en un programa de meditación de 8 semanas, los sujetos de investigación mostraron un aumento en la materia gris en las partes del cerebro responsables del aprendizaje, la memoria y la regulación emocional.

Además, otros estudios e instituciones como Mayo Clinic han confirmado que meditar también mejora la autoestima, reduce el estrés, ayuda a manejar la ansiedad, incrementa la creatividad y facilita y mejora la calidad del sueño. Nada mal, ¿no?

Existen distintas técnicas y formas de meditación, pero a veces la clave está en encontrar ese espacio de tranquilidad en casa para poder poner tus pensamientos en orden. Por fortuna, es tarea fácil. Con ayuda de los expertos de The Home Depot, te compartimos los pasos que puedes seguir para encontrar tu espacio zen.

Busca una zona libre de distracciones

Así como hay muchos que logran concentrarse en cualquier lugar, existe otro grupo que logra distraerse hasta con el más mínimo detalle. Te recomendamos buscar un espacio en casa en donde no existan tantas distracciones visuales. Lo más sencillo es ubicar una pared lisa en la que puedas fijar la mirada, usualmente las esquinas funcionan bastante bien.

Toma en cuenta la iluminación

Si ya encontraste el lugar donde adecuarás tu espacio, estudia qué tipo de iluminación tiene y qué tipo te gusta a ti. Hay gente a la que no le molesta meditar con luz natural o luz artificial, sin embargo, es común que se haga con luz tenue. Puedes bloquear la entrada de luz natural con alguna persiana o pedazo de tela o, si el espacio es muy oscuro, puedes poner un foco de luz amarilla.

La comodidad como elemento clave

Además de los factores visuales, la posición en la que te sientes y la ropa que utilices juegan un papel importante para lograr la concentración, así que ponte ropa cómoda y fresca. Para sentarse, la mayoría acostumbra hacerlo en el suelo, en posición de flor de loto o hincado. Para ello, elije el cojín más cómodo que tengas y colócalo junto a una pared para que te sirva como soporte para tu espalda.

La segunda opción es hacerlo en una silla y al igual que con la técnica anterior, busca una silla cómoda que te permita mantener tu espalda recta. Lo importante no es la opción que elijas o el estilo de ropa, la idea es que te sientas cómodo para que centres tus pensamientos en meditar y no en dolores musculares o en los jeans ajustados.

Hazlo armónico

Aunque solo vayas a meditar por un par de minutos, el tener tu zona limpia y en buenas condiciones te puede ayudar a lograr una meditación más fructífera. Si encontraste el espacio perfecto, pero la pared tiene grietas o la pintura ya está muy desgastada, puedes aprovechar para darle mantenimiento y pintarla de algún color neutro o claro que te inspire relajación. También puedes ponerte más creativa y dibujar un mándala o algún diseño que te relaje mientras lo miras.

Ve poco a poco

Como consejo final, te recomendamos empezar con 5 minutos al día y poco a poco ir aumentando el tiempo. Recuerda que la mente funciona como un músculo que tienes que ir entrenando y ejercitando poco a poco. Intenta empezar y terminar con ejercicios de respiración como inhalar y exhalar por 10 segundos.