Detectando cáncer infantil

El cáncer es la segunda causa de muerte en menores de 15 años

Septiembre además de ser el mes patrio, es el mes en que se conmemora a nivel mundial la concientización del Cáncer Infantil.

El cáncer es la segunda causa de muerte en menores de 15 años en países desarrollados, e históricamente en las últimas décadas, se ha notado una tendencia a la alza de este lamentable diagnóstico. El cáncer infantil más común en México y en el resto del mundo son las Leucemias, seguido de los tumores cerebrales y Linfomas. A diferencia de los adultos, la mayoría de los cánceres pediátricos tienen pronóstico favorable, sin embargo, la detección oportuna es clave en la supervivencia.

¿Cuáles son los síntomas sugerentes de cáncer en los niños?

Dependerán del tipo de cáncer pero de forma general, lo primero que suelen aparecer son los síntomas inespecíficos como palidez, pérdida del apetito, cansancio, pérdida de peso, vómitos, febrículas (37.5º-38º), sudoraciones nocturnas.

Las leucemias además de los síntomas mencionados pueden presentar crecimiento o inflamación de ganglios, detectados como “bolitas” palpables por todo el cuerpo y moretones sin causa aparente o sangrado de encías.

En el caso de los tumores cerebrales, el dolor de cabeza es el dato más importante, sobretodo cuando este aparece en menores de 5 años, todos los días, de predominio matutino y persiste por más de 2 semanas. También se asocia con problemas para caminar.

El dolor óseo y/o muscular es de preocuparse cuando persiste por más de 2 semanas, es progresivo, nocturno y se acompaña de escalofríos.

El retinoblastoma, el tumor de retina (ojo) más común de la infancia, se detecta con el reflejo de la luz en los ojos, se debe sospechar si el reflejo es blanco, incluso algunos casos se han detectado gracias al flash de las fotografías.

La presencia de sangre en la orina siempre debe ser estudiada ya que el cáncer de riñón o nefroblastoma es el tumor más frecuente en menores de 2 años.

En algunas ocasiones el tumor se detecta como un hallazgo casual de una prueba de imagen realizada por otro motivo.

La probabilidad de que un pediatra diagnostique un cáncer o tumor en su consultorio se estima que una vez cada 5-7 años, en algunos casos cada 15-20 años. Yo tengo 3 años ejerciendo como pediatra y ya llevo una leucemia diagnosticada en mi consulta. Así que ante el mínimo síntoma sospechoso no dudes en consultar a tu pediatra.